2. Qué vamos a aprender
de La Celestina
1. Fernando de Rojas
2. La Celestina
2.1. El “Otoño de la Edad Media” como contexto
2.2. Publicación, ediciones y autoría
2.3. Género literario y fuentes
2.4. Argumento y estructura
2.5. Personajes
2.6. Temas
2.7. Intención del autor
2.8. Estilo 2
3. 1. Fernando de Rojas
• El autor principal de La Celestina nació en la Puebla de
Montalbán (Toledo) hacia 1470 y murió en Talavera de la
Reina en 1541.
• Se conoce poco de su vida, aunque se sospecha que fue
judío converso, lo que influyó en su perspectiva crítica,
pesimista y renacentista –moderna- de la realidad social
de su época. Sin embargo, los últimos estudios literarios lo
cuestionan y apuestan por un Fernando de Rojas,
cristiano viejo, puesto que no tuvo problemas con la
Inquisición: tan solo defendió a su suegro de tal acusación.
• Estudió Derecho en Salamanca, donde encontró el
manuscrito inacabado de La Celestina, que terminó en
“quince días de vacaciones” y ejerció como abogado.
• Contaba con una buena biblioteca en la que destacaban
obras de Cicerón, Petrarca y el Marqués de Santillana.
3
4. 2. La Celestina
• Es una obra bisagra, que cierra la literatura de la Edad Media y
abre, de manera definitiva, la del Renacimiento.
• Fue bastante popular desde el mismo momento de su
publicación, en 1499, lo que animó a su autor a ampliarla con
nuevos actos en sucesivas ediciones, por sugerencia de los
lectores.
• También dio pie a cuatro continuaciones, que no fueron
escritas por Fernando de Rojas, durante el S. XVI.
• Debido al carácter realista de la obra, su deseo de crítica social
y la descripción de ambientes y personajes marginales,
prostibularios, se ha especulado con que La Celestina es el
iniciador de un nuevo género, el “celestinesco”, precursor de la
novela picaresca en el S. XVI y de la realista en el S. XIX.
4
5. 2.1. El “Otoño de la Edad Media”
como contexto
• Es un término importado de la Historia del Arte que alude a la
decadencia moral, de valores, a partir del S. XIV.
• Esta decadencia se puede explicar por el cambio de mentalidad
teocentrista, cuyo objetivo final era la consecución de la vida
eterna, por la antropocentrista, que promovía el disfrute de la
vida terrenal, estandarte en la escala de valores de la burguesía,
como nueva clase social.
• En La Celestina, este CARPE DIEM tiene un enfoque negativo, ya
que los personajes inician una carrera a contrarreloj hacia su
muerte cuando se abandonan a las pasiones del amor (o lujuria)
y a la de la codicia de los bienes terrenales.
• El ascenso de la burguesía como clase social dirigente conlleva, a
vez, la disolución moral de los ideales caballerescos y
cortesanos.
5
6. 2.2. Publicación, ediciones
y autoría
• Se publica la primera edición en 1499 con el titulo de Comedia de
Calisto y Melibea, con dieciséis actos, de manera anónima. Esto
puede deberse al supuesto origen converso de Fernando de Rojas o
al hecho de que no estuviera bien visto, desde el punto de vista
social y profesional, dedicarse a la literatura.
• En 1502, se publica, bajo el titulo de Tragicomedia de Calisto y
Melibea, una edición ampliada hasta los veintiún actos, que
desarrolla la historia de amor entre Calisto y Melibea. También se
edita con un prólogo de Fernando de Rojas en el que declara su
propósito moral y unas coplas del editor Proaza en las que le
atribuye su autoría, en versos acrósticos. 6
7. 2.2. Publicación, ediciones
y autoría
• En el prólogo, Fernando de Rojas descubre que no es el autor
original del primer acto y parte del segundo. Confiesa que los
encontró en Salamanca, mientras estudiaba Derecho, y que acabó la
obra, en su primera redacción, en quince días de vacaciones.
• Especula con que pueden haberla comenzado algunos autores
famosos del S. XV, como Rodrigo Cota o Juan de Mena.
• La diferente autoría se confirma al comparar el primer acto y parte
del segundo con el resto, pues son más largos, más retóricos y
plantean la relación entre Calisto y Melibea desde el amor cortés,
donde la indiferencia de la amada demuestra su carácter medieval.
• El carisma del personaje de Celestina se apropió del titulo de la obra
desde el S. XVI, en el que se publicaron un centenar de ediciones.
7
8. 2.3. Género literario y fuentes
• La Celestina NO es una obra de teatro, pues a finales del S. XV no
había teatros en Europa, es demasiado extensa para ser
representada y las coplas de Proaza ya indican que fue creada para
ser leída –dramatizada- en voz alta ante un auditorio.
• Se debe a la influencia de sus fuentes teatrales, de las comedias
latinas de Terencio y Plauto pero, sobre todo, de la comedia
humanística italiana, que reunía el tono sentimental, con la
profundidad psicológica de sus personajes, los frecuentes cambios
de escena y el uso del diálogo para la lectura en voz alta.
• Pertencen al segundo tipo de fuentes la filosofía y la literatura
sapiencial de la mano de autores como Séneca o Cicerón.
• Por último, se aprecian las fuentes literarias no teatrales, sobre
todo contemporáneas y en concreto de las novelas sentimentales y
de los tratados de amor.
8
10. 2.5. Personajes
• El realismo de los personajes de La Celestina se aprecia en la
evolución de los personajes a lo largo de la obra, lo cual los alejan
de los modelos originales que los inspiraron, sobre todo en el caso
de Melibea, respecto con el de dama del amor cortés, o el de la
misma Celestina, si recordamos a la Trotaconventos de Juan Ruiz.
• También se ve acentuado por la crisis de valores del “Otoño de la
Edad Media”, que subraya el individualismo, la visión del mundo
pagana, pesimista y hedonista de cada personaje, ya sea por
pasión amorosa (lujuria) o por amor al dinero (codicia).
• Esta corrupción por codicia afecta, de manera significativa, a los
criados, que rompen la fidelidad que hasta entonces tenían a sus
señores, sobre todo si son nobles, e inician una guerra oculta contra
ellos, con el ánimo de sacarles todas las riquezas posibles. Se
convierten, por tanto, en el “enemigo en casa”.
10
11. 2.6. Temas
• Hay cuatro temas que dominan la obra:
la fortuna (azar), el amor [pasión], la
muerte y el tiempo.
• Todos los personajes principales
emprenden una carrera inevitable,
contra el tiempo, hacia la muerte,
víctimas de sus pasiones amorosas o
materiales, por más que se intente
culpar al azar, a la mala fortuna, de sus
trágicos destinos.
• En algunos casos, como en la muerte
accidental, ridícula, de Calisto, el azar
tiene un claro matiz irónico, casi de
castigo cruel.
11
12. 2.7. Intención del autor
• Fernando de Rojas confiesa en el prólogo que la escribió para
prevenir a los jóvenes enamorados sobre los peligros del loco
amor, la manipulación de las alcahuetas y la traición de los
sirvientes.
• Esta intención moralizadora es ambigua, pues si en un principio
parece castigarlos con dureza, como un castigo hacia su rebeldía
ante las normas sociales y divinas, por otra se recrea en los
aspectos sexuales o escabrosos (desagradables) de la historia,
además de tratar, sin complejos religiosos ni juicios negativos, el
tema tabú del suicidio. El mejor ejemplo es el plancto o
monólogo funerario de Pleberio, el padre de Melibea, después
de que su hija se arrojara desde una torre, el cual se considera
como un rasgo plenamente renacentista. 12
13. 2.8. Estilo
• El estilo de La Celestina varía en función de la
verosimilitud, es decir, de la adecuación de las
palabras a la condición social o rasgos definitorios
del personaje al que se le atribuye.
• Así, por ejemplo, el habla culta, pedante, de Calisto,
retórica y llena de citas de filósofos famosos, como
Séneca, contrasta con la de los criados, más sencilla,
coloquial, plagada de refranes y, a menudo, de
palabras malsonantes o vulgarismos.
• El único personaje que se maneja perfectamente en
todos los registros es Celestina, que encuentra en
las palabras su arma más poderosa de seducción y
de manipulación del resto de personajes, lo cual se
evidencia por el uso de dichos populares,
sentencias cultas y diminutivos con matiz afectivo.
13