1. Detección temprana de alta capacidad intelectual: los primeros indicadores
Alrededor de un 5% de los niños y niñas en España presentan altas capacidades
intelectuales, y sin embargo, un pequeño porcentaje de estos
casos se detectan.
El diagnóstico de la alta capacidad intelectual va a ser
importante para estos niños ya que gracias a él, se podrá
intervenir adecuadamente dando una respuesta educativa y
terapéutica a las necesidades específicas de estos niños.
Cuanto más precoz sea esta detección, antes se podrán
poner a disposición del niño todos los recursos que él
necesita para desarrollar todo su potencial. Se calcula en
torno a un 20% de los niños superdotados han presentado en su primera infancia
habilidades precoces para su edad. Por lo tanto, esto puede suponer un indicador para
los padres que observen dichas capacidades en sus hijos y que por tanto, es el momento
en que deben acercarse a un profesional para que evalúe las capacidades de su hijo o
hija.
Indicadores precoces de la alta capacidad intelectual
El niño aprende a hablar antes y/o presenta construcciones gramaticales ricas y
complejas para su edad.
Comienza a gatear antes de cumplir el primer año y a andar antes del segundo,
muestra una buena motricidad fina (coger un lápiz, punzón, abrir cajas, cortar
con las tijeras, etc.)
Muestra un interés inusual por su entorno
Tiene una capacidad de aprendizaje elevada (identifica colores y/o cuenta hasta
diez antes de los tres años) aprende nuevas habilidades por sí solo, etc.
Es creativo, realiza dibujos, trabajos o construcciones originales.
Es importante aclarar que ninguno de estos indicadores es determinante o excluyente
para realizar el diagnóstico, es decir, ninguna de estas características va a implicar que
el niño sea superdotado ni la ausencia de ellas que no lo sea. Estas características son
solo una orientación para comenzar a sospechar que podemos estar ante un niño con
sobredotación intelectual y que requiere de una evaluación que lo determine.
A pesar de que un diagnostico de Superdotación Intelectual no puede ser fiable antes de
los 3 años, y que probablemente aún entonces vaya a requerir un seguimiento anual para
determinar la evolución de esa alta capacidad, es importante una detección lo más
temprana posible. Cuanto antes determinemos que un niño o niña tiene un desarrollo
precoz, antes podremos responder correctamente a sus demandas y ayudar a que tanto
su desarrollo cognitivo como emocional sea satisfactorio.