Los alimentos energéticos proporcionan la energía necesaria para las funciones diarias a través de la oxidación de nutrientes como proteínas, lípidos y glucidos. La cantidad de energía que proporciona cada alimento depende de su composición nutricional. Ingerir demasiada energía en exceso puede almacenarse como grasa y causar problemas de salud. Algunos alimentos muy energéticos incluyen la lechuga, el ajo, la cebolla, aguacates, ciruelas y albaricoques.