3. INTRODUCCIÓN
La gestión estratégica de cualquier empresa requiere de
precisión, objetividad y, por tanto, de mediciones.
Quienes buscan alinearse con la visión de la compañía y, sobre
todo, quienes se preocupan de que se sustenten los pilares de la
razón de ser del negocio, que se encuadran a su vez en el
concepto de misión; necesitan apoyarse en una herramienta
como el cuadro de mando integral
4. Para administrar una empresa y encaminarla hacia sus metas, respetando su
propio ADN y partiendo precisamente de ahí, de lo que es, hace falta encontrar
cuáles son sus objetivos.
De la madurez en la gestión por objetivos nace la necesidad de alcanzar una visión
global más completa, que se forja en el seguimiento de la cultura de empresa
plasmado en esos objetivos generales y su medición a través del cuadro de mando
integral.
5. EL CICLO DE MADUREZ DE LA EMPRESA Y
LA IMPLANTACIÓN DEL CMI
6. Clarificarla estrategia en algo más materializado:
Al fin y al cabo, la estrategia no es más que una declaración de intenciones,
argumentada, estructurada y con una meta a cumplir que requiere de esa
automatización que le otorga el cuadro de mando integral y que, al mismo
tiempo, hace posible el practicar el seguimiento que se va haciendo
imprescindible para ganar en agilidad y actualización.
Alinear objetivos con la estrategia:
Encaminándolos hacia la dirección deseada que puede estar relacionada con la
cuota de mercado, el liderazgo, etc. según la empresa y las circunstancias;
teniendo en cuenta que este control se efectuará de forma exhaustiva y
permanente, minimizando el riesgo del negocio.
7. Planificar y establecer objetivos:
Partiendo del análisis de los factores internos y externos. Este paso, que sienta
las bases de todo lo que sobre sus resultados se podrá construir, comienza de
forma previa a la definición del cuadro de mando integral pero que deberá
plantearse cada vez que se apliquen cambios en la estrategia.
Feedback y aprendizaje:
La comunicación es una de las claves del cuadro de mando integral. La
herramienta permite generar iniciativas, dar feedback, proponer planes de
acción para recuperar los objetivos no cumplidos en las fechas pactadas, etc.
8. CÓMO FUNCIONA EL CUADRO DE MANDO
INTEGRAL
El cuadro de mando integral cuenta con determinadas ventajas que benefician
a la organización que elige gestionar su estrategia a través del mismo:
Indicadores:
A través de los que se hace posible practicar el seguimiento de los objetivos
planteados en la estrategia de la empresa y su control, siempre asociado a un
responsable.
9. Visión:
que permite alinear indicadores y objetivos en un ámbito de coherencia
interna, ligándolos a una política de incentivos en un entorno bidireccional
gracias a la posibilidad de visualización top down (de arriba hacia abajo) y
bottom up (de abajo hacia arriba).
Aprendizaje:
tanto a nivel individual como estratégico, ya que esta herramienta hace posible
conocer las causas de las desviaciones, detectarlas a tiempo y además trasladar
ese conocimiento a distintos departamentos dentro de la empresa, logrando un
enriquecimiento conjunto que se traduce en un aumento de la efectividad y,
por tanto, de la productividad.
10. Y, al mismo tiempo, hace posible:
•Conectar la estrategia de la empresa a todo los niveles operacionales.
•Detectar a tiempo las pérdidas de alineación.
•Interpretar tendencias y lograr un sólido análisis del entorno de mercado.
•Acceder a la información crítica de una forma aséptica y rápida.
•Proponer acciones que refuercen la toma de decisiones al garantizar la
efectividad en los resultados.
•Ganar en sincronización y agilidad.
•Integrar todos los niveles de la compañía fomentando la eficiencia en la
comunicación.
11. Para poder hacerlo, su funcionamiento requiere de:
•Responsabilidad global e individual de todos los integrantes de la empresa, cada
uno en su área de conocimiento y competencias.
•Integración absoluta con la estrategia de la empresa.
•Definición de objetivos que permitan definir los indicadores que se medirán para
encontrar las desviaciones y ajustar su cumplimiento a los plazos pactados.
12. QUÉ HAY QUE SABER PARA IMPLANTAR UN
CUADRO DE MANDO INTEGRAL
CÓMO
El cuadro de mando integral debe ser implementado a todos los
niveles organizacionales. Esta herramienta aporta un potencial
extraordinario en materia de gestión que no puede limitarse de
raíz al quedar acotado a determinadas áreas o responsables.
Su capacidad impactará directamente en la profundidad de
análisis que de los datos aportados por él se obtengan y por ello,
la obtención de esta ventaja competitiva requiere de un esfuerzo
previo de comunicación y de integración que será muy sencillo de
mantener en el tiempo gracias a la automatización que
proporciona.
13. CUÁNDO
En principio, no existe un momento mejor o peor. Etapas de crecimiento, de
recesión; las circunstancias no son tan determinantes para el éxito de la
implantación del cuadro de mando integral como lo es la existencia de una
cultura de trabajo orientado a objetivos. Ello, unido a una cierta madurez
analítica son las claves del éxito del proyecto.
Cumplir este ciclo de madurez necesario en cualquier entorno tecnológico pasaría
por:
Dar cobertura informacional a las áreas más operativas a través del reporting
(financiero, de ventas, etc.).
14. Incorporar procesos de planificación y presupuestación.
Escalar a los mandos intermedios con los cuadros de mando tácticos.
Finalizado el proceso, sería el momento indicado para comenzar con la
implantación del cuadro de mando integral apelando a la responsabilidad global
de la compañía sustentada en una sólida comunicación interna.
15. DÓNDE
Existen dos alternativas, igualmente eficaces para plantear la evolución de la
gestión apoyada en el cuadro de mando integral. La elección de una u otra
dependerá de las necesidades e intereses de cada empresa que deberá
escoger:
Top down: esta opción alcanza los niveles más altos de la organización, puesto
que parte de ellos, una característica que le confiere múltiples ventajas a la
hora de desarrollar su gestión verticalmente hacia distintos niveles y
departamentos.
Bottom up: generalmente esta alternativa parte de un enfoque táctico, mucho
más operativo que eleva el conocimiento desde la áreas funcionales basado en
su experiencia hacia los niveles superiores.
16. QUIÉN
Responder a esta cuestión requiere de un vasto conocimiento de la estructura
interna de la empresa y su funcionamiento real, en la práctica. La definición del
cuadro de mando integral requiere, ya desde ese prematuro momento, de
distintos individuos responsables cada uno de su propia área en función de su
rol, competencias o know how (saber como).
En el cuadro de mando integral, toda la gestión de iniciativas se asocia a un
responsable que define su área dentro del mismo aportando su experiencia y
conocimiento a los equipos encargados de la implantación.
17. POR QUÉ
La definición de un cuadro de mando integral está íntimamente ligada a su
implantación ya que no existe uno estándar, ni siquiera desde una concepción
vertical que ataña a un sector en concreto. La razón es que sería imposible
porque el cuadro de mando integral es el equivalente más próximo al ADN de
cada compañía. Cuando llega el momento se debe optar por la personalización
al ser la única forma de expresar la propia estrategia en un medio
automatizado que canalice los esfuerzos organizacionales en resultados que
puedan medirse. Algo muy distinto sería hablar de cuadro de mando táctico,
ya que en este caso sí que podría configurarse una herramienta de corte más
amplio.