1. I.E.S. Virgen del Carmen
Curso 2016-2017
Psicología
TEMA 1
LA PSICOLOGÍA Y EL MÉTODO CIENTÍFICO
1. ¿Qué es la psicología?
Si preguntamos a la gente qué es la psicología, seguramente nos dirían
cosas como: “La psicología es aplicar test para conocer el coeficiente de
inteligencia de los individuos o los rasgos de la personalidad de alguien”, “es
psicoanalizar a las personas para conocer los traumas ocultos que tiene en su
inconsciente y, de este modo poder curarlos”, “sirve para diagnosticar y curar
las enfermedades mentales”, “aplica técnicas de terapia de grupo”, “realiza
pruebas la selección de personal en las empresas”, “trata problemas sexuales”,
“intenta resolver los problemas de niños difíciles, con fracaso escolar o con
conducta inadaptada en la familia, con los compañeros o con la gente en
general”... Aunque todas estas opiniones son válidas, no definen que es la
psicología sino alguna de sus múltiples aplicaciones.
Básicamente la psicología es una ciencia empírica. Esto significa que,
primero, es un conocimiento comprobado y no el resultado de la especulación.
Cuando se aplica un test o una terapia, la validez y la fiabilidad de dicha
herramienta ha sido estudiada y comprobada previsamente. En segundo lugar,
la psicología es una ciencia metódica. La investigación y la teoría resultante
está organizada tanto en cuanto a los conocimientos que la componen como
por lo que hace a los procedimentos de que sirve para estudiar su objeto.
Teóricamente los conocimientos se organizan según el objeto de estudio
(psicología de las emociones, psicología de la conducta, psicología de las
organizaciones, etc.). Procedimentalmente la psicología sigue el método de
las ciencias experimentales.
La palabra psicología procede de las palabras griegas psyche (mente,
alma, espíritu) y logos (discurso o teoría). En sentido etimológico, la palabra
psicología significa “teoría de la mente”. La psicología comienza como ciencia
específica en el momento en que se separa de la filosofía. Este momento suele
situarse en 1879 (fecha de la fundación del primer laboratorio de psicología por
W. Wunt). Pero la psicología no puede definirse sólo por la etimología. Si la
psicología busca ser una ciencia tiene que poder observar el objeto de estudio.
El problema que tenía la filosofía a la hora de hablar del alma o de la mente era
que sólo podía especular sobre tales objetos, ya que o bien eran considerados
inmateriales o bien no eran observables. Por eso la psicología determinó que
su objeto de estudio sería la conducta, que es un objeto en el que se revela la
mente y que además es observable. Paralelamente, como ciencia que es la
psicología también puede anticipar el comportamiento que estudia. La
predicción es una herramienta de confirmación de la verdad de un
conocimiento; si la predicción es correcta entonces se puede asegurar que el
conocimietno de la ley de comportamiento que sustenta esa predicción es
2. correcta. Pero también predecir puede significar anticipar la conducta y, en esa
medida, saber màs sobre la conducta de los sujetos que los sujetos mismos.
Por eso la psicología ha estado siempre muy cerca de los intereses de
personas, empresas o gobiernos que buscan lograr un influjo sobre la conducta
de los otros (llámense ciudadanos, consumidores o pacientes).
De acuerdo con todo esto convengamos en que la psicología es una
ciencia que intenta construir teorías y modelos que permitan explicar,
predecir y controlar la conducta aplicando el método científico.
2. ¿Es la Psicología una ciencia?
Una de las preocupaciones de la psicología desde su fundación ha
estado en su reconocimiento como ciencia experimental. Su origen en la
filosofía era una muy mala carta de presentación y por eso, como cualquier
hijo que que necesita demostrar que ya no es un niño, la psicología ha
renegado de su origen teórico cuando no especulativo.
Para saber distinguir entre lo que es ciencia de lo que no, es necesario
establecer unos criterios de demarcación. Existen diferentes criterios a la hora
de establecer la delimitación de lo que es o no ciencia. Básicamente podemos
distinguir entre dos clases de criterios según su fuerza. Los criterios restrictivos
y los criterios amplios.
El criterio restrictivo plantea muchas más exigencias que un criterio más
amplio. En el caso de la ciencia los criterios restrictivos toman a las ciencias
físicas como modelo. Esto criterios estipulan que
a) una ciencia tiene que tener un objeto observable, medible,
manipulable experimentalmente; que
b) los conocimientos de una ciencia tienen que poder ser expresados
con aparato matemático;
c) una ciencia tiene que poder hacer predicciones.
El bosón de Higgs, por ejemplo, es un caso límite pero que confirma
estos criterios. (Ver https://es.wikipedia.org/wiki/Bosón_de_Higgs.)
De acuerdo con estos criterios la psicología no siempre puede
considerarse una ciencia (recuérdese que la psicología estudia muchos objetos
distintos). Vayamos por partes. Por lo que hace al primer criterio, hay
fenómenos psicológicos que no pueden ser observados. Por ejemplo, las
emociones pueden visibilizarse o no. Hay alteraciones fisiológicas claramente
observables que son concomitantes con algunas emociones. Por ejemplo, una
persona iracunda manifiesta aumento de la tensión arterial, enrojecimiento de
la cara, etc. Pero una persona que sepa controlar sus emociones mantendrá
ocultas al menos aquellas manifestaciones visibles de las mismas. En el caso
de las patologías del pensamiento, por ejemplo pensamientos negativos (lo que
habitualmente se llama pesimismo), todavía es más difícil de verificar pues
depende de lo que diga el paciente si es que quiere expresarlo. El uso de los
sueños que hace el psicoanálisis plantea esta dificultad redoblada, pues no
sólo puede que el paciente nos engañe cuando cuenta el sueño sino que
además el sueño es un fenómeno escurridizo también para la persona que
sueña.
Los fenómenos psicológicos no siempre son medibles. Con
3. frecuencia la medición del fenómeno es inútil o simplemente no viene al caso.
Por ejemplo, de un sueño no sólo no se puede medir su duración sino que no
importa en absoluto (sabemos que un sueño trascurre a nivel del córtex entre
apenas unos segundos hasta varias horas, todo ello durante la fase REM). La
psicología, no obstante, busca siempre dar con alguna escala que permita
graduar el fenómeno. Por ejemplo, volviendo sobre los pensamientos
negativos, un psicólogo clínico intenta averiguar con qué frecuencia aparecen y
qué grado de malestar les acompaña. Ambas indicaciones no se pueden
expresar cuantitativa sino cualitativamente. Los pensamientos aparecen “Casi
nunca/A veces/Todos los días” y tienen un grado de malestar
“Alto/mediano/bajo”; a veces se pregunta utilizando una escla numérica, p.e.,
“Marque su grado de malestar entre el 1 y el 5”. En todo caso, esta apreciación
cualitativa ayuda a comprender la importancia del problema.
Por lo que hace a la experimentación, la psicología ha intentando
siempre poder experimentar con el fenómeno que estudia. Por eso en una
facultad de psicología hay laboratorios y la psicología ha intentado siempre
controlar el fenómeno y sus condiciones para poder mejor estudiarlo y para
asegurar sus predicciones. Pero hay fenómenos cuyo estudio sólo es posible
con el concurso de la voluntad del paciente y éstos son más difíciles de
predecir y de controlar. Otros, en cambio, sí lo son. Por ejemplo, cuando se
induce una conducta por medio del color. Normalmente, hay experimentación,
manipulación y predicción en todos aquellos fenómenos de la conducta en los
que interviene el sistema nervioso en sus niveles no cognitivos, como por
ejemplo con las emociones.
Los criterios amplios, en cambio, tienen en cuenta además otros
elementos:
d) el afán de veracidad: una ciencia tiene interés por llegar a la verdad
de los fenómenos que estudia y además no tiene intención de engañar.
También puede considerarse que
e) una disciplina es científica cuando da a conocer públicamente los
resultados de su investigación, exponiéndose así al contraste con las
investigaciones de otros y no aceptando el juicio propio como el único
plausible. La ciencia tiene un afán de objetividad. Por último, una ciencia tiene
f) el afán de universalidad pues busca siempre confirmar sus teorías en
la experiencia, que es aquello que todos compartimos.
La psicología sí cumple estos criterios. Por una parte, el psicólogo
quiere llegar a la verdad pero sobre todo no busca embaucar a nadie. Un
psicólogo es un médico (aunque los médicos no lo ven así)*** y también tiene
un compromiso con el paciente con el que tiene un compromiso (juramento
hipocrático). Buena parte de la falsa psicología (como en general todas las
pseudociencias) se revela en que tratan a las personas no como pacientes sino
como clientes. En segundo lugar, la psicología trabaja como cualquier ciencia
compartiendo sus resultados a través de publicaciones y reuniéndose en
congresos periódicos para discutir y poner en común sus estudios y avances.
Pero es la experiencia lo que distingue sobre todo a una ciencia. Cuando la
psicología no puede experimentar sí busca recoger la experiencia y mostrarla a
los demás. La ciencia intenta documentar fehacientemente con algo más que
4. testimonios lo que ha comprobado u observado.
3. El método científico
El método es un modo organizado y pautado de llevar a cabo una
acción. Hablar de método científico es hablar del método hipotético-
deductivo.
Por ejemplo, si partimos de la observación que las personas que
padecen sida tienen muchas infecciones ¿Cómo podemos explicar este hecho
observado? Podemos formular una hipótesis, que es una explicación
plausible aunque no comprobada. Para la observación anterior podríamos
formular la siguiente hipótesis: “el agente causante del SIDA provoca un
deterioro del sistema inmunológico”. Ahora bien, ¿por qué se llama también
deductivo? Porque partiendo de esta hipótesis deducimos o concluimos
algo: “el número de leucocitos de los enfermos portadores de VIH será siempre
más bajo que la media”. Esta conclusión sería la que finalmente tendríamos
que contrastar con los hechos, en este caso por medio de análisis de sangre.
4. Etapas del método hipotético-deductivo
El método hipotético deductivo se concreta en tres fases o momentos: I.
Observación, II. Formulación de hipótesis y III. Verificación o contrastación de
las hipótesis.
I. Observación
Es la fase de descubrimiento del fenómeno que se va a investigar.
La observación suele comenzar con la presencia de una dificultad, que es la
pone en marcha la investigación, aunque la observación también puede ser
accidental. Un buen ejemplo de observación accidental lo encontramos en los
trabajos de Pavlov, que estudiando la fisiología de la digestión en los perros, se
encontró con el fenómeno de los reflejos condicionados.
Ya se trate de un tipo de observación accidental o sistemática, el
paso de la observación requiere dos condiciones para que adquiera el
calificativo de científica.
1) En primer lugar, tiene que registrar un fenómeno que pueda medirse o
cuantificarse de alguna manera. Sin este requisito, no es posible la aplicación
del método hipotético deductivo.
2) En segundo lugar, tiene que tratarse de un fenómeno o
acontecimiento que se pueda repetir, ya que para poder aceptar o rechazar
hipótesis respecto a dicho fenómeno es necesario poder replicar el fenómeno
que se está estudiando.
La observación termina cuando se ha hecho un registro significativo,
es decri, cuando se han recogido suficientes datos que revelan un
fenómeno estable y no un accidente. Una vez que el investigador ha tomado
contacto con un problema determinado y ha registrado los datos significativos
sobre el mismo, el siguiente paso consiste en formular una hipótesis.
II. Formulación de hipótesis generales que expliquen los hechos
5. observados.
Una hipótesis es una conjetura que realiza el investigador en forma
de enunciado, y que puede ser sometida a contrastación experimental.
Los enunciados de las hipótesis siguen generalmente la estructura “si...
entonces” y especifican bajo qué condiciones se espera que se produzca un
resultado o resultados determinados. En el caso del ejemplo del SIDA,
anteriormente citado, la forma adecuada de formular la hipótesis sería: “Si el
agente causal del SIDA destruye a los linfocitos entonces se provocará un
deterioro del sistema inmunológico”.
Cuantas más conclusiones se confirmen experimentalmente más
plausible es la hipótesis. La ciencia es muy cauta y nunca acepta que una
hipótesis es absolutamente verdadera. Esta es una característica importante de
las ciencias empíricas y es que siempre son probabilísticas. El científico
acumula la mayor cantidad posible de observaciones sobre los casos
particulares para llegar a proponer generalizaciones o leyes de carácter
general a partir de esas observaciones. Sus conclusiones, por tanto, nunca
pueden ser totalmente válidas, sino más o menos probables.
Cuando una hipótesis general no puede ser sometida a la verificación
experimental el científico tiene que deducir de su hipótesis general un caso
concreto que pueda ser comprobado con los datos empíricos. Se dice entonces
que formular subhipótesis a partir de la hipótesis general.
Un ejemplo de hipótesis general podría ser la siguiente: "Sí los
individuos se frustran entonces desarrollan agresividad". Pero los conceptos
enunciados en esta hipótesis (frustración y agresividad) son excesivamente
genéricos por lo que precisa, para que sea operativa, formularlos en términos
más concretos de tal manera que se puedan medir. De esta forma el contraste
de hipótesis generales se realiza normalmente de un modo indirecto, mediante
la deducción de consecuencias muy concretas, que podemos verificar.
Siguiendo con el ejemplo anterior, una subhipótesis podría ser: “Si se
frustra a los sujetos con tareas que no pueden resolver entonces manifestarán
un mayor número de insultos (agresión verbal) que los sujetos que no tengan
que realizar tareas irresolubles”.
III. Verificación o contrastación de la hipótesis
Una vez formulada la hipótesis y sus consecuencias es preciso proceder
a su verificación o contrastación, esto se puede realizar a través de dos
métodos: no experimentales y experimentales.
5. Métodos de verificación.
5.1. Métodos no experimentales
Entre los métodos no experimentales de contrastación de hipótesis
están la observación sistemática y el método correlacional. En ellos el
investigador recoge y mide los fenómenos tal y como se producen
naturalmente, sin manipular las causas de forma intencionada. En este
tipo de métodos el investigador no controla ninguna de las posibles variables
que pueden influir en los resultados, por lo tanto los resultados observados
6. pueden ser debidos a la influencia de variables extrañas que no se han
controlado.
Un ejemplo histórico de utilización de la observación sistemática como
método de contrastación de hipótesis lo tenemos en la teoría evolucionista de
Darwin. Darwin observando a diferentes especies animales y la adaptación de
estas a su medio llegó a las conclusiones que dieron origen a su teoría
evolucionista. También se utiliza en dinámica de grupos. Por ejemplo,
observando cómo se organiza el espacio de un recreo (atendiendo, por
ejemplo, a las diferencias de edad), se pueden reconocer pautas de conducta
de cada grupo así cómo las relaciones de jerarquía que se establecen entre
ellos. Ver https://punt6.files.wordpress.com/2013/07/img_4759.jpg .
Una forma de observación consiste en el registro de los relatos del
paciente. Hay ciertas patologías que se vislumbran en trastornos del lenguaje.
Otras veces, como es el caso del psicoanálisis, el relato mismo es el síntoma
de la patología y el médico se sirve de lo que se dice y cómo se dice para el
diagnóstico y para la evaluación de la marcha de la patología.
El método correlacional consiste en aplicar un análisis estadísticos a
un conjunto datos seleccionados, con el fin de averiguar si hay o no correlación
entre ellos (si están relacionados). Al igual que en la observación sistemática
en este método el investigador tampoco ejerce ningún control sobre las
variables objeto de estudio.
En los estudios correlacionales no se obtiene una información sobre cuál
de los fenómenos es causa y cuál efecto, únicamente lo que pretende es
conocer el grado y la dirección de la correlación. Una correlación no es más
que una expresión estadísticas mediante la cual se relacionan dos
hechos. El valor de la correlación puede oscilar entre 0 y 1, cuando más
próximo a 1 sea el valor obtenido mayor es la relación entre las dos variables
estudiadas. La correlación además puede ser positiva (+) o negativa (-). La
correlación será positiva cuando el aumento (o disminución) en los valores de
una de las variables estudiadas conlleva también el aumento (o disminución)
en la otra. Mientras que, por el contrario, existirá correlación negativa cuando
se produce una relación inversamente proporcional entre dos fenómenos, de
tal forma que al incrementarse el valor de uno, se observa un decremento en el
valor del otro, o viceversa. Por ejemplo, si queremos considerar la relación
entre temperatura y agresividad, podríamos elaborar la siguiente tabla:
grupo de edad-sexo /
oscilación temperatura
+ 25 ºC
(∆ 5ºC)
+ 30 ºC + 35 ºC + 40ºC
20-25 hombres
mujeres
AV: 10 /AF:
1
AV: 12 /AF:
0
AV: 13 /AF:
2
AV: 13 /AF 0
AV: 16 /AF:
8
AV: 15 /AF 1
AV: 25 /AF:
17
AV: 18 /AF 3
25-30 hombres
mujeres
AV: 10 /AF 0
AV: 8/AF 0
AV: 12/AF 2
AV: 8/AF 0
AV: 14/AF 6
AV: 8/AF 1
AV: 20/AF
11
AV: 9 /AF 1
35-40 hombres
mujeres
AV: 8 /AF 0
AV: 6/AF 0
AV: 8 /AF 2
AV: 6 /AF 0
AV: 10/AF 3
AV: 5/AF 0
AV: 13/AF 8
AV: 4 /AF 1
40-45 hombres
mujeres
AV: 8/AF 0
AV: 4 /AF 0
AV: 8/AF 0
AV: 4/AF 0
AV: 9/AF 1
AV: 4/AF 0
AV: 10 /AF 1
AV: 1/AF 0
7. En ella se registran las agresiones verbales (AV) y físicas (AF). Luego habría
que establecer una correlación entre ellas. Otra tabla contemplaría la densidad
(número de personas por m2
) que sería el otro elementos a observar.
5.2. Métodos experimentales.
Los métodos experimentales son los únicos que permiten
establecer relaciones de causa-efecto. El experimentador realiza un
experimento para poner a prueba hipótesis sobre las relaciones
existentes entre dos tipos de variables: la variable dependiente y la
variable independiente. La variable que manipula el experimentador se
denomina variable independiente. La variable que se refiere a la conducta
que nos interesa medir es la variable dependiente. Además, el
experimentador debe controlar todas las posibles variables extrañas que
puedan contaminar los resultados del experimento. Si no se controlan
adecuadamente las variables extrañas, no será posible atribuir las variaciones
que se observan en la variable dependiente a las manipulaciones
experimentales de la variable independiente.