Este documento discute la pasión filosófica y su valor en el saber filosófico. Define la pasión como un deseo de lograr algo concreto con una actitud ponderada, a diferencia de la pulsión. Argumenta que la pasión se expresa en decisiones y acciones que conforman la libertad y autocreación del ser. Finalmente, resume que la pasión humana puede describirse como un deseo de conocer la realidad a través de la percepción del mundo, y que las diversas interpretaciones de la pasión individual expresan la voluntad y libertad humanas ante los des
1. PASIÓN FILOSÓFICA
Indudablemente, el título de este artículo puede inducir a confusión.
Me refiero a una plural interpretación del sentido de la pasión en el
campo de la reflexión sobre la vida y la realidad. Son definibles
muchas clases de pasiones. En todo caso, el valor de la pasión en el
saber filosófico ha sido puesto de manifiesto por filósofos y científicos a
lo largo de la historia. Ciertamente, se puede decir que nada grande se
ha hecho sin pasión. A diferencia de la pulsión que es una exigencia
apremiante la pasión se dirige hacia el logro de algo concreto, pero con
una actitud ponderada.
Existe una interrelación evidente entre las intenciones subjetivas de
cada individuo y sus actos. También la intensidad del sentir se puede
expresar en un sereno apasionamiento en lo que cada ser realiza. Las
pasiones generosas frente a las agresivas son las que poseen una
justificación ética sólida, y profundamente argumentable.
Se percibe claramente la significación del pensamiento vinculado a la
realidad y al mundo empírico. Porque incluso un filósofo como Kant
reitera el valor fundamental de la experiencia en el conocimiento. Y es
que la energía de la pasión se muestra en las decisiones, ya que hay que
tomar partido, porque el individuo no puede permanecer en la
indecisión y en la apatía. Y la distinción entre reflexión y emoción
aunque es clarificadora y entendible se relativiza si se piensa que el
sentir también es intelectivo. Puesto que la emoción como escribe
Kierkegaard «se baña en las aguas de la reflexión». La pasión
existencial se sustancia en la autocreación del propio ser de la persona
en su dinamicidad temporal finita. En efecto, la pasión ontológica
presente en la naturaleza humana es la plasmación de los proyectos
que constituyen y conforman la libertad, como eje de numersosas
acciones y actividades en la realidad. De hecho, considero que la pasión
creadora es uno de los impulsos fundamentales que propician la
conquista de la propia realidad.
La simple posibilidad es una fuerza o energía que potencia las diversas
emociones con la búsqueda de un futuro siempre mejor, y más lleno de
contenido. Como escribe Carlos Gurméndez: «La pasión natural que
mana espontáneamente de la existencia volitiva del cuerpo no es
unitaria. Spinoza establece diferencia entre afecciones (pura
receptividad del cuerpo), sensaciones (impresión que proviene del
mundo exterior) y las pasiones (deseos volitivos)». Además otro filósofo
Schelling afirma que aunque la Naturaleza se deriva del yo, la
subjetividad pensante es el resultado de un desarrollo de lo natural o
de lo orgánico.
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2. De todos modos, la pasión humana puede describirse coherentemente
como un deseo de conocimiento de la realidad, a través de la
percepción y la aprehensión del mundo. La diversidad de
interpretaciones, visiones, y tendencias humanas de la pasión
individual son la expresión más clara e inequívoca de la voluntad y
libertad del hombre ante los retos y desafíos de la vida.
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