1. Aunque vivimos en la superficie
de nuestro propio ser, la solución
de las diferentes situaciones está
en la profundidad.
2.
Cada acción tiene
una reacción de igual
intensidad, pero de
sentido contrario.
Cuando las
situaciones nos
golpean, ¿qué
hacemos?
Las golpeamos
también.
Y ¿qué hacen las
situaciones entonces?
Nos golpean.
¿Qué hacemos?...
3.
Cada acción tiene
una reacción de igual
intensidad, pero de
sentido contrario.
Cuando las situaciones
nos golpean, ¿qué
hacemos?
Nos calmamos,
encontrando paz
dentro de nosotros.
Y ¿qué hacen las
situaciones entonces?
Reaccionan,
calmándose también.
¿Qué hacemos?...
4.
5.
Puedo reaccionar negativamente.
Puedo tratar de huir de algún problema.
Puedo enfrentarlo y luchar contra él.
Puedo actuar de forma complaciente y
dejarme llevar por el problema.
Puedo calmarme y dejar que la calma
interna ocupe mi mente.
6.
El proceso del ser.
Cuando pasan cosas negativas, ellas
tienden a hacer surgir lo peor de nosotros.
Aunque lo sepamos intelectualmente, es
fundamental que ese conocimiento sea
parte del ser – REALIZACIÓN.
Cuando nos damos cuenta interiormente,
podemos reaccionar haciendo surgir lo
mejor del ser, no lo peor.
7.
Hay una percepción equivocada de
que podemos huir de un problema. La
historia y la vida prueban lo contrario…
La evasión, cuando la situación es
caótica, es natural en el ser. La razón es
que hay una sensación de falta de
poder interna.
Solución: el autoempoderamiento.
Cuando siento que hay poder, no tengo
que escapar a las situaciones.
8.
En algunos casos, podemos resolver los
problemas luchando, pero en los
tiempos que corren, no es conveniente.
Las situaciones son demasiado
complejas, no es fácil identificar “el
punto débil” del problema que nos
garantizaría la victoria.
Pero podemos ser más estrategas y
entender lo que está sucediendo, de ahí
atacamos la situación.
9.
La mayoría de la población se “deja
llevar”, o sea, se rinde a la situación
difícil. La historia nos muestra que aún
pueblos muy avanzados, ante
situaciones difíciles retrocedieron en su
civilización.
Para impedir este “letargo”, lo mejor es
activarse.
Automotivación.
10.
En los momentos que pasamos, es la
única solución para enfrentar
situaciones turbulentas.
Es el autoliderazgo que todos buscamos
y que realmente está dentro del propio
ser.
Allá dentro, hay un manantial de calma
esperando apenas que lo dejes surgir.