Este documento resume el estado de situación de la práctica profesional del tercer nivel en agosto de 2002 en la Escuela Superior de Trabajo Social. Reporta que 182 estudiantes realizan prácticas en 34 instituciones distribuidas en barrios de La Plata, Berisso y Florencio Varela. El 41% de los equipos mantienen su composición original del año anterior, mientras que el 32% son nuevos y el 26% se han reformulado parcialmente. La mayoría de las instituciones (64,7%) son continuaciones de procesos
texto argumentativo, ejemplos y ejercicios prácticos
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1. ESCUELA SUPERIOR DE TRABAJO SOCIAL
TRABAJO SOCIAL III
ESTADO DE SITUACIÓN DE LA PRÁCTICA DEL TERCER NIVEL AL MES
DE AGOSTO DE 2002
Por Silvia Pérez
28 de agosto de 2002
El presente informe se propone dar cuenta de la situación del proceso de la
práctica de los profesionales en formación, a partir de una mirada comparativa
con el año 2001 y de considerar cuestiones que son centrales en tanto
condiciones mismas del proceso de enseñanza aprendizaje que la práctica
organiza. A saber:
La continuidad de los procesos iniciados en el segundo nivel, desde la
perspectiva grupal de los equipos de trabajo; las instituciones - centros de
práctica - y los proyectos o líneas de acción.
Las instituciones que componen los centros de práctica.
La situación del equipo docente que coordina este proceso.
En números absolutos la práctica del tercer nivel la componen 182 estudiantes
que se distribuyen en 34 instituciones - centros de práctica -, insertas en
1
2. aproximadamente 15 barrios periféricos de la ciudad de La Plata, 2 barrios de
la localidad de Berisso y un barrio de Florencio Varela.
El ámbito académico de la práctica lo configuran 6 Talleres, que funcionan con
equipos integrados por 2 docentes coordinadores y un espacio de supervisión
semanal, a cargo de un docente supervisor.
En el año 2001 la cantidad de estudiantes en la práctica del tercer nivel era de
150 y 28 instituciones conformaban los centros de práctica. Estábamos
organizados en 8 talleres de la práctica.
La sobrecarga que se da este año sobre los talleres, ya que son 2 menos y
además concentran más estudiantes y centros de práctica impactará
negativamente sobre el proceso pedagógico. En compensación una nueva
metodología de trabajo nos permite contener y revisar la práctica pedagógica
desde el abordaje sistemático a través de las instancias de supervisión
colectiva.
Con relación a la continuidad en primer lugar hemos sistematizado la
información de la situación grupal de los equipos a partir de tres (3)
indicadores fundamentales: a) los grupos que conservan su constitución
original (desde por lo menos el año anterior).
b) los grupos que se han reformulado,
conservando un núcleo de integrantes que han trabajado juntos el año anterior,
pero que suman otros que no superan el 50 % del número total.
c) Los grupos que se constituyen a partir del
proceso de este año.
Los grupos que conservan su constitución original componen el 41 % del total
de los grupos. Porcentaje que aumentó con relación al año 2001, en que sólo
un 34,5 % de los grupos conservaba su constitución original.
El 32 % del total son los grupos nuevos que se conforman a partir del proceso
de este año y el 26 % se compone de los grupos que se han reformulado
conservando un núcleo mínimo de integrantes y recibiendo otros.
2
3. Haciendo una lectura comparativa, en el año 20011
se observa un alto
porcentaje de grupos reformulados a partir de un núcleo básico, el 65 % y es
irrelevante el dato de grupos nuevos.
Esto da cuenta de la dinámica de los grupos y los conflictos que se manifiestan
en ellos.
El número de integrantes de cada equipo oscila entre 4 y 7 personas. Siendo el
mayor porcentaje (38 %) los grupos de 5 integrantes y le siguen los de 6
integrantes (29 %). Ambos suman el 67 % del total de los grupos con una
conformación numérica aceptable como condición de inserción en una
institución y la posibilidad de organizar un proceso de trabajo en ella.
El 20 % de los grupos están integrados por 4 personas y el 11 % por 7
personas.
El año 2001 refleja una situación más desequilibrada en cuanto a la
composición de los grupos: el 64, 4% está dado por grupos de 4 a 6
integrantes; el 17,8 % 3 integrantes y el 17,8% 7 integrantes.
Con relación a la continuidad vista desde las instituciones –centros de
práctica- podemos afirmar que el 64, 7 % son continuidad del proceso iniciado
el año anterior y el 35,2 % son instituciones nuevas.
Se observa que existe una relación proporcional entre la sumatoria de los
grupos que conservan su constitución original y los que se reformulan a partir
de un núcleo mínimo, con la continuidad de las instituciones - centros de
práctica -.
El problema radica en el contenido mismo de la continuidad cuando la mirada
se pone en los proyectos de trabajo: no existe ni un caso de continuidad a
partir de la línea de acción.
De modo que para el docente coordinador de taller, desde la perspectiva de la
intervención le supone un esfuerzo de similares características a los procesos
que se inician en este año.
Esfuerzo que se distingue en el trabajo orientado a la consolidación grupal del
equipo de práctica.
1
La práctica de los profesionales en formación. Estado de situación: año 2001. Doc. de cátedra, TS III,
ESTS de la UNLP. La Plata, 14 de junio de 2001. Silvia Pérez
3
4. En comparación con el 2001, se observa un incremento notable en la
continuidad de las instituciones, que por aquel año sólo significaba el 40 % del
total de los centros.
En cuanto a las instituciones el 58 % lo componen comedores municipales; el
26 % son hogares, guarderías y casas del niño. El 8,8 % son instituciones
formales tales como escuela y Centros de salud. El porcentaje restante
corresponde a algún centro comunitario, ONG y grupo barrial.
Mirando los datos del 2001, se corresponde la proporción de comedores, que
significaban entonces el 55 % del total.
Con respecto a las líneas de acción:
De acuerdo al análisis que la cátedra hace de la realidad social de la Argentina,
más concretamente su consecuencia fundamental: el hambre; el lugar de la
Universidad en ella y la responsabilidad de los profesionales del Trabajo Social
en desplegar procesos de intervención, que incidan concretamente en la
realidad, tendiendo a aportar a la transformación social, hemos delineado un
proyecto de trabajo para el caso de los comedores y las instituciones, que
componen casi la totalidad de los centros de práctica, y que centran su
accionar en la prestación alimentaria.
Dicho proyecto2
supone revelar el estado nutricional de los niños que asisten a
los comedores comunitarios y evaluar el aporte del estado en términos de
políticas alimentarias.
Se plantea como una propuesta no obligatoria para los equipos de trabajo y
como una primera experiencia, que una vez evaluada, sentará las bases de un
proyecto de mediano plazo. La misma se articula con el Hospital de Niños Sor
María Ludovica de la ciudad de La Plata (Servicio Social y Servicio de
Nutrición) y con la cátedra de Estructura Social Argentina, quien proporciona
elementos teóricos con relación a la desnutrición en la Argentina.
La cátedra Trabajo Social III, formuló el proyecto junto a un grupo de
estudiantes, establece los contactos institucionales, coordina el desarrollo
operativo del mismo y proporciona elementos teóricos metodológicos acerca de
2
Ver proyecto adjunto: Diagnóstico de la respuesta alimentaria del estado municipal y provincial en la
ciudad de La Plata y Gran La Plata. Trabajo Social III, ESTS, 4 de Julio de 2002.
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5. la práctica profesional del trabajo social y las políticas alimentarias como
marco para pensar la acción del estado burgués y el espacio socio-ocupacional
del trabajador social.
Siguiendo con las acciones fundamentales, son diversas las líneas de trabajo
que surgen en las distintas instituciones:
Acciones culturales (taller de máscaras) para abordar problemáticas
complejas, tales como la violencia social.
Generación y fortalecimiento de proyectos de generación de ingresos para
grupos de hombres desocupados, vinculados a la institución de referencia.
Acercamiento a grupos autoconvocados de destinatarios del plan Jefes y
Jefas de hogar, con el objetivo de aportar en la generación de un proyecto
que los contengan y signifique un aporte al barrio.
Acciones de salud vinculadas a la participación en un programa especifico
(Prodiaba) y al abordaje de la salud reproductiva (en articulación con el Higa
San Martín).
Trabajos con jóvenes y actividades tales como roperos comunitarios,
relevamientos poblacionales, actualización de datos de familias, etc.
En cuanto a la situación del equipo de cátedra: son 20 los docentes,
diplomados y estudiantes que integran el equipo.
El 70 % de los recursos humanos está dedicado a la práctica. De los cuales el
42,8 % está trabajando ad-honorem; el 42,8 % tiene una renta que equivale a
una simple dedicación y el 14,2 % de los docentes posee un salario equivalente
a una semi-dedicación.
La práctica supone, para el docente, la organización y coordinación de los
procesos de enseñanza aprendizaje: el diseño metodológico de los encuentros,
la evaluación y reformulación de los objetivos pedagógicos, el aporte por
cuenta del docente del material didáctico y bibliográfico, dada la necesaria
actualización permanente que se desprende de la vertiginosidad de los
cambios sociales y la supervisión de los proyectos de intervención.
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6. Para el docente coordinador del taller, la práctica también supone el
establecimiento de los contactos institucionales y el compromiso académico -
profesional con los proyectos de trabajo que se despliegan en dichas
instituciones.
La formación y capacitación de los docentes queda librada a una decisión
individual y arbitraria, siendo éste un mecanismo funcional que se destaca en el
deterioro de la universidad pública de los últimos años3
.
Tanto los docentes como los estudiantes aportan recursos para la práctica en
mayor proporción que los que el estado devuelve en calidad y condiciones de
trabajo y producción.
Consideramos a este eje de análisis como el sustrato fundamental desde el
cual de desprenden los procesos de trabajo vinculados a la formación
profesional para este ámbito particular.
Por lo tanto aspiramos a la transformación social que sitúe a la universidad en
el lugar que corresponde, dicho de otro modo aportando teórica y
prácticamente a los procesos sociales que luchan por mejores condiciones de
vida para la mayoría de la población. Esto a micro- escala y en nuestro
pequeño ámbito institucional, se traduce en la reasignación de recursos, dado
que no se concibe la formación de grado sin el tránsito de la práctica, ni el
aporte de la universidad sin el contacto directo con la población.
No se observan avances sustanciales en la formación de grado desde el
derrame de fondos que significó la compulsiva participación docente en la
investigación, a partir de la implementación de los incentivos a la misma.
Insuflando una dedicación horaria de docencia que poco tiene que ver con ella.
Una vez más el usufructo individual de los recursos de todos se destaca como
mecanismo funcional del deterioro de la universidad pública.
La dedicación de los docentes coordinadores de taller debe ser semi-exclusiva.
A nuestro entender es este el marco desde el cuál debemos analizar los
procesos de la práctica de los profesionales en formación y el consecuente
impacto en la vida de los estudiantes y las instituciones en las cuales
recalamos.
3
Ver la propuesta de la cátedra: Propuesta de Capacitación Docente: La Práctica en la formación
profesional. Silvia Pérez, La Plata 2 de Julio de 2002.
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