La trombosis venosa crónica se caracteriza por el síndrome ortostático, con síntomas de pesadez y dolor en las piernas cuando se está de pie. Se clasifica según los signos clínicos, etiología, anatomía venosa afectada y fisiopatología. El diagnóstico incluye una historia clínica y exploración mediante maniobras como Schwartz, Perthes y Trendelemburg para evaluar la competencia de las válvulas venosas.
1. TROMBOSIS VENOSA CRONICA
CUADRO CLINICO
• En la actualidad, la que presenta un mayor grado de consenso es la
denominada Clasificación CEAP, que ordena la enfermedad en
función de los:
• Signos clínicos (C), la etiología (E), la anatomía de los sectores
venosos afectados (A) y la fisiopatología (P). La sintomatología de la
IVC está expresada por el denominado “Síndrome Ortostático”:
caracterizado por sensación de pesadez, cansancio y dolor en
bipedestación; calambres y parestesias en la extremidad inferior. En
los signos clínicos de la IVC cabe distinguir las formas complicadas de
las no complicadas.
4. DIAGNOSTICO
• El diagnóstico clínico de la IVC se debe basar en la realización de una
historia clínica que permita conocer el inicio de los síntomas de las
varices y su proceso evolutivo. La etiología primaria o esencial se basa
en la aparición progresiva de varices a partir de la segunda década de
la vida o después de una gestación. Si las varices aparecen en la
infancia y son de progresión rápida, el cuadro debe orientarse hacia
el diagnóstico de una angiodisplasia venosa. Cuando entre los
antecedentes clínicos existe un cuadro de sospecha de trombosis
venosa profunda, las varices son de tipo secundario o posflebítico. En
muchas ocasiones, este cuadro de trombosis venosa puede estar
enmascarado en la convalecencia de un traumatismo o fractura, o en
el reposo prolongado de cualquier patología médica o quirúrgica.
5. Diagnostico
• En segundo lugar, el diagnóstico de la IVC se debe acompañar de una
correcta exploración clínica, generalmente realizada en
bipedestación.
• En esta exploración, además de la visualización (asimetrías, edema
unilateral o bilateral, alteraciones de la coloración, distribución de las
varices), destacan tres maniobras exploratorias que, en pacientes con
varices, permiten conocer el origen anatómico de la insuficiencia
venosa:
6. Diagnostico
• Maniobra de Schwartz. Se realiza en bipedestación e informa de la
competencia valvular. Se coloca una mano sobre el trayecto venoso
proximal y se percute con la otra mano en el segmento distal de la
vena. La percepción de una onda de presión en el segmento proximal
indica incompetencia venosa proximal.
7. Diagnostico
• Maniobra de Perthes. También se realiza en
bipedestación, colocando un manguito
elástico subrotuliano y haciendo que el
paciente camine o realice ejercicios de
dorsiflexión plantar. Si las varices se
colapsan y desaparecen, es indicio de buen
funcionamiento de las venas perforantes y
competencia valvular del sistema venoso
profundo.
8. Diagnostico
• Maniobra de Trendelemburg. Se realiza en dos tiempos. Primero se
eleva la extremidad en decúbito para vaciar los trayectos venosos
dilatados; a continuación se colocan manguitos por debajo de la
unión safenofemoral en el muslo o por debajo de la unión
safenopoplítea en la pantorrilla y, en un segundo tiempo, se coloca al
paciente en bipedestación.