MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
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1. 1.1 Necesidades urbanas y
arquitectónicas del siglo XX y XXI
El Movimiento Moderno ha sido la gran aportación
del siglo XX a la historia de la arquitectura.
Desarrollado fundamentalmente en Europa durante
los años veinte y treinta, el concepto "moderno" de
la arquitectura y la ciudad ha supuesto unos
cambios tan trascendentales como los que en su
momento provocó el Renacimiento italiano.
El Movimiento Moderno buscó la
regeneración de la sociedad a través de
la renovación de la arquitectura, y para
ello se comprometió en programas de
amplio contenido social, especialmente
barrios de vivienda obrera.
De ideología mayoritariamente
progresista, los arquitectos modernos
contribuyeron igualmente a la mejora de
las condiciones físicas e higiénicas tanto
de los edificios en sí como de los
conjuntos urbanos.
2. El cambio más llamativo se produjo, sin
embargo, en lo relativo a la composición
formal. La arquitectura moderna, en
paralelo con las vanguardias artísticas, se
opuso frontalmente al historicismo
decimonónico, rechazó el uso de la
ornamentación aplicada y apostó
decididamente por los volúmenes nítidos,
las superficies tersas y los espacios
continuos, inclinándose por geometrías
simples aunque ricamente articuladas, y
utilizando la línea recta como fundamento y
la curva como contrapunto.
Para la arquitectura, el cambio de periodo histórico
no se produjo en 1900, sino con la Primera Guerra
Mundial.
El periodo de entreguerras se inició con una profunda
crisis de valores culturales que dio lugar a fantasías
arquitectónicas de carácter expresionista, pero
durante la década de 1920 el Movimiento Moderno
alcanzó su pleno desarrollo. Se construyeron muchas
de las obras canónicas del periodo, y algunos de sus
representantes fueron elevados al rango de
maestros, en especial Le Corbusier, a quien se ha
llegado a denominar "el arquitecto del siglo".
3. En torno a 1900
Los años inmediatamente anteriores a 1900 fueron una época de gran efervescencia cultural. Aún estaba
presente el impacto de las grandes exposiciones universales, que se habían erigido en gigantescos
escaparates del progreso técnico e industrial. En todos los campos artísticos se apelaba constantemente a la
búsqueda de lo "nuevo“ como el rasgo fundamental que debía caracterizar el Zeitgeist, el espíritu de la época.
En Europa, el ejemplo más evidente fue Otto Wagner (1841-1918), un creador prolífico y un dibujante
extraordinario que durante la primera fase de su carrera proyectó en Viena algunos edificios de un clasicismo
grandilocuente. Pero en 1894 fue nombrado Oberbaurat (consejero superior de construcciones) y profesor de
arquitectura de la Academia de Bellas Artes.
4. Mackintosh aplicó luego sus
ideas a las mansiones que
construyó en la primera
década del siglo.
Con el término Secession, un grupo de artistas vieneses -
encabezados por los pintores Gustav Klimt y Kolo Moser, y los
arquitectos Joseph Maria Olbrich y Josef Hoffmann, discípulos de
Otto Wagner, declararon en 1897 su ruptura con el espíritu
decimonónico. Contaron para ello con el beneplácito del propio
Wagner, quien, para escándalo de sus colegas académicos, se
adhirió al grupo dos años después. Pero los secesionistas se
oponían también a lo que consideraban excesos ornamentales del
art nouveau.