Los diaguitas vivieron entre los ríos Copiapó y Choapa durante la era Formativa, se organizaban en aldeas y señoríos, y se destacaron por su agricultura de terrazas, ganadería, y artesanías de metalurgia y cerámica. Creían en una vida después de la muerte y enterraban a sus muertos con rituales complejos que incluían sacrificios de animales y entierros de esposas junto a sus maridos para mantener el equilibrio entre los sexos.