San Ambrosio fue obispo de Milán entre 374-397 d.C. Fue elegido obispo a pesar de su oposición inicial dado que no estaba bautizado. Luchó contra el arrianismo y excomulgó al emperador Teodosio I después de la masacre de Tesalónica. Tuvo gran influencia sobre san Agustín e introdujo el canto ambrosiano en la liturgia. Fue uno de los cuatro grandes padres de la Iglesia latina.