La voluntad anticipada es la decisión de una persona sobre los tratamientos médicos que desea recibir cuando se encuentre en una etapa terminal e incurable, para proteger su dignidad. La Ciudad de México fue la primera en aprobar esta ley en 2008, y ahora 14 estados mexicanos la han adoptado. La voluntad anticipada respeta el momento natural de la muerte y favorece cuidados paliativos al final de la vida, sin intervención médica innecesaria.