El documento reflexiona sobre la pedagogía de la sorpresa como una alternativa que las escuelas están implementando para innovar y brindar una educación de calidad. Esta pedagogía busca lograr un impacto en los alumnos a través de actividades desestructuradas, novedosas e ingeniosas. Para aplicarla correctamente, se debe modificar el currículo y que los docentes dejen de ser los poseedores del saber para ser guías e impulsar proyectos significativos.