El documento describe las etapas de la formación del callo óseo tras una fractura, incluyendo la ruptura de vasos sanguíneos, la formación de un hematoma, la organización del coágulo en tejido de granulación y la formación de un callo fibroso y óseo definitivo a través de la osificación. También señala factores que favorecen la consolidación como la inmovilización adecuada o la irrigación sanguínea, y factores que la desfavorecen como los movimientos o la infección.