La competitividad de una empresa depende de su capacidad para competir en el mercado en relación con sus competidores. Una empresa mantiene y mejora su competitividad mediante las ventajas competitivas que adquiere y desarrolla. Las cinco fuerzas competitivas influyen en el fortalecimiento o debilitamiento de la posición competitiva de una empresa. La competitividad interna se evalúa en base a la eficiencia y productividad de los recursos de una empresa, mientras la competitividad externa depende de factores del país.