La sentencia analizada declara parcialmente con lugar la demanda interpuesta por Hugo Betancourt Zerpa contra la República Bolivariana de Venezuela. La Sala condena al Estado a pagar 30 millones de bolívares como indemnización moral y asigna una pensión vitalicia de 30 unidades tributarias mensuales al demandante. La Sala determina que hubo un funcionamiento anormal del servicio de seguridad que no pudo evitar el atentado, estableciendo así la responsabilidad parcial del Estado.