El antimonio es un metal blanco azulado que se ha utilizado durante miles de años. Fue descubierto por el alquimista Basil Valentine en el siglo XVI. Se encuentra principalmente como sulfuro de antimonio en la naturaleza. El antimonio tiene aplicaciones en baterías, imprenta, cables, cojinetes y retardantes de llama. Pequeñas cantidades pueden afectar la salud si se ingieren o inhalan.