Este documento discute las competencias del estudiante autorregulado y su relación con los estilos de aprendizaje. Se define al estudiante autorregulado como aquel que es competente para afrontar y resolver problemas de manera autónoma. Se identifican cuatro áreas competenciales clave: gestión autónoma del trabajo, competencias cognitivas superiores, gestión de calidad e innovación. Incorporar las competencias genéricas en los planes de estudio puede ayudar a desarrollar la autorregulación del estudiante.