El documento resume investigaciones sobre el uso de la tecnología entre los jóvenes. Señala que aunque muchos jóvenes usan la tecnología a diario, pocos tienen habilidades avanzadas. Por ejemplo, solo el 7% de los australianos de 15-29 años tienen habilidades informáticas "muy buenas". También discute la diferencia entre habilidades de uso cotidiano versus habilidades laborales, y concluye que los jóvenes necesitan desarrollar sus habilidades digitales para prepararse para el futuro.