El documento discute varios aspectos del currículo nacional que necesitan mayor profundización, incluyendo la diversificación curricular según el contexto regional, el perfil del egresado para que los estudiantes sean ciudadanos competentes, los enfoques transversales para incluirlos en la planificación docente, y las competencias, capacidades, desempeños y estándares de aprendizaje. También señala que la evaluación formativa requiere una elaboración y aplicación más detallada en relación con las competencias.