El documento describe el botulismo, una intoxicación causada por la bacteria Clostridium botulinum que produce una neurotoxina potente. La bacteria puede causar intoxicación al consumir alimentos contaminados o entrar al cuerpo a través de heridas. Los síntomas incluyen debilidad muscular, parálisis y dificultad respiratoria. El tratamiento incluye antitoxina y soporte respiratorio.
Este trabajo es de investigación sobre la bacteria Helicobacter Pylori y su relación con con el cáncer gástrico. Los puntos que se trataron es ¿Qué es? ¿Por qué se ocasiona? entre otros subtemas, el objetivo principal de esta investigación es informar a la sociedad sobre esta enfermedad. Es por ello que al publico al que va dirigido es al general, es por ello que se trato de no utilizar palabras difíciles de entender, esto para que el lector no tuviera dificultad para leerlo y se quedara con dudas.
Instrucciones del procedimiento para la oferta y la gestión conjunta del proceso de admisión a los centros públicos de primer ciclo de educación infantil de Pamplona para el curso 2024-2025.
3. El botulismo es una intoxicación alimentaria bacteriana causada por una neurotoxina,
la toxina botulínica, que es producida por la bacteria Clostridium botulinum. Esta
molécula está teniendo usos estéticos en la actualidad como principal componente
del botox. La bacteria entra en el cuerpo mediante heridas abiertas pero también
puede vivir en alimentos mal enlatados o almacenados en recipientes abiertos o
inapropiados.
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4. La bacteria Clostridium botulinum se encuentra en zonas contaminadas, donde los
suelos y las aguas no tratadas producen un caldo de cultivo ideal. Esta bacteria
produce unas esporas que sobreviven en los alimentos cuya elaboración y
almacenamiento se contaminó con estas esporas. Allí producen una toxina que al
ingresar al cuerpo, inclusive en mínimas cantidades, suele causar graves
intoxicaciones. Las toxinas tienen una potente acción neurotóxica ya que impiden la
liberación de la acetilcolina y producen parálisis. De hecho la botulina es la sustancia
más tóxica que existe. La toxicidad es tan alta, que es probable que con tan solo
probar el alimento contaminado para confirmar que está malo, la persona se
intoxique gravemente, incluso como para producir la muerte.
Entre los alimentos más expuestos a la contaminación suelen encontrarse, la verduras
enlatada en casa, además de los productos derivados del cerdo (jamón curado, entre
otros) y el pescado crudo o ahumado. El botulismo también se produce cuando la
bacteria entra al organismo a través de una herida abierta y produce la toxina en el
interior de ésta.
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5. Patogenia
El fragmento A de la toxina liberada escinde a la proteína sinaptobrevina, la cual
ayuda al calcio con la fusión de la vesícula sináptica a la menbrana pre-sináptica; por
lo tanto no se va a liberar el neurotransmisor acetilcolina, causando parálisis
musculares y la muerte cuando se afectan a los músculos respiratorios.
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6. AGENTE ETIOLOGICO
La toxinas botulínicas son producidas por C.botulinum aunque se han reportado casos
de otras especies de clostridios que también producen este tipo de toxinas.
Morfología y estructura
C.botulinum es un bacilo gram positivo esporulado y anaerobio. Generalmente es
recto o ligeramente curvado, las esporas son ovales, subterminales y distienden el
soma bacteriano. Es móvil por medio de flagelos peritricos.
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7. Fisiología y ecología.
Es anaerobio estricto. Las cepas pueden ser proteolíticas o no y presentar
propiedades bioquímicas diferentes y variables. En su metabolismo producen
numerosas sustancias, entre ellas ácidos grasos de cadena corta y exotoxinas. Los
primeros ayudan a su identificación. Las exotoxinas son proteínas solubles y
termolábiles que se liberan por difusión o durante la lisis bacteriana. Estas se
destruyen por exposición a 80ºC durante 30 minutos o por medio de ebullición
durante 10 minutos. Así el calentamiento final de alimentos que contienen toxinas
puede prevenir la enfermedad.
Por otro lado, debido a la producción de esporas, C.botulinum es muy resistente a los
agentes físicos y químicos y por tanto al medio ambiente. Las esporas son muy
resistentes al calor y pueden tolerar la ebullición por horas. Se encuentran
ampliamente distribuidas en la naturaleza, tanto en el terreno y polvo como en
colecciones acuosas dulces, saladas y residuales.
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8. PATOGENIA
En la intoxicación alimentaria se ingiere la toxina preformada que es absorbida por
endocitosis a través del tracto gastrointestinal. En el botulismo de heridas se produce la
toxina a nivel de la herida siempre y cuando el germen haya encontrado las condiciones
adecuadas para germinar. En el lactante las esporas ingeridas germinan a nivel del colon, ya
que no existe flora inhibitoria, y producen la toxina que es luego absorbida. Luego de ser
absorbida desde el tracto gastrointestinal o desde la herida, la toxina es llevada por vía
linfática o sanguínea hasta sus sitios de acción, las terminaciones nerviosas colinérgicas.
Como no atraviesa la barrera hematoencefálica, solo actúa sobre el sistema nervioso
periférico, especialmente a nivel de la placa neuromuscular y en el sistema autónomo. Los
distintos tipos de toxina difieren en su afinidad por el tejido nervioso, siendo la de tipo A la
que posee mayor afinidad.
La toxina botulínica actúa bloqueando la liberación de acetilcolina, causando de esta manera
una parálisis fláccida de los músculos esqueléticos y un fallo parasimpático.
En su mecanismo de acción se dan 3 pasos:
1. La cadena H de la toxina se une a receptores en la membrana presináptica
2. La toxina penetra por un mecanismo activo semejante a la endocitosis
3. Dentro de la célula nerviosa, la toxina interfiere con la liberación de la acetilcolina,
necesaria para la excitación del músculo.
El mecanismo de bloqueo de liberación de la acetilcolina ha sido descrito recientemente. La
porción activa de la toxina tiene actividad de peptidasa que es específica para proteínas que
forman la estructura de la vesícula sináptica que contiene el neurotransmisor y están
involucradas en la exocitosis. La acción de la toxina previene la exocitosis del
neurotransmisor y de esta manera se bloquea el impulso nervioso. La recuperación de la
función nerviosa requiere la regeneración de la motoneurona terminal y la formación de
nuevas terminaciones motoras.
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9. MANIFESTACIONES CLINICAS
En el caso de la intoxicación alimentaria el período de incubación varía entre unas horas y 8-
10 días, aunque lo más frecuente son 1-3 días. El cuadro puede ser de leve a mortal y se
caracteriza por la aparición de manifestaciones neurológicas musculares (hipotonia o parálisis
fláccida) y de disfunción autónoma. En todos los casos las manifestaciones son descendentes
y simétricas (comienzan en la cabeza por afectación de los pares craneanos y le siguen las
manifestaciones en cuello, extremidades superiores, tronco y extremidades inferiores) y
simétricas. Los síntomas y signos más comunes son: debilidad general; a nivel ocular:
diplopia, visión borrosa por dificultad en la acomodación, fotofobia, midriasis, pupilas fijas y
sequedad del ojo; a nivel digestivo: disfagia y sequedad de boca, lengua y faringe,
estreñimiento, nauseas y vómitos. Por afectación vegetativa pueden aparecer retención
urinaria e hipotensión postural. En la mayoría de los casos la muerte sobreviene por fallo
respiratorio, debido a la afectación de músculos respiratorios o neumonía. En caso de
curación, la convalecencia es muy gradual y lenta, de varias semanas o meses.
En el caso del botulismo de heridas la incubación es un poco más larga, de 4- 14 días y las
manifestaciones son similares aunque los síntomas gastrointestinales suelen estar ausentes.
En el botulismo del lactante la incubación va desde 3 a 30 días. La principal manifestación es
el estreñimiento y posteriormente aparecen otros síntomas como letargo, dificultades de
succión y deglución, llanto débil, debilidad muscular e hipotonia. El botulismo infantil tiene
un espectro de severidad que va desde formas leves a enfermedad fulminante y mortal. El
pronóstico es excelente si el comienzo de la enfermedad es lo suficientemente gradual como
para permitir la hospitalización.
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10. Botulismo infantil
Es una enfermedad potencialmente mortal en la cual las bacterias Clostridium
botulinum proliferan dentro del tubo digestivo del bebé.
La enfermedad se presenta principalmente en bebés pequeños entre las seis
semanas y seis meses de edad, aunque se ha informado que ha ocurrido en bebés
con apenas tres días de nacidos y en niños de hasta un año de edad.
Entre los factores de riesgo se puede mencionar la ingestión de miel en los bebés,
permanecer alrededor de tierra contaminada y tener menos de una deposición al día
durante un período de más de dos meses.
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11. Síntomas
Respiración lenta o que se detiene
Estreñimiento
Párpados caídos o parcialmente cerrados
El bebé parece "flácido"
Ausencia del reflejo nauseoso en el bebé
Pérdida de control de la cabeza
Parálisis que se extiende hacia abajo
Alimentación deficiente y succión débil
Insuficiencia respiratoria
Cansancio permanente (letargo)
Llanto débil
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12. El botulismo de heridas se produce por infección de heridas con esporas ambientales.
La mayoría de las heridas pre-botulínicas son traumáticas pero la enfermedad
también se ve con frecuencia asociados a heridas en pacientes adictos a drogas IV.
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13. DIAGNOSTICO
Ante la sospecha de un brote de toxiinfección alimentaria, se requiere la puesta en juego de un conjunto de
procedimientos ordenados:
# Obtención de datos personales, información clínica de cada uno de los afectados y alimentos involucrados.
# Envío rápido al Laboratorio de Bromatología (Intendencias Municipales)de un mínimo de 50 gr de alimentos
sospechosos, refrigerados y en recipientes estériles.
# Envío rápido a Laboratorio de Microbiología Médica de 5 gr de heces o vómitos de los pacientes, refrigerados,
en frasco estéril y con medio de transporte si es posible.
# En el caso de sospecha de botulismo, solicitaremos además muestra de suero para búsqueda de toxinas.
El diagnóstico de botulismo es clínico, epidemiológico y microbiológico. En el caso de intoxicación alimentaria
este se realiza:
Ø Evidenciando la toxina en suero, heces, vómitos o muestras de tejido si el paciente ha fallecido.
Ø Demostrando la presencia de toxina en el alimento sospechoso y aislando a partir del mismo el germen causal.
Para demostrar la presencia de toxina, la técnica de referencia es la prueba de neutralización en el ratón. También
se pueden emplear técnicas inmunoenzimáticas.
Para aislar el germen se procede primero a un enriquecimiento de la muestra mediante tratamiento térmico o
con alcohol, que destruye las bacterias acompañantes. Posteriormente se siembran medios selectivos y no
selectivos. Se incuba en anaerobiosis y la identificación se realiza por pruebas bioquímicas y cromatografía. Se
debe, además, comprobar que la cepa produce toxina.
En el caso del botulismo del lactante la muestra más adecuada es la materia fecal. Si esto no es posible se
obtendrán fluidos mediante la practica de un enema. Se debe usar para el mismo agua estéril, no bacteriostática y
un volumen limitado de manera de no diluir la muestra en forma innecesaria. En estas muestras se determina la
presencia de la toxina y del germen. Las muestras de suero raramente muestran la presencia de la toxina por lo
cual son poco útiles.
En el caso de botulismo de herida se debe demostrar la presencia de la toxina en el suero y/o del germen en la
herida.
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14. TRATAMIENTO
Abarca medidas que buscan eliminar el microorganismo y su toxina y mantener las funciones del
huésped. En la intoxicación alimentaria, la toxina se puede neutralizar mediante el uso, en forma
precoz de antitoxina trivalente (A, B y E) de origen equino. Esta puede provocar reacciones de
hipersensibilidad de tipo I y II. Estudios en animales muestran que, salvo que se utilice antes del
establecimiento del cuadro clínico, su efecto protector es cuestionable. La antitoxina neutraliza la
toxina sérica que pueda estar libre.
Las medidas de sostén son esenciales, destacando el apoyo respiratorio mediante ventilación asistida.
Esto ha permitido disminuir la mortalidad de un 70% en 1901 a cerca del 12% en los últimos años.
En el botulismo de herida, además de lo comentado, se debe debridar y drenar la herida, así como se
administran antibióticos (penicilina).
En el botulismo del lactante no deben administrarse antimicrobianos ya que la destrucción de las
formas vegetativas a nivel intestinal provocan una liberación de toxina y empeora el cuadro. Además
se debe evitar el uso de antitoxina ya que el cuadro tiene generalmente buena evolución y los niveles
séricos de toxina son bajos. Actualmente se esta evaluando una antitoxina de origen humano para su
uso en el botulismo del lactante.
PREVENCION
En el caso de conservas caseras se deben utilizar alimentos correctamente lavados, recipientes
estériles y sobre todo sistemas térmicos a presión adecuados para su esterilización. Los alimentos
precocinados se conservarán a una temperatura de 4ºC o menos.
A nivel industrial se deben realizar y exigir controles rigurosos de los procesos de preparación de las
conservas y platos precocinados. En las conservas bien preparadas, el tratamiento térmico adecuado,
el bajo pH y el agregado de NaCl o nitritos son factores que, sumados, multiplican su acción
protectora. En productos mal conservados, en cambio, los esporos pueden sobrevivir, para germinar y
proliferar luego, al amparo de condiciones de anaerobiosis y producir toxina que es liberada por lisis
bacteriana. El proceso requiere habitualmente 2 a 14 días.
En el caso de los lactantes no debe administrarse miel a los menores de 1 año.
Existe una vacuna a base de toxoides botulínicos (A, B, C, D y E) para su utilización en personal de
laboratorio que trabaja con el germen o sus toxinas.
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