El botulismo es causado por la toxina botulínica producida por la bacteria Clostridium botulinum. Los síntomas incluyen debilidad muscular, visión borrosa y dificultad para tragar o respirar y aparecen entre 8 y 36 horas después de consumir alimentos contaminados. El diagnóstico se realiza detectando la toxina o la bacteria en muestras del paciente o del alimento sospechoso. El tratamiento consiste en administrar antitoxina botulínica de forma intravenosa.