1. El positivismo llegó a América Latina en el siglo XIX desde Francia, donde Auguste Comte lo desarrolló para justificar la supremacía de la burguesía. 2. En América Latina, el positivismo se adaptó para apoyar las monocracias de las élites y justificar la falta de democracia. 3. El positivismo influyó notablemente en la política, educación y derecho de países latinoamericanos como Venezuela y México durante el siglo XIX y principios del XX.