Un hombre de 31 años sufrió un golpe directo en el ojo derecho durante un entrenamiento de kickboxing. Inicialmente solo presentó epistaxis leve, pero 8 horas más tarde experimentó edema palpebral y dolor retroocular después de sonarse la nariz. La TC mostró una fractura de la lámina papirácea etmoidal con aire intraorbitario. Se trató de forma conservadora con antibióticos y corticoides, mejorando sin necesidad de cirugía.