La mitología griega describe a Medusa como una de las tres Górgonas. Originalmente era hermosa, pero enfureció a la diosa Atenea con su vanidad. Como castigo, Atenea la transformó en un monstruo con serpientes en lugar de cabello y con un rostro tan horrible que quien la miraba se convertía en piedra. Más tarde, el héroe Perseo la decapitó con la ayuda de Atenea y utilizó su cabeza para convertir a sus enemigos en piedra. De la sangre de Medusa nacieron