1. Las personas que lleven a cabo o supervisen las operaciones de manipulación de comestibles en las empresas
alimenticias deberán tener las competencias y los conocimientos necesarios en materia de seguridad e higiene de
los comestibles. Deben efectuar un curso acreditado aquellas personas en puestos en los que se manipulen
alimentos, como como chef, ayudante de cocina o catering.
La forma más importante de prevenir la intoxicación alimentaria es lavarse las manos apropiadamente. Mas
aunque pensemos que somos lo suficientemente cuidadosos, las investigaciones muestran que las manos de
muchas personas todavía están lejos de estar limpias, aun después de sentir que las han lavado apropiadamente.
Debemos lavarnos las manos antes de manipular, cocinar o comer alimentos, y después de manipular carne o
huevos crudos, y después de actividades como ir al baño, cambiar pañales y acariciar animales.
En todo caso es una buena práctica lavar las encimeras y las tablas de cortar con agua caliente y jabón tras
preparar los alimentos, singularmente después de preparar carne, aves, mariscos o verduras crudas. Siempre
limpie entre la preparación de estos productos alimenticios y singularmente al manipular comestibles crudos y
luego al manipular comestibles listos para comer.
Es importante mantener las carnes crudas, las aves y los mariscos separados de los alimentos cocinados y de los
comestibles que se consumen crudos. Es conveniente poner los comestibles en el frigorífico en recipientes
cerrados o cubiertos con envoltura plástica para reducir el riesgo de contaminación cruzada.
Los alimentos de alto peligro deben cocinarse de forma que el centro alcance los 75ºC o más. La comida caliente
debe sostenerse a sesenta grados o más caliente. Los alimentos entre 5°C y 60°C están en la zona de riesgo, en la
que los gérmenes crecerán simple y rápidamente en los alimentos a estas temperaturas.
La quemadura por congelación es un problema de calidad de los alimentos, no de seguridad alimentaria. Aparece
titulo de manipulador de alimentos como máculas cobrizo-grisáceas y correosas en los comestibles congelados.
Ocurre cuando el aire alcanza la superficie del alimento y seca el producto. Esto puede suceder cuando los
comestibles no están envueltos de manera segura en un envase hermético. Los cambios de color son el resultado
de cambios químicos en el pigmento del alimento. Simplemente causa máculas secas en los alimentos. Corte estas
áreas antes o después de cocinar los comestibles. Cuando congele comestibles en bolsas de plástico, empuje todo
el aire cara afuera antes de sellar.
Los alimentos caducos se vuelven inseguros si el tiempo total en la zona de riesgo de temperatura (5° C - 60° C)
es superior a 4 horas. Por este motivo, si preparamos almuerzos escolares o comidas para llevar al trabajo,
debemos hacer lo posible para mantenerlos fuera de la zona de temperatura peligrosa el máximo periodo de
tiempo posible.
Lave las verduras y frutas frescas. Rocíe los productos de piel firme, como pepinos y manzanas, bajo el agua del
grifo. Enjuague todos y cada uno de los productos ya antes de pelarlos, en tanto que los microorganismos en la
superficie pueden transferirse de forma fácil con un pelador o una hoja de cuchillo. Seque con una toalla de papel.