El docente debe reflexionar en y sobre la acción con el objetivo de mejorar o transformar sus prácticas y, además, para construir nuevos conocimientos. No puede producirse ningún cambio educativo significativo si no se cuenta con docentes en diálogo e interacción constante entre sus prácticas y las teorías.
Teorias sicopedagógicas orientan la planificación del hecho curricular, la sesión de clase, y fundamentan el quehacer pedagógico y el diseño de estrategias que se emplearan, para conseguir resultados.
Teorias sicopedagógicas orientan la planificación del hecho curricular, la sesión de clase, y fundamentan el quehacer pedagógico y el diseño de estrategias que se emplearan, para conseguir resultados.
la idea de perrenaud acerca de la practica reflexiva, se plantea una breve explicacion de como los docentes realizamos la practica reflexica de las diferentes funciones que desempñamos en nuestro ambito escolar pero tambien como se hace esta reflexion en la sociedad
La experiencia se lleva a cabo en la cátedra Residencia Docente del Profesorado en
Ciencias Jurídicas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Esta
es la última materia que cursan los abogados que quieren ser docentes. Participan en
una variedad de dispositivos, entre ellos el de los grupos de reflexión semanales en los
que se presentan los incidentes críticos ocurridos en las prácticas de enseñanza de los
integrantes del grupo.
En esta publicación presentamos una lista de las principales publicaciones sobre Educación no Formal subidas al grupo Educación & Aprendizaje Organizacional.
En esta publicación presentamos una lista de las principales publicaciones sobre Educación Formal subidas al grupo Educación & Aprendizaje Organizacional.
La Metodología de las 5 S permite conducir y dinamizar de manera sencilla la mejora continua de los sistemas de gestión de las organizaciones. La misma, fue desarrollada por empresas japonesas y puede aplicarse a cualquier tipo de organización, por ejemplo, las instituciones educativas
Bordieu y Passeron desarrollaron la teoría de la reproducción cultural. Basil Bernstein agrega a esta teoría otro modo de interpretación conceptual a través de su teoría de los códigos socio—lingüísticos. En esta publicación nos referimos, particularmente, a la importancia de los códigos socio—lingüísticos en la educación.
En esta publicación se describen los conceptos fundamentales desarrollados por Pierre Bourdieu y Jean Claude Passeron en su libro “La reproducción: Elementos para una teoría del sistema de enseñanza”, el cual es considerado uno de los libros más polémicos de cuantos se han escrito sobre el sistema escolar.
En esta publicación se desarrollan tres categorías de análisis que propone Bourdieu, las cuales son consideradas por este autor como herramientas fundamentales que permiten pensar en la producción y reproducción del sentido de las prácticas sociales. Estas categorías son: los campos sociales, el habitus, y el capital.
En esta publicación se presentan algunas de las principales ideas de Pierre Bourdieu que tuvieron influencia tanto en la teoría social como en la sociología empírica, especialmente en la sociología de la educación, de la cultura y de los estilos de vida.
En esta publicación presentamos los principales temas desarrollados en el muro del grupo Educación & Aprendizaje Organizacional referidos a educación formal y no formal hasta Febrero de 2018.
En esta publicación incluimos una lista de las principales publicaciones sobre educación formal incorporadas al grupo Educación & Aprendizaje Organizacional hasta Febrero de 2018.
En esta publicación incluimos una lista de las principales publicaciones sobre educación formal incorporadas al grupo Educación & Aprendizaje Organizacional hasta Febrero de 2018.
La noción de dispositivo pedagógico ha sido utilizada en los
últimos años de muy diversos modos y para dar cuenta de procesos muy diferentes. Por lo tanto, es necesario realizar algunas precisiones en torno al concepto para lograr una mejor comprensión del mismo.
De acuerdo a Foucault, junto a la idea de poder, se halla el
concepto de discurso y ambos se relacionan y configuran un trinomio en conjunción con el saber: el discurso permite la legitimación del poder y éste institucionaliza al saber.
La palabra japonesa Kaizen significa “mejora” y fue adoptada por las empresas japonesas para designar un método y una filosofía orientada a la mejora continua. No se trata simplemente de una filosofía de trabajo, sino que también abarca todos los aspectos referidos a la vida cotidiana de las personas.
Zygmunt Bauman fue un sociólogo, filósofo, profesor y
ensayista polaco, creador del concepto de “modernidad líquida”. En esta publicación nos referiremos a su libro “Sobre la educación en un mundo líquido”.
El término coopetición es un neologismo que se genera por la
fusión entre dos palabras: competición y cooperación. En la actualidad, la coopetencia –competir y cooperar conjuntamente– constituye un desafío para todo tipo de organizaciones –por ejemplo, las instituciones educativas–. El término competencia implica que uno gana y otros pierden, en cambio coopetencia significa que todos ganan. Este concepto constituye un nuevo modelo estratégico de las organizaciones y, además, puede aplicarse a la gestión de los equipos de trabajo.
La Ventana de Johari es un modelo que resulta útil para analizar la comunicación humana y las relaciones interpersonales en los grupos. Al respecto, el proceso de dar y recibir feedback es uno de los conceptos básicos en el área de las relaciones interpersonales y de la dinámica grupal.
En este texto se presentan algunas frases del libro de Daniel
Goleman “Inteligencia social. La nueva ciencia para mejorar
las relaciones humanas” agrupadas de acuerdo a determinados ítems.
Instrucciones del procedimiento para la oferta y la gestión conjunta del proceso de admisión a los centros públicos de primer ciclo de educación infantil de Pamplona para el curso 2024-2025.
1. EL DOCENTE REFLEXIVO
Fuentes
Anijovich, R. y Mora, S. (2006). El docente reflexivo: Clave para la innovación. XIV
Jornadas de Reflexión Académica en Diseño y Comunicación. Universidad de Palermo. Año
VII, Vol. 7, pp. 20-22. Buenos Aires, Argentina.
Perrenoud, Philippe. (2004). Desarrollar la práctica reflexiva en el oficio de enseñar.
Barcelona: Graó.
Perrenoud, Phillipe. (2002) La práctica reflexiva en el oficio de profesor: profesionalización y
razón pedagógica. Barcelona: Graó.
Schön, D. (1998). El profesional reflexivo. Como piensan los profesionales cuando actúan.
Barcelona: Paidós.
Schön, D. (1992). La formación de profesionales reflexivos. Hacia un nuevo diseño de la
formación y el aprendizaje en las profesiones. Barcelona: Paidós.
Desarrollo
Anijovich y Mora (2006) consideran que “en las últimas décadas, las expresiones profesional
reflexivo, el profesor como investigador, se han convertido en lemas característicos a favor de
la reforma y mejoras de la enseñanza y la formación del profesorado en todo el mundo”. Las
autoras entienden que estas expresiones hacen referencia a un docente que desempeña un rol
activo en la formulación de sus objetivos y métodos de enseñanza, en oposición a aquel que
administra y ejecuta propuestas pedagógico-didácticas diseñadas desde el exterior de las
aulas.
Schön (1998) considera que en toda actividad profesional es necesaria una reflexión en la
acción. Al respecto, señala que el profesional del futuro debe transformarse en un practicante
reflexivo, que sepa integrar acción y reflexión, que conciba la transformación y el aprendizaje
como disposiciones permanentes de manera de producir un continuo enriquecimiento de su
hacer. En el ámbito educativo, Perrenoud (2004, 2002) considera que la reflexión constante es
fundamental en la preparación de los docentes. El docente debe reflexionar en y sobre la
acción con el objetivo de mejorar su práctica educativa y, además, para construir nuevos
conocimientos (Schön, 1998).
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2. Es importante formar docentes reflexivos para que en medios complejos, inciertos e inestables
puedan enfrentarse a problemas de naturaleza práctica. En este sentido, Schön (1998, 1992)
establece tres fases referidas al pensamiento práctico: (1) el conocimiento en acción, (2) la
reflexión en y durante la acción, y (3) la reflexión sobre la acción y sobre la reflexión sobre la
acción. Seguidamente, se describirán cada una de estas fases:
1. Conocimiento en la acción
Se trata de la acumulación de conocimiento tácito personal que se encuentra vinculado a la
percepción, a la acción o al juicio existente en las acciones del individuo. Es decir, un
conocimiento implícito inherente a la actividad práctica de un individuo. En el conocimiento
en la acción, Schön (1992) distingue básicamente dos componentes: (a) el saber
proposicional de carácter teórico que corresponde a lo adquirido por medio del estudio
científico en la universidad; es lo vulgarmente se denomina “el saber de los libros” y, (b) “el
saber–en–la–acción”, que procede de la práctica del docente, y que es algo tácito, espontáneo
y dinámico.
2. Reflexión en y durante la acción
En este caso el conocimiento es de segundo orden (el de primer orden sería el conocimiento
en la acción) . Se trata del pensamiento producido por el individuo sobre lo que hace según
actúa. Schön (1992) explica este momento como un proceso de reflexión en la acción o como
una conversación reflexiva con la situación problemática concreta. Este autor señala que este
proceso está atravesado por la inmediatez del momento y la captación in situ de las diversas
variables y matices existentes en la situación que se está viviendo; carece de una
sistematización y del distanciamiento requerido por el análisis o reflexión racional. Entonces,
se trata de una reflexión que surge ante lo inesperado, producto de la experimentación in situ.
Para describir mejor las características del “conocimiento en la acción” y de la “reflexión en y
durante la acción”, Schön (1992) presenta una secuencia de momentos dentro del proceso de
reflexión en la acción. Inicialmente existe la situación de la acción sobre la que el individuo
tiene respuestas espontáneas y rutinarias. Tras estas respuestas se encuentra el “conocimiento
en la acción”, el cuál aparece bajo la forma de estrategias, comprensión de los fenómenos y
maneras de definir una tarea o problemática asociada a la situación. Al respecto, Schön (1992,
p. 38) señala que “el conocimiento en la acción es tácito, formulado espontáneamente sin una
reflexión consciente y además funciona, produciendo los resultados esperados en tanto y en
cuanto la situación se mantenga dentro de los límites de aquello que hemos aprendido a
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3. considerar como normal ”. En un determinado momento, las respuestas rutinarias no son
efectivas y el docente se sorprende debido a resultados inesperados (agradables o
desagradables). La sorpresa se interpreta como una variación respecto de lo esperado.
Entonces, se establece una reflexión dentro de una acción en el presente. Esta reflexión,
aunque no se verbalice, se produce de forma consciente (al menos en cierta medida). Este
pensamiento reflexivo se nutre tanto de la situación o respuesta inesperada, como del
“conocimiento en la acción” que permite su detección. En este momento de reflexión del
docente se producen preguntas como las siguientes:
― ¿Qué está ocurriendo?
― ¿Está ocurriendo algo que me sorprende y que no es lo habitual?
― ¿Es adecuado en este momento lo que estoy haciendo?
― ¿Tengo que modificar, enmendar, cambiar lo que estoy haciendo para ajustarlo a las
circunstancias cambiantes, recuperar el equilibrio, prestar atención con precisión, etc.?
― ¿Estoy en el buen camino?; si no estoy en el buen camino, ¿hay una forma mejor de
proceder?
El pensamiento se centra en el fenómeno que causa sorpresa y, paralelamente, sobre sí mismo.
La “reflexión en y durante la acción” cuestiona el “conocimiento en la acción” debido a que
este tipo de reflexión tiene carácter crítico, provocado por una situación inesperada o no
prevista que conduce a buscar rápidamente nuevas estrategias de acción o la reestructuración
de las ya utilizadas, a la vez que ayuda a la comprensión de la situación o a modificar la
formulación de los problemas.
La reflexión conduce a la experimentación in situ, y sobre la marcha. Esto significa
reflexionar mientras se produce la acción. Se piensan y prueban nuevas acciones, se
comprueban los nuevos enfoques provisionales, así como también se verifica la nueva
comprensión de la situación que también es provisional. Esta experimentación in situ puede
arribar a resultados esperados o producir sorpresas que conduzcan a nuevas reflexiones y
experimentaciones. Cabe destacar que todo esto se produce en espacios de tiempo muy
acotados, de manera que habitualmente el momento de la sorpresa casi se superpone con el de
la interpretación de la misma.
El conocimiento que se desprende de la “reflexión en y durante la acción” se encuentra
limitado por las presiones espacio–temporales y por las demandas psicológicas y sociales del
escenario en que tiene lugar la acción. Aunque, con sus limitaciones y dificultades, resulta ser
un proceso productivo en la formación del docente ya que esta reflexión tiene carácter crítico
respecto del conocimiento en la acción (lo cuestiona). Al respecto, Schön (1992. p. 89) :
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4. señala que “cuando hablamos del profesor nos estamos refiriendo a alguien que se sumerge en
el complejo mundo del aula para comprenderla de forma crítica y vital, implicándose afectiva
y cognitivamente en los intercambios inciertos, analizando los mensajes y redes de
interacción, cuestionando sus propias creencias y planteamientos proponiendo y
experimentando alternativas y participando en la reconstrucción permanente de la realidad
escolar”. En este sentido, esta clase de conocimiento permite corregir, reorientar o mejorar
sobre la marcha los planteamientos previos y la propia acción. Es un tipo de conocimiento
especialmente útil para aquellos docentes flexibles y abiertos a la complejidad de las
situaciones de interacción en la práctica.
3. Reflexión sobre la acción y sobre la reflexión en la acción
Schön (1992) señala que esta fase se refiere al análisis que el docente realiza a posteriori
sobre los procesos y características de la acción , incluyendo la reflexión simultánea que ha
acompañado el acto. Esta reflexión constituye un componente esencial del proceso de
aprendizaje continuo por parte del docente. En este caso, se trata de un conocimiento de tercer
orden que analiza los dos anteriores en relación con la situación y su contexto. Como
señalamos anteriormente, este tipo de conocimiento también resulta imprescindible en el
proceso de formación permanente del docente.
Es importante señalar que estos tres componentes del pensamiento práctico no deben ser
entendidos como elementos independientes entre sí, sino que, por el contrario, se necesitan
mutuamente para garantizar una intervención práctica racional por parte del docente.
Finalmente, Anijovich y Mora (2006) señalan que la concepción del docente como
profesional reflexivo y como investigador de sus propias acciones, reconoce que no puede
producirse ningún cambio educativo efectivo si no se cuenta con docentes en diálogo e
interacción constante entre sus prácticas y las teorías.
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