Este ensayo argumenta que mejorar las estrategias de enseñanza y aprendizaje, así como cambiar las formas de evaluación, son beneficiosos para los estudiantes. También sostiene que la evaluación debe usarse para reflexionar sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje y encontrar fortalezas y debilidades, y que se deben desarrollar nuevos instrumentos de evaluación que determinen no solo qué sabe el estudiante, sino también cómo maneja y transmite lo que sabe. Finalmente, afirma que los docentes deben generar un camb