La evaluación holística implica evaluar el trabajo de forma integral en lugar de evaluar cada parte por separado. El evaluador debe observar y valorar el trabajo de forma repetida para comprender la calidad general y cómo las partes individuales contribuyen al todo, sin enfocarse en errores específicos. Aunque ha sido criticada, su fiabilidad depende de la experiencia del evaluador para valorar la relevancia y validez del trabajo como un todo.