Alexander S. Neill desarrolló pedagogías antiautoritarias influenciado por ideas anarquistas, freudiano-marxistas y su propia infancia difícil. Fundó la Escuela de Summerhill en 1927 con principios de amor, libertad, autogobierno y falta de doctrinamiento. Los estudiantes tenían autonomía para aprender y comportarse. Estas ideas desafiaron las escuelas tradicionales y promovieron la participación, autorregulación y felicidad de los estudiantes.