Este documento refuta varios mitos comunes sobre la alimentación. Señala que no hay alimentos que en sí mismos hagan adelgazar o engorden, sino que lo determinante es el balance calórico total. También indica que comer fruta después de las comidas no engorda, y que los alimentos light, integrales o congelados no necesariamente tienen menos calorías o nutrientes. Además, rechaza la idea de que saltarse comidas o tomar suplementos vitamínicos sin necesidad ayudan a bajar de peso.