Las sustancias anestésicas locales bloquean la transmisión nerviosa de forma reversible al impedir los movimientos de iones de sodio a través de la membrana celular de la fibra nerviosa, lo que previene la despolarización y conducción del impulso nervioso. Su efecto depende de factores como la dosis, vía de administración y uso de vasoconstrictores. Se utilizan principalmente para anestesia tópica, por infiltración y regional del cuerpo.