El Gobierno argentino se enfoca en evitar la reapertura de negociaciones salariales para prevenir más inflación en el contexto de la crisis global. Busca acuerdos entre empresas y sindicatos para no aumentar salarios a cambio de no despedir empleados. El desempleo bajó al 7,8% pero las contrataciones están disminuyendo debido a la crisis, afectando sectores como forestal, textil y automotor.