Los puntos más importantes para la limpieza y mantenimiento de los equipos de protección personal (EPP) son revisar el desgaste, roturas y daños; lavar todo el equipo después de usarlo y desinfectar partes como los tapones de oídos; y almacenarlos en un lugar limpio y seco. Se debe usar adecuadamente cada tipo de EPP según el riesgo a protegerse.