La Investigación de Operaciones se originó durante la Segunda Guerra Mundial en Gran Bretaña para estudiar problemas estratégicos y tácticos relacionados con la defensa del país; luego los administradores militares estadounidenses aplicaron técnicas similares para planificar minas marinas y usar equipo electrónico de forma efectiva, y después de la guerra los administradores industriales adoptaron estas herramientas para resolver problemas causados por el crecimiento de la industria.