La biotecnología moderna surge en la década de 1980 y utiliza técnicas de ingeniería genética para transferir genes entre organismos con el fin de obtener bienes y servicios útiles. Se divide en cuatro categorías: biotecnología roja para aplicaciones sanitarias, biotecnología blanca para usos industriales, biotecnología verde para la agricultura, y biotecnología azul para aplicaciones marinas.