Este documento habla sobre la ansiedad y cómo puede ser adaptativa o patológica. Explica que la ansiedad normal es una respuesta al estrés que mejora el rendimiento, mientras que la ansiedad patológica causa malestar significativo con síntomas físicos, conductuales y psicológicos. También distingue entre el aspecto revelado de la Torá, que contiene instrucciones sobre cómo vivir de acuerdo a la voluntad de Dios y está disponible para todos, y el aspecto oculto, que se refiere a asuntos
7. La ansiedad es un
sistema de alerta y
activación ante
situaciones
consideradas
amenazantes. Es un
fenómeno que se da
en todas las personas
y que, bajo
condiciones normales,
mejora el rendimiento
y la adaptación al
medio social, laboral,
o académico.
8.
9. La ansiedad normal es adaptativa y permite a la
persona responder al estímulo de forma adecuada.
Se presenta ante estímulos reales o potenciales
(no imaginarios o inexistentes). La reacción es
proporcional cualitativa y cuantitativamente, en
tiempo, duración e intensidad.
10. En las sociedades
avanzadas modernas,
esta característica
innata del ser humano
se ha desarrollado de
forma patológica y
conforma, en algunos
casos,
cuadros sintomáticos
que constituyen los
denominados trastorn
os de ansiedad, que
tiene consecuencias
negativas y muy
desagradables para
quienes lo padecen.
11. La fobia
Trastorno obsesivo compulsivo
Trastorno de pánico
La agorafobia
Trastorno por estrés postraumático
Trastorno de ansiedad generalizada
trastorno de ansiedad social
12.
13. Cuando la ansiedad se convierte en
patológica, provoca malestar
significativo, con síntomas que
afectan tanto al plano físico como al
conductual y psicológico, entre los
que cabe destacar
14. Vegetativos: sudoración, sequedad de
boca, mareo, inestabilidad.
Neuromusculares: temblores, tensión
muscular, cefaleas.
Cardiovasculares: palpitaciones, taquicar
dias.
Respiratorios: disnea.
Digestivos: náuseas, vómitos, diarrea, est
reñimiento.
Genitourinarios: micción frecuente,
problemas de la esfera sexual.
15. Aprensión, preocupación.
Sensación de agobio.
Miedo a perder el control, a volverse loco o
sensación de muerte inminente.
Dificultad de concentración, sensación de pérdida
de memoria.
Inquietud, irritabilidad, desasosiego.
Conductas de evitación de determinadas
situaciones.
Inhibición o bloqueo psicomotor.
Obsesiones o compulsiones.
16.
17. Yeshiyahu -Isaías 26:3
“Tú guardarás en completa paz a aquel
cuyo pensamiento en ti persevera;
porque en ti ha confiado”.
Yohanan-Juan 14:27
“La paz os dejo, mi paz os doy. Yo no os
la doy como el mundo la da. No se turbe
vuestro corazón, ni tenga miedo”.
Lean y mediten en estas palabras. Son
palabras de vida y paz.
18. Es evidente que si no se trata, la ansiedad tendrá
una influencia negativa sobre nuestro bienestar
mental.
Sin embargo, si se trata en forma adecuada, la
ansiedad y sus causas pueden en realidad ser una
bendición para nuestro desarrollo mental y
espiritual.
19. La ansiedad no es algo negativo per se; sólo
cuando se la deja propagarse como una infección
sin ser tratada se manifiesta de manera
negativa. Además hay una forma de ansiedad que
contribuye en forma directa y positiva a nuestro
bienestar y nos motiva hacia una acción
inspirada e incluso altruista. Aquí la ansiedad es
la preocupación por el otro, la antítesis de la
apatía.
20. En referencia a esta ansiedad positiva
dicen los sabios que Yahweh revela sus
secretos sólo a una persona ansiosa:
"Los misterios de la Torá sólo son
revelados a aquellos cuyo corazón está
ansioso"
[1]. En otras palabras, hay un tipo de ansiedad
que es un requisito para comprender la
dimensión interna de la Torá.
21. Evidentemente, hay un valor redentivo en este
tipo de ansiedad que hace que quienes adolecen
del mismo sean capaces de comprender el sentido
oculto de la palabra de Yahweh. La Torá es un
cuerpo de saber extensivo, tanto respecto a la
cantidad de información que contiene como a los
tipos de saber que abarca. .
22. El tipo más básico de conocimiento que
contiene la Torá son instrucciones acerca de
cómo debemos conducir nuestras vidas con el
fin de cumplir la voluntad de Yahweh, y por
esto se denomina "la Torá de la vida" [2]. Este
cuerpo de saber es el aspecto legal de la Torá e
incluye los mandamientos y sus derivados y la
metodología para formular nuevas reglas en
nuevas circunstancias. Siendo que las mismas
leyes de conducta se aplican a todos, este
cuerpo de saber es llamado el aspecto
"revelado" de la Torá.
23. El deber de saber y comprender la ley se aplica
igualmente a todos; todos debemos saber cómo
conducir nuestras vidas de acuerdo a la voluntad
de Yahweh, de manera que podamos estudiar el
aspecto revelado de la Torá.
Tener éxito en el estudio de este aspecto de la
Torá no depende de ningún logro moral o
cualidad especial. Depende solamente de la
cualidad y cantidad de esfuerzo sincero que
dedicamos a este fin.
24. Cualquiera que se
aplique
adecuadamente a
esta tarea tiene
asegurado que logrará
hacerla
[3]. El estrato
interno de la Torá,
sin embargo, no se
ocupa de las normas
comunes de conducta
sino de nuestra vida
interna emocional y
cognitiva, y de la
dinámica de nuestra
relación personal con
Yahweh.
25. Siendo que la
personalidad de cada
uno es diferente, este
aspecto de la Torá es
mucho más subjetivo
que el aspecto
revelado. Por lo tanto
es conocido como el
aspecto "oculto" de la
Torá, ya que se dirige
a los asuntos
personales de
nuestras vidas, que
generalmente están
ocultos de otras
personas
26. [4]. Esfuerzo y dedicación no son suficientes
para asegurar el éxito en este aspecto de la Torá
ya que aquí también es necesaria la experiencia
de la ansiedad, porque los secretos de la Torá
aclaran los problemas existenciales de la
humanidad y del mundo en general. Son una
respuesta comprehensiva a los problemas más
esenciales y centrales del mundo.
Pero si no hay pregunta, no hay necesidad de respuesta.
De modo que sólo aquellos que están preocupados por las
incongruencias de la vida, cuyas almas claman por una
solución a las preguntas aparentemente sin respuesta
que les presenta la vida, pueden tener esperanza de
relacionarse a este aspecto de la Torá.
27. A quienes no preocupan preguntas tales como:
"¿Por qué fui creado?" o "¿Por qué hay mal y
sufrimiento en el mundo?", nunca serán atraídos
por el estudio de la dimensión interna de la Torá.
Sufrir de alguna forma de ansiedad revela una
cierta sensibilidad, sentimiento y preocupación por
los demás.
Quienes no sufren de ansiedad no tienen sentido
de lo patético en sus vidas. Son por lo tanto
indiferentes a las preguntas dirigidas por los
secretos de la Torá [5].