Los Reyes Católicos unificaron la Corona de Castilla y la Corona de Aragón a través de su matrimonio, expandiendo sus territorios y estableciendo una monarquía autoritaria centralizada. Impusieron la uniformidad religiosa mediante la Inquisición y la expulsión de los judíos, y promovieron el Renacimiento y el humanismo a través de la imprenta, las universidades y las artes.