El documento discute el reglamento de la L.O. 5/2000 sobre la responsabilidad penal de los menores y si representa una intervención educativa o un sistema penitenciario. Argumenta que aunque el reglamento no define la intervención, lo más importante es el modelo educativo utilizado. También enfatiza la necesidad de técnicas comunitarias no estigmatizantes y de crear vínculos emocionales fuertes con los menores para educarlos sobre la vida y las relaciones interpersonales basadas en la reciprocidad moral.