Orientación - Domingo 25 de Junio 2023

1. ÓRGANO OFICIOSO DEL ARZOBISPADO DE SAN SALVADOR. 25 de Junio de 2023
Año LXXI Nº 6217 $ 0.30
S
S •
• E
E •
• M
M •
• A
A •
• N
N •
• A
A •
• R
R •
• I
I •
• O
O
Vayan y Predíquen
el Evangelio
10° Cuadernillo

2. 2 25 de Junio de 2023
Compromiso con la salud sacerdotal en
la Jornada Mundial de Oración por la
Santificación del Clero
Iglesia Local
Iglesia Local
En la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, la Iglesia
Católica conmemora la Jornada Mundial de Oración por la
Santificación del Clero, una ocasión significativa en la que se reúne
el clero arquidiocesano en la Parroquia Inmaculada Concepción
de Santa Tecla. Durante esta reunión mensual, se llevaron a cabo
momentos de reflexión, así como un acto penitencial dirigido por
Su Eminencia Reverendísima, el Cardenal Gregorio Rosa Chávez.
En un destacado gesto de atención hacia la salud de los sacerdotes,
por segundo año consecutivo se llevaron a cabo exámenes médicos
generales, gracias al apoyo invaluable de la Clínica Inmaculada
Concepción. La clínica se sumó a esta importante iniciativa para
garantizar que los sacerdotes tuvieran acceso a estos exámenes y
recibieran la atención médica necesaria.
La Iglesia Católica, a través de esta jornada y la atención médica
proporcionada, enfatiza la importancia de cuidar y apoyar a sus
sacerdotes, quienes son guías espirituales y ejemplos de fe para la
comunidad. Al garantizar que los sacerdotes reciban la atención
médica necesaria, se promueve su bienestar integral y se fortalece
su capacidad para servir a los demás.
En la Jornada de Santificación del Clero, se recordó a los
sacerdotes que murieron recientemente, Pbros. Mariano Brito y
Eduardo Iglesias

3. 3
25 de Junio de 2023
El Símbolo De La Fe
Introducción (II)
San Salvador, 25 de junio de 2023
José Luis Escobar Alas
Arzobispo de San Salvador
Continuando con la anterior Catequesis abordamos en la presente el punto prometido; es decir: el origen del Símbolo de la Fe
nombre con el cual nos referimos al Símbolo Apostólico (Symbolum Apostolicum), y sobre el cual estudiaremos dos temáticas.
Uno, su origen; y dos, el motivo de su redacción y confesión desde la Iglesia primitiva.
Origen del Símbolo
A través de Rufino de Aquileya1 nos ha llegado un hermoso relato de la Tradición sobre el origen del Símbolo Apostólico (o
Credo como solemos llamarlo). Según este sabio autor del siglo IV, su composición tuvo lugar después de Pentecostés pues el
Espíritu al permitir a la Comunidad Apostólica hablar diversos idiomas abría la posibilidad de partir a tierras lejanas y diversas2.
Este milagro puede tomarse como el placet del Señor para ponerse en salida a predicar la Palabra de Dios. Antes de separarse
decidieron establecer una norma común de su predicación para que no sucediera que al alejarse uno de otros expusieran algo
diverso a los pueblos3 que evangelizaban. Era su deseo transmitir la Doctrina del Señor tal y como la habían recibido de Él.
San Ambrosio – comenta Quasten – se decanta por esta explicación de Rufino y agrega que el número de doce artículos de fe
coincide con el número de los Apóstoles4. Existe también un Sermón escrito por un tal Pseudo Agustín, contemporáneo de esa
época – quien yendo más allá que Rufino y San Ambrosio – escribe el nombre de cada uno de los Apóstoles y el artículo de fe
pronunciado en dicha reunión: Pedro dijo: Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y la Tierra… Andrés dijo…5
Y, pese al paso de los años, esta fue la explicación que perduró hasta la Edad Media. No será sino hasta el Renacimiento que
comienzan a resonar algunas voces disidentes como la de Lorenzo Valla6 que negaba el origen apostólico del Credo.
En la actualidad, ya lo señala Quasten en su monumental obra sobre Patrología – los estudios e investigaciones realizadas –
demuestran suficientemente que su contenido esencial data de la era apostólica7. Del mismo sentir son los teólogos Henri de
Lubac y Edward Schillebeeckx cuyas palabras vale la pena citar textualmente, aunque parezca un poco extenso pues ayudan
a comprender que los autores del siglo IV no erraron al adjudicar a los apóstoles (o al tiempo de la Iglesia apostólica) su
composición; y, en consecuencia, su origen.
Comenzando por Lubac he aquí sus palabras donde confirma dicho origen: En todo tiempo como en todo lugar, esa fe es la
misma. Se transmite sin cambio desde la primera generación. Y cuando hoy día recitamos nuestro Credo, estamos fundándonos
realmente en el testimonio de los primeros Apóstoles de Jesús. Ese testimonio ha llegado a nosotros a través de una cadena
ininterrumpida, que hoy sigue suscitando la respuesta de nuestra fe8. Edward Schillebeeckx; por su parte, sostiene que, aún
si los Apóstoles no hayan sido los compositores del Símbolo no cabe duda de que se remite a ellos: Aunque el Símbolo de fe
clásico no haya sido redactado por los apóstoles puede; sin embargo, recibir con todo derecho la denominación de apostólico.
Es verdaderamente una “regula fidei” salida de la fe apostólica y refleja fielmente los grandes temas del kerigma apostólico, de
la catequesis apostólica a los neófitos y de la profesión de fe de la cristiandad primitiva9.
Ahora bien, Schillebeeckx remite a un detalle no menos importante; y es: la sabiduría usada para elaborar el Credo. En su
breve contenido redactado en 12 “simples” artículos de fe: reflejan fielmente los grandes temas del kerigma apostólico10. Es un
compendio de toda la fe de la Iglesia dicho en breves palabras. Rufino admirado por esta grandeza de sabiduría de quienes lo
redactaron deduce que en el Credo tiene cumplimiento la profecía isaíana que dice: Es palabra que concluye con brevedad y
equidad, puesto que el Señor hablará con pocas palabras sobre la tierra11
. Y, así ha sido. Desde el Símbolo Apostólico Dios ha
hablado, sigue hablando y seguirá hablando a la humanidad, y en especial a los fieles católicos para recordarles cuál es la fe que
deben gloriarse de profesar no sólo de palabras sino con obras, y sí así lo pidiera el Señor, con el martirio.
Queda para la próxima catequesis el motivo de su redacción y confesión desde la Iglesia primitiva.
1 Tyrannius Rufinus era su nombre. Nació en el año 345 en Concordia cerca de Aquileya al noreste de Italia.
Recibió su ordenación sacerdotal en torno al año 390. Fue amigo de San Jerónimo y como él realizó trabajos de
traducción de los escritos de algunos padres apostólicos. Cf. Pablo Cervera Barranco “Introducción”, pp. 7 y 9.
En: Rufino de Aquileya, Comentario al Símbolo Apostólico.
2
Cf. Rufino de Aquileya, Comentario al Símbolo Apostólico, p. 34.
3 Ibidem, p. 34.
4 Johannes Quasten, Patrología I. Hasta el Concilio de Nicea, p. 32.
5 Ibidem, p. 32.
6 Humanista italiano. En: Johannes Quasten, Patrología I. Hasta el Concilio de Nicea, p. 32.
7 Ibidem, p. 32.
8 Cf. Pablo Cervera Barranco “Introducción”, p. 14. En: Rufino deAquileya, Comentario al Símbolo Apostólico.
9 Ibidem, p. 32.
10
Ibidem, p. 32.
11
Rufino basa su comentario en el texto de Isaías de la Biblia de los LXX cuya traducción difiere al original
hebreo. En: Cf. Pablo Cervera Barranco “Introducción”, p. 14. En: Rufino de Aquileya, Comentario al Símbolo
Apostólico.
− II −

4. 4 25 de Junio de 2023
La devoción de las Cuarenta Horas al Santísimo
Sacramento del Altar
Santa Misa en honor a Monseñor Rivera y Damas
en el marco del centenario de su natalicio
En las parroquias de nuestro país, a lo largo del mes de junio, se ha llevado a cabo la devoción de las Cuarenta Horas, una práctica
religiosa que consiste en adorar a Cristo de manera ininterrumpida durante cuarenta horas consecutivas.
La devoción de las Cuarenta Horas se origina en el deseo de recordar el tiempo que Jesucristo estuvo muerto, honrando su sacrificio y
resurrección. Durante cuarenta horas, los fieles se congregan en las iglesias para adorar a Cristo presente en la Eucaristía, fortaleciendo
su fe y buscando un mayor acercamiento espiritual.
La devoción ha sido acogida con entusiasmo en diversas parroquias de nuestro país, donde los fieles han demostrado un fervoroso
compromiso por participar en esta experiencia de adoración continua. Las Cuarenta Horas en el mes de junio ha brindado a los fieles
la oportunidad de renovar su fe y su relación con Cristo en un tiempo propicio para la reflexión y la oración. Esta tradición ancestral
continúa vigente en nuestro país, reafirmando la importancia de la adoración y la espiritualidad en la vida de los creyentes.
Parroquia
Divino Niño,
Col. Escalón
Parroquia San Marcos Evangelista, San Marcos
El 19 de junio pasado, en la parroquia San Esteban Catarina de la
diócesis de San Vicente, tuvo lugar una emotiva Santa Misa por el
año dedicado a Monseñor Rivera y Damas en el marco del centenario
de su natalicio, quien fuera el quinto Arzobispo de San Salvador.
La celebración fue presidida por Mons. Elías Rauda, Obispo de la
Diócesis de San Vicente, y contó con la participación de los obispos
de la Conferencia Episcopal de El Salvador, incluyendo a Mons.
Luigi Roberto Cona, Nuncio Apostólico en El Salvador, y Mons.
Edward Karaan, Secretario de la Nunciatura Apostólica, así como
con la asistencia de varios sacerdotes del país y muchos fieles que
abarrotaron el templo de San Estaban Catarina que se unieron en una
profunda comunión espiritual, para honrar la memoria y el legado de
Monseñor Rivera y Damas.
De Izda. A Decha.: Mons. Luigi Roberto Cona, Mons. Elías Rauda
y Mons. José Luis Escobar Alas, realizando la consagración del pan
y el vino
Nave central de la Parroquia San Esteban Catarina de la diócesis
de San Vicente

5. 5
25 de Junio de 2023
La vida y legado de Fray Cosme
Spessotto: 43° aniversario martirial
Nuncio Apostólico celebra fiesta Patronal
en la Basílica Sagrado Corazón de Jesús
En la Basílica Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en el centro de
San Salvador, se llevó a cabo el pasado 16 de junio, la Santa Misa
Patronal en su Honor. La festividad fue destacada por una solemne
Santa Misa, presidida por Monseñor Luigi Roberto Cona, Nuncio
Apostólico en El Salvador, y concelebrada por el Cardenal Gregorio
Rosa Chávez; Mons. Edward Karaan, Secretario de la Nunciatura
Apostólica; Pbro. Fernando Villalobos, párroco; y el Pbro. Hairo
Edmundo Escobar, de la parroquia el Perpetuo Socorro.
La celebración contó con la asistencia de numerosos feligreses,
quienes se congregaron para rendir devoción al Sagrado Corazón
de Jesús. Durante la Santa Misa, se llevó a cabo la inscripción de
nuevos socios de la guardia de honor del Sagrado Corazón de Jesús.
Este acto implica un compromiso para cada uno de los miembros,
quienes se comprometieron a dedicar una hora diaria de culto, amor
y reparación al Divino Corazón del Señor.
La Basílica Sagrado Corazón de Jesús seguirá siendo un faro
espiritual para aquellos que busquen encontrar consuelo, esperanza
y fe en su vida diaria. La feligresía local se enorgullece de ser
parte de esta festividad y se compromete a seguir promoviendo los
valores y enseñanzas que emanan del amor infinito del Sagrado
Corazón de Jesús.
De Izda. a Dcha.: Cardenal Gregorio Rosa Chávez, Mons. Luigi
Roberto Cona y Pbro. Fernando Villalobos - Fotografía/ Basílica
Sagrado Corazón de Jesús
Sacerdotes celebrantes junto a los nuevos socios de la guardia
de honor del Sagrado Corazón de Jesús - Fotografía/ Basílica
Sagrado Corazón de Jesús
En conmemoración del 43° aniversario del martirio de nuestro
Beato Fray Cosme Spessotto, la parroquia franciscana San
Juan Bautista, ubicada en el municipio de San Juan Nonualco,
departamento de La Paz, llevó a cabo una emotiva Santa Misa de
aniversario del martirio de Fray Cosme Spessotto. La ceremonia
fue presidida por Mons. Luigi Roberto Cona, Nuncio Apostólico
en El Salvador, y concelebrada por Mons. Elías Bolaños, obispo de
la Diócesis de Zacatecoluca, y Mons. Luis Morao, obispo Emérito
de Chalatenango, junto con varios sacerdotes de la diócesis de
Zacatecoluca.
La celebración reunió a numerosos feligreses que acudieron para
rendir homenaje a la vida y obra del Beato Fray Cosme Spessotto,
fue un sacerdote franciscano nacido en Italia en 1923. Destacó
por su labor caritativa y pastoral en El Salvador durante 27 años.
Construyó una iglesia parroquial, fundó una escuela y visitó todos
los cantones de su extensa parroquia. Durante la guerra civil en El
Salvador, defendió los derechos de la Iglesia y la vida, promoviendo
la no-violencia como vía para las reformas sociales. Ayudó a las
víctimas y sus familias sin importar su afiliación política. El 14 de
junio de 1980, fue asesinado mientras rezaba en el altar mayor de
la iglesia parroquial.
Mons. Luigi Roberto Cona, Mons. Elías Bolaños y Mons.
Luis Morao junto a sacerdotes de la diócesis de Zacatecoluca -
Fotografía/ Parroquia Franciscana San Juan Bautista, San Juan
Nonualco

6. 6 25 de Junio de 2023
Fiesta patronal en honor a Santo
Tomás Apóstol , 3 de julio 2023
El Apóstol Santo Tomás emerge de unos pocos versículos del
evangelio de San Juan, como uno de los personajes más vividos
del Nuevo Testamento. Cuando Jesús anuncia su deseo de ir a
Jerusalén, es Tomás quien lanza este audaz desafío: “Vayamos
también nosotros a morir con él” (11,6). Más tarde, en la Última
cena, cuando Jesús habla de manera críptica acerca del lugar a
donde va, Tomás dice: “Señor no sabemos adónde vas, ¿Cómo
vamos a conocer el camino?” Esto provoca la famosa respuesta:
“Yo soy el camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por
mí”.
Empero, es por su famosa “duda” por lo que se recuerda
principalmente a Tomás. Luego de Pascua, Tomás reacciona con
incredulidad al informe de sus compañeros apóstoles de que han
visto al Señor resucitado. Nunca lo creerá, insiste, a menos que
pueda ver por sí mismo las marcas de los clavos y pueda tocar su
mano en la herida del costado de Cristo.
Ocho días más tarde, Cristo se aparece a todos los apóstoles en el
“cuarto de arriba” donde se escondían.
Llamando a Tomás por su nombre, invita al discípulo incrédulo
a que toque sus heridas y coloque su mano en su costado. Tomas
responde a esta invitación exclamando simplemente “¡Señor mío y
Dios mío!”
A lo que Jesús responde: “Ahora crees porque me has visto”
"¡Felices los que creen sin haber visto!” (Jn 20, 24-30). Se ignoran
lasactividadesdeTomásdespuésdePentecostés.Segúnlasleyendas
primitivas, sin embargo, Santo Tomás emprendió una gran aventura
misionera que lo llevó tan Lejos como el sur de la India. Allí, según
se dice fue martirizado. Cualquiera sea la verdad de esta historia, es
un hecho que cuando los exploradores portugueses desembarcaron
por primera vez en el siglo XVI, en la costa de Malabar del sur de la
India, encontraron, ya esperándolos, una comunidad cristiana que
atribuía sus orígenes a la evangelización directa de Tomás. Hasta
hoy día, los descendientes de esta comunidad se refieren a sí mismo
como cristianos de Santo Tomás.
En esta parroquia antes del Concilio Vaticano II esta festividad se
celebra el día 21 de diciembre; la razón era que ya era verano, ya
habían sacado las cosechas y también ya tenían dinero para gastar
en la fiesta.
Ahora siguiendo lo mandado por la Iglesia, se celebra el 3 de
julio, que dicho sea de paso no ha sido fácil convencer a los fieles;
pero poco a poco lo hemos ido logrando. Es una fiesta totalmente
religiosa y los encargados de celebrarla son los hermanos del
Consejo de pastoral.
Todo el mes de junio es evangelización tanto a nivel urbano como
rural. Siempre para este día son confirmados hermanos que no
están en la escuela de la catequesis sistemática parroquial, por lo
general son adultos.
La parroquia se gloría en invitar a la misa patronal a nuestro
querido cardenal, Monseñor Gregorio Rosa Chávez, pues él fue
consagrado obispo el 3 de julio de año 1982, en su aniversario
episcopal.
Escrito por: Pbro. Raimundo Brizuela López,
Párroco de la Parroquia Santo Tomás Apóstol
Fotografía/ Parroquia Santo TomasApóstol El Salvador

7. VI
Carta
Pastoral
Vayan
y
Prediquen
el
Evangelio
242.
A
la
presentación
de
estos
hechos
memorables,
el
Papa
Pío
XII
sumó
muchos
otros
más,
mostrando
cómo
el
ser
humano
dejándose
guiar
por
la
fuerza
del
Espíritu,
puede
hacer
grandes
obras.
De
esa
acción
pneumatológica
debemos
convencernos
en
nuestros
días,
por
muy
difícil
que
parezca
la
misión,
dado
el
ambiente
lleno
de
un
espíritu
agnóstico
o
ateo;
debido
a
la
expansión
de
modas
y
teorías
atrayentes
para
los
jóvenes;
etc.
Con
solo
salir
a
la
misión,
estaremos
poniendo
el
pequeño
grano
de
trigo
que
Dios
cuidará
de
multiplicar.
243.
Por
otra
parte,
el
Papa
considera
que
la
Misión,
en
tierras
no
católicas,
casi
nunca
se
realiza
sin
el
martirio.
Menciona,
cómo
vírgenes
consagradas
a
Dios,
misioneros,
sacerdotes
indígenas
y
aun,
algunos
obispos,
fueron
desposeídos
de
sus
casas
y
bienes,
pereciendo
de
hambre
en
el
destierro,
o
detenidos
en
prisiones,
cárceles
o
campos
de
concentración:
y
en
algunos
casos,
fueron
bárbaramente
asesinados
(cf.
EP
11).
Sufrimientos
y
persecuciones
similares
a
las
de
las
primeras
comunidades
cristianas;
que
no
detuvieron
(ni
deben
detener)
jamás
a
la
Iglesia
en
el
cumplimiento
de
la
misión:
Quien
considere
que
en
aquellos
tiempos
la
Iglesia
naciente
carecía
de
recursos
humanos...
no
podrá
menos
de
admirarse
vehementemente
viendo
que
un
inerme
puñado
de
cristianos
venció
a
la
mayor
potencia
que
tal
vez
jamás
haya
existido.
Lo
que
entonces
sucedió,
sin
duda
sucederá
también
de
nuevo
y
otra
vez...
así
aquella
divina
sociedad
fundada
por
Jesucristo
no
podrá
jamás
ser
vencida
por
ningún
poder
humano,
sino
que
superará
todas
las
persecuciones
con
frente
serena
(EP
14).
De
la
Iglesia,
en
nuestro
país
en
el
siglo
recién
pasado,
a
pesar
de
ser
mayoritariamente
cristiano,
hubo
mártires.
Eso
no
significa
que
el
temor
debe
detener
la
misión.
Dios,
Jesús
y
el
Espíritu
Santo
están
y
estarán
con
nosotros,
por
siempre
y
para
siempre.
244.
Uno
de
los
grupos
a
quien
más
elogia
el
Santo
Padre
en
esta
Encíclica,
es
a
los
fieles
laicos,
que,
en
ese
momento
ingresaban
universalmente
a
la
Acción
Católica.
Junto
a
la
mención
de
este
hecho,
el
Papa,
recuerda
que
el
papel
del
laico
ha
sido
imprescindible
desde
los
orígenes
de
la
Iglesia:
Puédese
afirmar
que
esta
ayuda
de
los
seglares,
que
hoy
llamamos
Acción
Católica,
no
faltó
desde
los
orígenes
de
la
Iglesia;
más
aún,
se
puede
decir
que
de
ella
recabaron
los
apóstoles
y
los
demás
propagadores
del
Evangelio
no
pequeño
auxilio,
y
la
religión
cristiana
no
exiguo
incremento.
Así,
v.gr.,
el
Apóstol
de
las
Gentes
hace
mención
de
Apolo,
Lidia,
Aquila,
Priscila
y
Filemón...
(EP
30).
La
propagación
del
Evangelio
se
hizo,
entonces,
no
sólo
por
obra
del
Obispo
y
el
clero,
sino
por
autoridades
civiles,
soldados,
y
simples
ciudadanos
(cf.
EP
31).
La
mención
de
este
enorme
ejército
de
misioneros,
lleva
al
Papa
a
concluir
que
la
Iglesia
católica
no
sólo
ha
crecido
por
la
labor
infatigable
del
clero,
sino
también
con
la
cooperación
de
los
seglares.
El
trabajo
de
ambos
grupos
fue
siempre
aumentando
la
expansión
de
la
fe
y
conduciendo
a
los
pueblos
a
un
mayor
bienestar
aun
en
el
terreno
social
(cf.
EP
35)
donde
tanto
hincapié
se
ha
hecho
a
la
promoción
social.
245.
Profundas
palabras
del
Papa
Pío
XII
que
no
impulsan
a
una
misión
centrada
únicamente
en
lo
espiritual,
lo
cual
sería
erróneo.
El
ser
humano
no
es
espíritu;
es
cuerpo,
alma,
mente,
corazón,
etc.
El
ser
humano
es
un
todo:
Espíritu
y
materia.
El
doblar
80
73
sobre
todo
mediante
su
conducta,
mediante
su
vida,
como
la
Iglesia
evangelizará
al
mundo,
es
decir,
mediante
un
testimonio
vivido
de
fidelidad
a
Jesucristo,
de
pobreza
y
desapego
de
los
bienes
materiales,
de
libertad
frente
a
los
poderes
del
mundo,
en
una
mundo,
en
una
palabra,
de
santidad
(EN
41).
-
Redemptoris
Missio
267.
El
Santo
Padre
San
Juan
Pablo
II
escribió
quince
años
después
de
la
Evangelii
Nuntiandi,
esta
Encíclica
llamada
Redemptoris
Missio,
dentro
de
un
panorama
mundial
muy
distinto
al
de
1975.
La
misión;
sin
embargo,
no
lucía
su
mejor
rostro
como
apuntó
en
sus
páginas:
La
misión
de
Cristo
Redentor,
confiada
a
la
Iglesia,
está
aún
lejos
de
cumplirse.
A
finales
del
segundo
milenio
después
de
su
venida,
una
mirada
global
a
la
humanidad
demuestra
que
esta
misión
se
halla
todavía
en
los
comienzos
y
que
debemos
comprometernos
con
todas
nuestras
energías
en
su
servicio
(RMi
1).
Sus
palabras
prueban
que
la
misión
no
fue
trabajada
con
el
impulso
deseado
por
Jesucristo
ni
el
recomendado
por
el
Papa
San
Pablo
VI,
algo
que
San
Juan
Pablo
lamenta,
porque
la
necesidad
de
la
misión
iba
en
aumento
frente
a
una
Iglesia,
que
poco
hacía
por
contrarrestarla.
268.
Numerales
adelante
intenta
que,
desde
la
dimensión
eclesial,
cristológica
y
antropológica,
tomemos
conciencia
de
la
importancia
de
la
misión.
Aclara
que
aquello
que
más
lo
mueve
a
proclamar
la
urgencia
de
la
evangelización
misionera
es
que
ésta
constituye
el
primer
servicio
que
la
Iglesia
puede
prestar
a
cada
hombre
y
a
la
humanidad
entera
en
el
mundo
actual.
Un
mundo
que
está
conociendo
grandes
conquistas,
frente
a
las
cuales
parece
haber
perdido
el
sentido
de
las
realidades
últimas
y
de
la
misma
existencia.
Y
agrega:
«Cristo
Redentor…
revela
plenamente
el
hombre
al
mismo
hombre.
El
hombre
que
quiere
comprenderse
hasta
el
fondo
a
sí
mismo
...
debe
...
acercarse
a
Cristo.
La
Redención
llevada
a
cabo
por
medio
de
la
cruz
ha
vuelto
a
dar
definitivamente
al
hombre
la
dignidad
y
el
sentido
de
su
existencia
en
el
mundo»
(RMi
2).
Es
una
propuesta
muy
bonita
la
del
Papa.
Invita
a
considerar
la
misión
como
un
servicio
a
la
humanidad.
Concepción
que
debe
llevar
al
pueblo
de
Dios
a
dejar
de
lado
los
egoísmos,
los
intereses
en
el
lucro,
o
el
gane
de
prestigio
y
reconocimiento.
Tentaciones
que
un
misionero
puede
padecer
echando
al
fracaso
la
misión.
269.
A
través
de
la
misión,
por
otra
parte,
el
misionero
revela
con
el
mensaje
de
Cristo,
en
qué
consiste
ser
un
humano
pleno:
hombres
y
mujeres
con
dignidad
y
pleno
conocimiento
del
sentido
de
su
existencia;
algo
que
solo
se
consigue
mediante
el
conocimiento
y
la
identificación
con
Cristo,
Hombre
Pleno.
270.
Para
aquellos
misioneros
o
misioneras
que
por
influencias
del
mundo
llegan
a
dudar
de
la
validez
de
su
misión
preguntándose:
¿Es
válida
aún
la
misión
entre
los
no
cristianos?
¿No
ha
sido
sustituida
quizás
por
el
diálogo
interreligioso?
¿No
es
un
objetivo
suficiente
la
promoción
humana?
El
respeto
de
la
conciencia
y
de
la
libertad
¿no
excluye
toda
propuesta
de
conversión?
¿No
puede
uno
salvarse
en
cualquier
religión?
¿Para
qué,
entonces,
la
misión?
(RMi
4),
el
Santo
Padre
ayuda
a
encontrar
el
gran
sentido
de
la
la
por
él
descrita
es
dirigir
la
mirada
del
hombre,
orientar
la
conciencia
y
la
experiencia
de
toda
la
humanidad
hacia
el
misterio
de
Cristo
(cf.
RMi
4).

8. VI
Carta
Pastoral
Vayan
y
Prediquen
el
Evangelio
74
79
misionero
debe,
por
ende,
cuidar
de
lo
espiritual
como
de
lo
material:
Es
deber
de
todos
mitigar,
suavizar
y
aliviar,
en
cuanto
sea
posible,
las
angustias,
las
miserias
y
las
inquietudes
que
en
esta
vida
padecen
nuestros
hermanos.
La
caridad
puede
remediar
en
alguna
manera
muchas
de
las
injusticias
sociales;
pero
no
suficientemente.
Ante
todo,
es
menester
que
se
haga
valer,
que
se
imponga
y
se
practique
la
justicia
(EP
48-49).
El
Santo
Padre
recuerda
al
mundo,
con
estas
palabras,
que
el
anuncio
del
Evangelio
lleva
a
la
conversión
de
los
seres
humanos;
quienes,
a
su
vez,
transforman
las
estructuras
en
las
cuales
están
inmersos.
No
hay
estructura
que
escape
a
los
cristianos
católicos,
así
sean,
estructuras
políticas,
económicas,
sociales,
etc.
En
todas
puede
y
debe
actuar
como
levadura.
Tal
vez,
fueron
estas
palabras,
las
que
llevaron
a
los
Obispos
de
Latinoamérica
a
aquella
famosa
afirmación
de
Medellín:
La
originalidad
del
mensaje
cristiano
no
consiste
directamente
en
la
afirmación
de
la
necesidad
de
un
cambio
de
estructuras,
sino
en
la
insistencia
en
la
conversión
del
hombre,
que
exige
luego
este
cambio.
No
tendremos
un
continente
nuevo
sin
nuevas
y
renovadas
estructuras;
sobre
todo,
no
habrá
continente
nuevo
sin
hombres
nuevos,
que
a
la
luz
del
Evangelio
sepan
ser
verdaderamente
libres
y
responsables
(DM
1,3).
246.
Palabras
proclamadas
durante
la
Conferencia
en
Medellín
que
aclaran
el
significado
de
las
siguientes
palabras
dichas
por
el
Papa
Pío
XII:
¿Qué
cristiano,
qué
sacerdote
podrá
permanecer
sordo
al
grito
que
se
levanta
de
lo
profundo
del
alma
y
que,
en
un
mundo
creado
por
un
Dios
justo,
pide
justicia
y
convivencia
fraterna
de
todos
los
hombres?
Prescindir
de
ellos,
silenciarlo,
sería
una
culpa
injustificable
delante
de
Dios;
sería
contrario
a
la
doctrina
del
Apóstol
(EP
50).
El
misionero
por
lo
tanto
debe
anunciar
que
la
Palabra
libera
al
ser
humano
del
pecado;
consecuentemente,
ya
liberado,
se
encarga
de
liberar
lo
pecaminoso
de
las
estructuras
que
él
mismo
ser
humano
ha
creado
no
tanto
para
servirse
de
ellas
sino
para
servirlas
esclavizadamente.
Solo
de
esa
forma
se
es
cristiano.
Quien
esclaviza
y
somete
a
sus
hermanos
y
hermanas
a
la
injusticia
no
puede
considerarse
–
ni
ser
considerado
–
cristiano.
247.
La
conclusión
final
de
esta
Encíclica
enseña
que
el
ser
humano
–
así
sea
el
misionero
mismo
–
está
colocado
ante
dos
caminos
opuestos:
Con
Cristo
o
contra
Cristo:
El
género
humano
se
ve
hoy
en
un
momento
sumamente
crítico,
del
cual
se
seguirá
o
la
salvación
en
Cristo
o
la
más
espantosa
ruina.
Es
verdad,
que
la
actividad
y
el
esfuerzo
eficaz
de
los
predicadores
del
Evangelio
luchan
por
propagar
el
Reino
de
Cristo;
pero
hay
también
otros
heraldos,
quienes,
reduciendo
todo
a
la
materia
y
rechazando
toda
esperanza
en
una
existencia
feliz
y
eterna,
trabajan
por
llevar
a
los
hombres
a
una
vida
incompatible
con
la
dignidad
humana
(EP
72).
Como
misioneros
estamos
urgidos
a
mostrar
el
camino
de
Cristo;
y
su
opción,
pues,
solo
de
ese
Camino
viene
la
Verdad;
seguida
de
la
Vida,
vida
eterna
y
en
abundancia.
La
opción
no
ha
cambiado
del
siglo
XX
al
XXI,
y
la
humanidad,
no
tiene
más
caminos
entre
los
cuales
optar:
O
con
Cristo
o
contra
Cristo;
o
con
su
Reino
o
contra
su
Reino.
-
Encíclica
Princeps
Pastorum
248.
El
Papa
San
Juan
XXIII
escribió
esta
Encíclica
en
el
Cuadragésimo
Aniversario
el
marco
de
sus
Catequésis
dedicadas
a
la
pasión
de
la
evangelización-
que
la
Iglesia
nace
apostólica,
nace
misionera,
no
proselitista
232
;
y
agregaba:
ser
apostólico,
evangelizar
no
es
lo
mismo
que
hacer
proselitismo
233
.
Desafortunadamente,
hemos
olvidado
que
esa
identidad
misionera
y
apostólica
es
una
dimensión
vital
para
la
Iglesia
234
.
264.
La
tercera
patología
ha
sido
el
“moralismo”,
como
si
nuestra
Iglesia
fuera
escuela
filosófica
pagana.
Comúnmente
(o
únicamente)
hablan
de
virtudes
y
valores
morales;
pero
Jesús
no
es
mencionado.
A
veces
resulta
más
fácil
hablar
de
templanza,
castidad,
fortaleza,
obediencia,
orden,
sinceridad,
que
de
las
Obras
de
Misericordia;
es
más
fácil
hablar
de
virtudes
que
denunciar
el
pecado;
porque
lo
primero,
puedo
aparentarse
por
medio
de
una
vida
farisaica;
pero
las
obras
de
misericordia,
o
la
actividad
profética
denunciando
el
pecado,
es
más
difícil
porque
deben
hacerse
vida
frente
a
la
Comunidad.
Seamos
cuidadosos.
Prediquemos
la
Buena
Nueva
y
a
Jesús.
No
filosofemos
ni
hagamos
de
nuestra
Iglesia,
una
clase
de
moral,
urbanidad
y
cívica.
La
sana
moral
de
nuestra
Iglesia,
es
misericordia
basada
en
Jesucristo,
es
sana
invitación
a
la
vida
y
al
respeto
de
ella,
desde
una
visión
jesuánica,
y
no
desde
los
antiguos
filósofos
griegos.
265.
La
cuarta
y
última
patología
es
el
“acomodamiento”.
A
veces
las
comunidades
prefieren
pasarla
bien
entre
cantos
y
bailes,
olvidando
la
misión.
Hay
que
tener
cuidado
con
ese
tipo
de
actitudes
muy
parecidas
a
la
de
aquella
comunidad
del
Apocalipsis
que
oyó
una
dura
recriminación:
Pasas
por
vivo
y
estás
muerto...
no
encuentro
tus
obras
justas
a
juicio
de
Dios.
Si
no
estás
en
vela,
vendré
como
un
ladrón,
sin
que
sepas
a
qué
hora
llegaré
(Ap
3,
2-3).
No
nos
mandó
el
Señor
a
bailar,
cantar,
comer
y
pasarla
bien
entre
todos,
quién
así
actua,
ha
mal
entendido
qué
es
el
Reino:
El
Reino
de
Dios
no
consiste
en
comidas,
ni
bebidas,
sino
en
la
justicia,
la
paz
y
el
gozo
del
Espíritu
Santo
(Rm
14,
17).
El
Reino
de
Dios
es
vivir,
obrar
y
hablar
como
Jesús;
la
misión
no
es
el
baile
o
el
canto,
sino
anunciar
a
Jesús
resucitado
y
su
Reino.
Esas
acciones
son
parte
de
la
misión
–
actividades
metodológicas
si
se
quiere
–
pero,
no
son
la
misión.
266.
En
segundo
lugar,
el
Santo
Padre
recomendó
entre
otras
cosas,
la
utilización
de
los
medios
de
comunicación
para
evangelizar.
Es
un
punto
positivo
en
nuestra
iglesia
local
y
universal,
por
supuesto.
Proporciona
alegría
observar
tantas
emisoras,
canales,
revistas,
periódicos,
libros,
páginas
electrónicas
y
cuántas
maravillas
de
la
tecnología
utilizadas
para
evangelizar;
pero,
no
es
ni
ha
sido,
ni
será
suficiente.
De
igual
forma,
ha
sido
positiva
la
predicación
de
la
Palabra,
especialmente
como
el
Papa
menciona:
La
homilía
(cf.
EN
43).
Pero,
hay
un
punto
débil
y
ha
sido:
El
testimonio
de
vida.
Ha
sido
ese
testimonio,
tal
vez,
el
que
más
ha
alejado
personas
de
nuestra
Iglesia.
Debemos
hacer
un
mea
culpa
por
tanto
escándalo.
El
mejor
mea
culpa
de
todos,
es
y
debe
ser,
el
cambio
de
vida,
de
comportamiento,
de
hablar,
sentir
y
pensar.
El
Papa
San
Pablo
VI
nos
decía:
San
Pedro
lo
expresaba
bien
cuando
exhortaba
a
una
vida
pura
y
respetuosa,
para
que,
si
alguno
se
muestra
rebelde
a
la
palabra,
sea
ganado
por
la
conducta.
Será
232
Papa
Francisco,
Audiencia
General.
Aula
Pablo
VI.
Miércoles,
11
de
enero
de
2023.
233
Ibidem.
234
Ibidem.

9. VI
Carta
Pastoral
Vayan
y
Prediquen
el
Evangelio
78
75
cortar
de
la
Maximum
Illud.
Una
encíclica
de
la
cual
quiero
rescatar
el
activo
papel
que
el
Papa
destacó
de
los
laicos
en
la
misión.
En
primer
lugar,
recordó
a
los
fieles
cristianos,
que
la
misión
es
un
deber
a
ser
transmitido
de
una
generación
a
otra.
Recomendaba
el
Papa
que,
desde
la
niñez
y
la
adolescencia,
en
todas
las
comunidades
cristianas,
aun
en
las
más
jóvenes
se
necesitaba
que
el
clero,
las
familias
y
organizaciones
locales
de
apostolado
inculcaran
el
santo
deber
de
la
misión
(cf.
PP
19).
249.
En
segundo
lugar,
San
Juan
XXIII
recordó
el
rol
importante
que
han
jugado
los
catequistas
a
quienes
instó
a
formarse
incansablemente.
Los
exhortaba
a
meditar
cada
vez
más
en
la
espiritual
felicidad
de
su
condición
misionera
y
a
no
escatimar
esfuerzo
alguno
para
enriquecer
y
profundizar,
bajo
la
guía
de
la
Jerarquía,
su
instrucción
y
formación
moral
(cf.
PP
20).
Es
grande
la
ayuda
aportada
por
los
catequistas;
por
lo
que
están
llamados
a
formarse
no
sólo
en
estudios
bíblicos
o
del
magisterio;
sino
también,
estudios
sobre
Doctrina
Social
de
la
Iglesia,
metodología
catequética,
pedagogía
catequética;
y
por
qué
no
mencionarlo,
deben
formarse
en
historia
eclesiástica,
para
conocer
el
recorrido
de
la
Iglesia
en
la
historia,
de
manera
tal
que
puedan
evitar
la
repetición
de
sus
sombras;
y
repetir
o
superar
sus
luces.
250.
En
tercer
lugar,
llama
la
atención
como
el
Papa
exhorta
a
la
misión
no
sólo
de
palabra,
sino
a
la
forma
de
misionar
más
difícil
de
todas:
El
testimonio
de
vida
en
lo
público
y
social.
Es
una
invitación,
prácticamente
a
ser
como
aquellos
cristianos
y
cristianas
de
las
primeras
comunidades
para
quien
la
vida
era
misión:
La
«buena
batalla»
(2Tim
4,7))
por
la
fe
se
combate
no
tan
sólo
en
el
secreto
de
la
conciencia
o
en
la
intimidad
de
la
casa,
sino
también
en
la
vida
pública
en
todas
sus
formas
(PP
23)
Esto
se
traduce
en
ser
levadura
en
la
sociedad,
involucrándose
en
la
denuncia
o
solución
de
problemas
que
agobian
al
país
o
que
perjudican
la
práctica
de
la
fe:
Los
católicos,
por
su
bien
privado
y
por
el
bien
público
de
la
Iglesia,
no
pueden
ignorar
tales
problemas,
ni
esperar
les
sean
dadas
soluciones
perjudiciales
que
en
lo
por
venir
exigirían
esfuerzo
mucho
más
grande
de
enderezamiento
y
derivarían
en
ulteriores
obstáculos
para
la
evangelización
del
mundo
(PP
23).
Problemas
que
laicas
y
laicos
salvadoreños
no
deben
ignorar,
sino
antes
bien,
luchar
por
superarlos
o
detener
su
avance
con
espíritu
cristiano.
Entre
ellos
pueden
mencionarse
el
aborto,
la
eutanasia,
la
pena
de
muerte,
la
destrucción
ambiental,
la
imposición
de
un
Estado
laico;
la
corrupción,
incluso,
la
legalidad
de
música
y
películas
llenas
de
lascivia
y
vulgaridad;
la
comercialización
y
explotación
de
la
imagen
de
la
mujer
y
la
niñez
por
empresas
publicitarias;
y
por
supuesto,
hay
otro
numeroso
grupo
de
problemas
de
la
sociedad
que
deben
ser
denunciados
(y
que,
por
espacio
no
enumeramos
aquí),
para
que
aquellos
que
cometen
esos
errores
escuchen
en
la
voz
de
los
fieles
cristianos
inmersos
en
la
vida
diaria,
la
voz
de
Cristo.
Son
los
laicos
quienes
deben
hacer
audible
la
voz
divina
para
transformar
esa
realidad
desde
Cristo,
con
Cristo,
por
Cristo
y
para
Cristo.
251.
El
Santo
Padre
San
Juan
XXIII
recordó
a
laicos
y
laicas,
que
para
cumplir
su
misión
de
misioneros
no
es
necesario
viajar
a
tierras
lejanas.
En
su
mismo
país
deben
y
pueden
ser
misioneros
que
ayuden
a
evangelizar
y
a
crecer
a
los
más
tiernos
en
la
fe.
-
Evangelii
Nuntiandi
260.
Como
todo
documento
del
Magisterio
de
nuestra
Santa
Madre
Iglesia,
la
Exhortación
Apostólica
Evangelii
Nuntiandi,
en
su
momento
histórico
(1975),
fue,
además
de
innovador,
una
invitación
a
la
evangelización
en
el
mundo.
Fue
también
una
respuesta
a
las
interrogantes
de
su
época;
sobre
todo,
en
cuanto
al
tema
de
la
“liberación”
mal
entendida
por
algunos,
deformada
por
otros;
y
llevada
al
extremismo
de
una
“utópica
cruzada
liberadora
por
medio
de
la
violencia
de
las
armas”.
Su
contenido,
consecuentemente,
puede
servirnos
para
una
tomografía
del
cuerpo
eclesial,
valorando
si
algunas
de
las
sugerencias
para
la
misión
fueron
o
no,
puestas
en
práctica.
261.
En
primer
lugar,
aunque
el
Papa
San
Pablo
VI
explicó:
Primero
que,
la
evangelización
tiene
su
origen
en
Jesús,
primer
evangelizador,
cuya
misión
fue
el
anuncio
del
reino
de
Dios,
y
el
anuncio
de
una
salvación
liberadora
integral;
segundo,
que
Jesús
realizó
la
evangelización
a
costa
de
grandes
sacrificios
y
acompañada
de
signos
evangélicos;
y,
tercero,
que
Jesús
logró
formar
en
un
momento
dado,
una
comunidad
evangelizada
y
evangelizadora
de
la
cual
nace
la
Iglesia
con
una
vocación
propia,
que
no
es
más
que
la
evangelización;
no
todo
ha
sido
gloria
en
el
campo
de
la
misión.
Pareciera
que
el
esfuerzo
de
Jesús
no
siempre
ha
sido
valorado
adecuadamente
por
la
humanidad,
dejando
de
cumplir
su
voluntad.
Distintas
patologías
padecidas
desde
las
primeras
comunidades
cristianas
han
impedido
que
la
misión
haya
seguido
los
rumbos
delineados
por
el
Maestro.
262.
La
primera
de
ellas:
el
“cenaculismo”
o
miedo
a
afrontar
las
consecuencias
de
la
misión
sin
darnos
cuenta
de
que,
con
ello
la
Iglesia
estaría
confesando
su
ausencia
del
Espíritu.
Deberíamos
escuchar
las
palabras
que
Jesús
dirigió
a
los
suyos
en
momento
similar:
Estando
los
discípulos
con
las
puertas
bien
cerradas,
por
miedo
a
los
judíos.
Llego
Jesús,
se
colocó
en
medio
y
les
dice:
La
paz
esté
con
ustedes
(Jn
20,
19).
La
paz
es
la
que
debe
impulsarnos
a
superar
el
miedo
(que
nos
hace
permanecer
enclaustrados
con
puertas
y
ventanas
cerradas)
y
sustituirlo
por
el
valor
cristiano
que
ha
hecho
de
la
Iglesia,
la
gran
misionera
de
los
siglos.
263.
La
segunda
patología
es
el
proselitismo.
Las
comunidades
de
nuestra
Iglesia:
¿Evangelizan
para
atraer
hermanos
y
hermanas
a
la
Iglesia
del
Señor
o
hacen
proselitismo
para
afiliar
miembros
a
sus
grupos,
comunidades,
asociaciones,
etc.?
Pareciera
que
cada
uno
predica
a
su
fundador
y
su
carisma;
pero
¿y
Cristo?
y
¿la
Buena
Nueva?
Debemos
tener
mucho
cuidado
con
respecto
a
esta
patología
porque
es
más
común
de
lo
que
parece.
No
sea
que
estemos
predicando
a
un
hombre
o
a
una
mujer,
olvidando
que
somos
testigos
de
la
resurrección
de
Cristo
y
nuestro
deber
es
predicar
la
Buena
Nueva,
a
Jesús
y
al
Reino.
Los
Corintios
experimentaron
una
tentación
similar
como
comprobamos
al
leer
la
Carta
escrita
por
San
Pablo:
Cuando
uno
dice:
yo
soy
de
Pablo,
y
otro:
yo
soy
de
Apolo,
¿acaso
no
se
comportan
como
cualquier
hombre?
¿quién
es
Apolo?
¿quién
es
Pablo?
Ministros
de
la
fe,
cada
uno
según
el
don
de
Dios.
Yo
planté,
Apolo
regó,
pero
era
Dios
quien
hacia
crecer.
De
manera
que
ni
el
que
planta
ni
el
que
riega
son
nada,
sino
Dios
que
hace
crecer
(1Co
3,
4).
Recientemente,
el
papa
Francisco
explicaba
–
en

10. VI
Carta
Pastoral
Vayan
y
Prediquen
el
Evangelio
doblar
77
76
Su
llamado
como
indica
el
Papa
va
dirigido
a
aquellos
laicos
católicos
que
ocupan
lugares
destacados
en
las
profesiones
y
en
la
vida
pública.
Inmersos
ahí,
deben
considerar
seriamente
la
posibilidad
de
ayudar
a
sus
hermanos
recién
convertidos,
aun
sin
abandonar
su
propia
patria.
En
dicha
misión
podrán
usar
su
consejo,
su
experiencia,
su
asistencia
técnica;
en
fin,
podrán,
sin
excesiva
fatiga
y
sin
graves
incomodidades,
aportar
una
cooperación
a
veces
decisiva
(cf.
PP
23).
Que
no
falte
a
los
buenos
el
espíritu
de
iniciativa
para
traducir
a
la
práctica
este
nuestro
paternal
deseo,
dándolo
a
conocer
allí
donde
pueda
ser
acogido,
estimulando
las
buenas
disposiciones
y
logrando
en
ellas
la
mejor
utilización
(PP
23).
252.
No
pueden,
entonces,
laicas
y
laicos
sentirse
relegados
a
un
papel
secundario:
LA
IGLESIA
LOS
NECESITA
TRABAJANDO
EN
LA
MISIÓN,
trabajando
mano
a
mano
con
los
sacerdotes,
religiosos
y
religiosas,
que
no
dan
abasto
para
atender
la
mies
que
es
mucha.
¡Escuchen
la
voz
de
Cristo
pidiendo
ayuda
a
ustedes
en
todas
las
maneras
posibles!
-
Concilio
Vaticano
II
253.
En
la
Constitución
Lumen
Gentium,
los
Padres
conciliares
nos
recuerdan
que
el
origen
del
mandato
de
la
misión
reposa
en
Jesús:
Este
solemne
mandato
de
Cristo
de
anunciar
la
verdad
salvadora,
la
Iglesia
la
recibió
de
los
Apóstoles
con
orden
de
realizarlo
hasta
los
confines
de
la
tierra.
Por,
eso
hace
suyas
las
palabras
del
Apóstol:
¡Ay
de
mí
si
no
evangelizara!
(LG
17).
254.
El
mandato
no
ha
perdido
vigencia,
aunque
a
veces
en
un
mundo
frío,
alejado
de
la
creencia
en
Dios
pueda
surgir
la
pregunta,
aún
entre
creyentes:
¿Para
qué
misionar?
O
¿Por
qué
la
misión?
Como
miembros
de
la
Iglesia
estamos
convencidos
de
que
Jesús
es
el
Hijo
de
Dios,
Salvador
del
mundo,
y
que
solo
en
Él,
encuentra
el
ser
humano
su
plena
realización.
No
podemos
dejar
de
anunciar
al
mundo
la
Buena
Nueva
si
queremos
que
la
humanidad
alcance
la
plenitud.
Los
Obispos
durante
el
Concilio
explicaron
que
la
Iglesia:
9
Atrae
a
los
creyentes
a
la
fe,
9
Los
atrae
a
la
confesión
de
la
fe,
9
Los
prepara
al
bautismo,
9
Les
libra
de
la
servidumbre
del
error;
y,
9
Los
incorpora
a
Cristo
para
que,
por
la
caridad
crezcan
en
Él
hasta
la
plenitud
(cf.
LG
17).
255.
Estamos,
entonces,
ante
una
misión
ineludible.
Todo
bautizado
o
bautizada
es
discípulo
o
discípula
del
Señor;
y,
por
ende,
enviado
con
la
responsabilidad:
de
diseminar
la
fe
(que)
incumbe
a
todo
discípulo
de
Cristo
en
su
parte
(LG
17).
El
discípulo
y
la
discípula
deben
conducir
a
otros
a
vivir
y
crecer
en
su
propia
experiencia
bautismal,
discipular
y
misional,
de
lo
contrario
incumplen
su
misión
bautismal.
256.
Nuestro
país
es
tierra
de
misión
por
distintas
razones:
Ámbitos
heridos
por
la
violencia
necesitan
el
anuncio
de
la
paz
para
sanar;
ámbitos
llenos
de
corrupción
e
impunidad
necesitan
el
anuncio
del
derecho
y
la
justicia;
ámbitos
llenos
de
egoísmo
y
ambición
necesitan
el
anuncio
de
la
solidaridad,
la
caridad
y
el
amor;
ámbitos
llenos
de
tristeza
y
muerte
necesitan
el
anuncio
de
la
alegría
del
Evangelio
y
la
vida
en
abundancia
que
desborda
hacia
la
eternidad;
ámbitos
llenos
de
gnosticismo
y
docetismo
necesitan
el
anuncio
de
la
Verdad
del
Evangelio;
y
así
sucesivamente.
El
Evangelio
tiene
un
mensaje
para
cada
una
de
las
realidades
humanas;
siendo
el
centro
de
este
anuncio
Jesucristo,
pues
es
en
Él,
por
Él
y
hacia
Él
donde
todo
confluye.
Es
por
esto,
por
lo
que,
los
Padres
Conciliares
nos
siguen
recordando
–
a
pesar
de
los
60
años
que
han
transcurrido
desde
la
celebración
del
Concilio
–
que
la
actividad
misionera
está
íntimamente
en
conexión
con
la
misma
naturaleza
humana
y
sus
aspiraciones
ya
que
al
manifestar
a
Cristo,
la
Iglesia
revela
a
la
humanidad,
la
auténtica
verdad
de
su
condición
y
de
su
vocación
entera,
revela
que
Cristo
es
principio
y
modelo
de
esa
humanidad
renovada
a
la
que
todos
aspiran,
llena
de
amor
fraterno,
de
sinceridad
y
de
espíritu
de
paz
(AG
8).
257.
La
misión
debe
recordar
a
este
país
que
otro
mundo
es
posible.
El
anuncio
y
los
signos
del
Reino
deben
ser
sensibles
entre
las
personas,
mostrándose
como
un
proyecto
o
modo
de
comunidad
contracultural,
de
tal
forma
que
las
personas
puedan
experimentar
las
primicias
del
Reino
desde
el
ya.
No
olvidemos
hijos
e
hijas
que
la
acción
misionera
tiene
ese
sentido
escatológico:
La
actividad
misionera
es,
en
última
instancia
la
manifestación
del
propósito
de
Dios
o
epifanía
y
realización
en
el
mundo
y
en
la
historia,
en
la
que
Dios
por
medio
de
la
misión
perfecciona
abiertamente
la
historia
de
la
salvación
(AG
9),
alcanzando
su
máxima
manifestación
por
medio
de
la
Santa
Eucaristía.
Esto
no
exime
que
el
anuncio
de
la
Palabra
por
medio
de
la
predicación;
tanto
como,
la
celebración
de
los
sacramentos,
sean
también
eficaces
en
la
misión.
Sin
embargo,
es
en
la
Eucaristía,
centro
y
cima
de
nuestra
fe,
donde
la
misión
hace
presente
a
Cristo,
autor
de
la
salvación
(AG
9).
No
en
vano
nuestro
Plan
Arquidiocesano
ha
contemplado
la
Eucaristía
como
uno
de
sus
ejes,
tanto
como
la
misión.
258.
Las
primeras
comunidades
misionaban,
llevando
a
los
“catecúmenos”
a
una
formación
que
propendía
hacia
su
participación
en
al
Sagrado
Misterio
de
la
Eucaristía.
A
eso
estamos
llamados
hoy
en
nuestra
amada
Arquidiócesis:
A
misionar
para
atraer
a
la
conversión,
a
la
integración
de
personas
a
nuestra
Iglesia,
a
su
crecimiento
y
participación
en
la
Eucaristía
para
hacerse
otros
cristos
que,
con
renovado
amor
y
renovada
fuerza,
se
constituyan
en
nuevos
enviados
que
esparzan
el
anuncio
de
la
Buena
Nueva,
del
Kerigma
cristiano.
En
suma,
estamos
no
ante
una
opción
si
no
ante
un
serio
deber
bautismal:
La
Misión.
b.
Del
siglo
XXI
259.
Tres
encíclicas
de
nuestros
Santos
Pontífices
–
extensas
y
ricas
en
su
mensaje
–
quiero
comentar,
para
que
asumamos
con
amor
y
seriedad
nuestro
compromiso
misionero,
extrayendo
de
estos
documentos
gotas
de
sabiduría.

11. 11
25 de Junio de 2023
La espiritualidad de
los sacramentos de
iniciación: Bautismo,
Confirmación y
Eucaristía
abemos muy bien que cuando nos referimos a la
espiritualidad de los sacramentos de iniciación cristiana
hablamos sobre El misterio del Reino de Dios y se refiere
al hecho real de su instauración por la Palabra y acción de
Jesús que los evangelios lo hemos escuchado y oídio, y
esto nos compromete a las personas, porque el encuentro con Jesús
nos exige una respuesta y entrega. Sabemos que los sacramentos
nos trasladan al pasado en cuanto remiten a hechos y palabras de
Jesús, al presente, en cuanto la salvación de Jesús nuevamente se
hace presente hoy en la comunidad eclesial; y al futuro, en cuanto
que son efectuados “hasta que el Venga”. Cristo es por Excelencia
el “Sacramento”, puesto que él nos ha comunicado la salvación de
Dios.
Ahora bien Se entiende por iniciación cristiana el proceso por el
cual se llega a ser cristiano mediante el aprendizaje global de la
vida de fe significada eclesialmente en tres sacramentos, que se dan
al inicio de la vida cristiana (bautismo - confirmación - eucaristía).
Históricamente "iniciación cristiana" expresa la unión existente entre
los tres sacramentos; La iniciación cristiana la entendemos como la
introducción del hombre en la vida nueva, transformando su propio
ser, empeñándolo en una opción de fe para vivir como hijo de Dios
unido a la comunidad (bautismo), testimoniando la vida del Espíritu
(confirmación) y participando del Pan de la Palabra y de la vida
eterna (Eucaristía). Cuando nos referimos a la iniciación cristiana
pensamos, pues, en un itinerario o proceso gradual de crecimiento
en la fe, en una comunidad, proceso que se ha de considerar como
parte de la maduración libre y plena del cristiano.
El bautismo nos introduce a la vida Cristiana y nos hace partícipes
de una nueva vida con ella el pecado original, queda perdonado, el
bautismo no es una cuestión mágica, sino que nos hace partícipes
del Sacerdocio real de Cristo, nos invita a ser profetas y Rey, la
primera comunión nos invita a comer y beber del Cuerpo de Cristo,
“Cristo es verdadera comida y venderá bebida quien coma y beba
jamás perecerá”; la confirmación es afirmar nuestra fe católica y
sobre todo nos instruye para ir y anunciar el evangelio, nos hace
misioneros, y predicar la palabra de Dios.
Los Sacramentos de iniciación Cristiana su objetivo primordial es
evangelización, que tiende a despertar la fe, busca la conversión
inicial y aceptación de la Iglesia.
S
Camino espiritual
Camino espiritual
Dios es comunión de amor: así nos lo ha
revelado Jesús. ¿Y saben qué podemos
hacer para recordarlo? El gesto más
simple, que hemos aprendido de niños:
la señal de la cruz. #SantísimaTrinidad
4:30 a. m. · 4 jun. 2023 · 175,2 mil Reproducciones
Escrito por: Fray Celso Jiménez Reyes,
Orden de la Merced

12. 12 25 de Junio de 2023
La vocación y el llamado de Dios
a cada persona
Escrito por: Hna. María Gabriela Vega Soto
Religiosa de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús
arece increíble, pero así es,
tantos millones de personas,
tantas generaciones, y todos
tenemos un llamado personal por
parte de Dios. En la historia, los
santos nos han dejado una gran enseñanza,
que vale la pena retomar, pues cada uno
en su época tuvo que entender a qué lo
llamaba Dios. Hoy solo mencionaré a tres
santos. Que sus vidas nos den un poco de
luz acerca del llamado que Dios nos hace
y que nos deja en libertad para responder.
Seguramente que Pedro, antes de conocer
a Jesús creía que la razón de su vida era la
pesca y tener una familia. Por otra parte,
Saulo, al perseguir a los cristianos sentía
que cumplía con su deber, como buen
fariseo. Pero, ¿qué ocurre después del
encuentro con Cristo? ¿Después de una
experiencia viva con el Resucitado? El
corazón y la conciencia quedaron inquietos.
Pedro “dejando las redes lo siguió” y
Pablo, después de su conversión, trabajó
sin descanso por anunciar el Evangelio.
Otro ejemplo es el de la beata Concepción Cabrera de Armida,
nacida en San Luis Potosí, México, en el año 1862, laica, esposa
y madre de 9 hijos. Conoció a las religiosas dos años después de
casada y, por la experiencia mística que tuvo estando casada, se
inquietó y escribe en su cuenta de conciencia:
Me preguntaba, qué hubiera pasado si hubiera
conocido religiosas antes de casarme y siente que el
Señor le dice: "Te casaste por mis altos fines".
Confirmó de esa manera que su vocación era el matrimonio. Sin
embargo, años más tarde, cuando era viuda y sus hijos estaban
grandes, quiso optar por la vida religiosa, pero entendió y prefirió
acoger la voluntad de Dios en su vida. Fue así como un 28 de
diciembre de 1930 hizo una oración sumamente conmovedora:
Hoy, mi Jesús, renuncio por tu amor, por tu voluntad, por
complacerte, por consolarte, a esta dicha tan soñada, ilusión de
mi vida, en favor de tus sacerdotes amados.
Llevo tu monograma en el pecho, y a Ti, Vida de mi vida, en lo
más hondo de mi pobre corazón. Me plegaré feliz a la voluntad
de Dios manifestada por mi director.(…) Amén. (CC 56,301ss)
¿Qué tienen en común estos tres personajes? Comprendieron
que Dios les había dado una vocación, y en ella una misión. Su
valor y amor a Cristo y a la Iglesia, siguen siendo un ejemplo para
nosotros.
Nuestra historia personal, los acontecimientos que han ido
forjando nuestro ser, “todo contribuye al bien de los que aman
a Dios” (Rom 8,28). Ante el amor de Dios que rebasa nuestro
entendimiento, necesitamos la asistencia del Espíritu Santo y el
auxilio de la Virgen María, para ahondar en el misterio de nuestra
existencia. Dios nos hace partícipes de su plan de salvación,
confiándonos aún con nuestra fragilidad y debilidad, una tarea,
una misión.
Dios los bendiga en su vocación.
P

13. 13
25 de Junio de 2023
Información y ética cristiana
n su decreto sobre los
Medios de Comunicación
social el Vaticano II decía
claramente que “el recto
ejercicio del derecho a la
información exige que, en cuanto a
su objeto, la información sea siempre
verdadera y, salvadas la justicia y la
caridad, íntegra”. Todavía no existía
el internet ni las que llamamos redes
sociales. Pero había ya preocupación
por las posibilidades de manipulación
de la información en lo que entonces
empezaba a llamarse el cuarto poder.
Y era lógico, porque los medios de
comunicación habían nacido al mismo
tiempo que las democracias y una
de sus funciones fundamentales era
la de hacer una especie de auditoría
del ejercicio político del poder. Pero
los medios pasaron pronto, de ser
observadores críticos de la vida social
y del ejercicio del poder, a convertirse
ellos mismos en poder. La Iglesia,
preocupada por la manipulación
informativa a favor de ideologías,
intereses económicos, políticos o
culturales, trataba de dar lineamientos
éticos, especialmente dirigidos a los
cristianos que desde el ejercicio del
periodismo o desde la propiedad de
los medios tenían influencia en la
dirección de los mismos.
En la actualidad, cuando el
sensacionalismo, la presentación
parcial o manipulada de la verdad,
las generalizaciones injustas o
incluso la mentira y el insulto se
entremezclan tanto en redes como en
medios, el derecho a la información
se vuelve más indispensable para
quienes desde nuestra fe cristiana
estamos llamados a ser “testigos de
la verdad”. El Papa Benedicto XVI,
preocupado por la situación actual,
instituyó en el Vaticano el Consejo
Pontificio para la promoción de la
Nueva Evangelización. Y entre sus
funciones, ubicaba en cuarto lugar
“estudiar y favorecer el uso de las
formas modernas de comunicación,
como instrumentos para la nueva
evangelización”. Recientemente este
Consejo Pontificio ha advertido a
los católicos que utilizan las redes
que “las palabras violentas están en
contradicción con el Evangelio”. La
preocupación vaticana alcanza a todos,
incluso a algunos sacerdotes que
utilizan las redes atacando duramente
a grupos o personas. El mismo Papa
Francisco en su encíclica Fratelli Tutti
advierte que la obsesión comunicativa
en las redes lleva en ocasiones a
“formas insólitas de agresividad, de
insultos, maltratos, descalificaciones”
que serían imposibles de mantener en
la vida normal “sin que termináramos
destruyéndonos entre todos” (FT 44).
Frente a estas preocupaciones y
riesgos, la Iglesia anima a utilizar
las redes no solo para anunciar el
Evangelio, sino para contribuir
desde ellas a la construcción de
una cultura universal más fraterna,
pacífica y solidaria. Hacer presente
en las redes los valores del Evangelio
implica trabajar desde las catequesis
parroquiales en formar a los niños y
jóvenes en el discernimiento. Frente
a una sociedad que magnifica en las
redes el consumo, el individualismo,
el narcisismo, el hedonismo y el olvido
de los pobres, los criterios evangélicos
de generosidad, servicio y defensa de
la dignidad humana son indispensables
para que los jóvenes puedan no solo
discernir los mensajes de las redes,
sino para que desde dichos valores
puedan incidir desde las mismas
redes en la construcción de una nueva
cultura, preocupada realmente por el
desarrollo pleno y humano de todos.
En El Salvador contribuir a rebajar la
agresividad presente en las redes es
también tarea cristiana. Opinar, buscar
la verdad, contribuir a la fraternidad
y al conocimiento de los caminos que
llevansocialmenteaellaesimportante.
Pero para los cristianos, hacerlo desde
los criterios evangélicos, resulta
indispensable.
E
Pbro. José M. Tojeira

14. 14 25 de Junio de 2023
Natividad de San Juan Bautista
Vida de Santos
a Solemnidad de la Natividad
de San Juan Bautista nos invita
a celebrar el nacimiento del
Precursor del Señor, aquel que
se llenó del Espíritu Santo en el
senomaternoyexultódegozoalanticiparla
llegada de la salvación para la humanidad.
Su nacimiento profetizó la Natividad
de Cristo el Señor, y su existencia brilló
con tal esplendor de gracia, que el mismo
Jesucristo dijo no haber entre los nacidos
de mujer nadie tan grande como Juan el
Bautista.
La Iglesia celebra normalmente la fiesta
de los santos en el día de su nacimiento a
la vida eterna, que es el día de su muerte.
En el caso de San Juan Bautista, se hace
una excepción y se celebra el día de su
San Pedro y San Pablo: Testigos de la Fe
a solemnidad de San Pedro y
San Pablo conmemora a dos
apóstoles fundamentales en
la historia del cristianismo.
Pedro, también conocido como
Simón, fue el primer discípulo en reconocer
a Cristo como el Hijo de Dios vivo, y por
ello recibió el nombre de Pedro. Por otro
lado, Pablo, apóstol de los gentiles, predicó
incansablemente la crucifixión de Cristo
tanto a judíos como a griegos.
Ambos apóstoles llevaron el mensaje del
Evangelio a la ciudad de Roma, donde, en
tiempos del emperador Nerón, sufrieron
el martirio. Pedro, según la tradición, fue
crucificado boca abajo y sepultado en el
Vaticano, cerca de la vía Triunfal. Mientras
tanto, Pablo fue degollado y enterrado en
la vía Ostiense. Su valentía y amor por
Jesucristo son recordados en este día, donde
el mundo entero los honra y venera por su
triunfo en la fe.
El origen de esta fiesta se remonta a los
primeros siglos del cristianismo. San Pedro
y San Pablo son consideradas las dos
columnas de la fe cristiana, ya que dieron un
testimonio ejemplar de su amor por Jesús.
Se cree que sus cadáveres fueron sepultados
juntos por un tiempo antes de ser devueltos
a sus sepulturas originales. En 1915 se
encontraron estas tumbas y, pintadas en
los muros de los sepulcros, expresiones
piadosas que ponían de manifiesto la
devoción por San Pedro y San Pablo desde
los inicios de la vida cristiana. Se cree que
este lugar fue un punto de encuentro para
los primeros cristianos, donde se reunían
en oración y comunión. Desde entonces, la
fiesta doble de San Pedro y San Pablo se
celebra el 29 de junio.
El propósito de esta festividad va más allá
de la mera conmemoración histórica. Es
un momento para recordar los sacrificios
y el legado dejado por estos dos grandes
santos. Su valentía y dedicación nos
inspiran a seguir su ejemplo ya vivir
nuestra fe con convicción y amor por
Jesucristo.
En este día especial, podemos dirigir
nuestras oraciones a San Pedro y San Pablo,
pidiendo su intercesión en nuestras vidas.
Podemos aprender de su humildad, su
valentía y su entrega total a Dios. Que su
testimonio nos guíe y fortalezca nuestra fe
en los momentos difíciles, nos recuerdan la
importancia de vivir nuestra fe con pasión
y dar testimonio de Jesucristo en todo
momento.
L
San Pablo y San Pedro
Continúa en la siguiente pág.
L

15. 15
25 de Junio de 2023
DIRECTORIO
Daniel González
Diseño y Corrección
Pbro. Simeón Reyes
Editor
Pbro. Carlos Chavarría
Colaborador
Pbro. Edwin Henríquez
Director
Iglesia Local
Iglesia Local
Visita de Monseñor Gabriel Mestre
obispo de Mar de Plata a nuestro país
nacimiento. Este día es motivo de gran
alegría, ya que nos brinda la oportunidad
de recordar y aplicar el mensaje de Juan,
quien anunció y preparó el camino para la
llegada del Mesías.
La historia de Juan comienza en el vientre
desumadreIsabel,primadelaVirgenMaría
y esposa del sacerdote Zacarías. Isabel y
Zacarías, seguidores de la ley de Dios, no
habían tenido hijos, pero anhelaban tener
descendencia. Un día, el Ángel Gabriel se
le apareció a Zacarías para anunciarle que
tendrían un hijo especial. Sin embargo,
debido a su incredulidad, Zacarías quedó
mudo hasta el nacimiento de Juan.
Cuando la Virgen María visitó a Isabel,
quien estaba embarazada de Juan, el niño
saltó de júbilo en el vientre de su madre
al escuchar el saludo de María. Este gesto
refleja la delicadeza y el amor de María
hacia los demás, priorizando la ayuda a
su prima antes que su propia situación.
El ángel había ordenado a Zacarías que
pusiera por nombre Juan al niño. Con su
nacimiento, Zacarías recuperó la voz y
bendijo al Señor.
Juan creció en cercanía con Dios y, cuando
llegó el momento, anunció la venida del
Salvador, predicando el arrepentimiento
y bautizando en el río Jordán. Juan era el
Precursor enviado por Dios para preparar
el camino del Salvador y fue el último
profeta en anunciar su pronta llegada.
Juan vestía con sencillez, alimentándose
de langostas y miel silvestre. Atraía a la
gente de Jerusalén, Judea y la región del
Jordán, quienes acudían a él para recibir el
bautismo y arrepentirse de sus pecados. Su
mensaje instaba a reconocer los pecados y
cambiar la forma de vivir en conformidad
con la voluntad de Dios, como preparación
para la venida del Salvador.
Juan reconoció a Jesús como el Cordero
de Dios cuando Él se acercó para ser
bautizado en el río Jordán. En ese momento,
los cielos se abrieron y se escuchó la voz
del Padre que lo proclamaba como su Hijo
amado. Juan siempre reconoció la grandeza
de Jesús y afirmó que él debía disminuir
mientras Jesús crecía, porque el que viene
de arriba está por encima de todos.
Juan fue testigo de la verdad hasta su
muerte, la cual ocurrió por amor a ella.
Herodías, la mujer ilegítima de Herodes,
quien en realidad era la esposa de su
hermano, deseaba la muerte
El Obispo Gabriel, de la Diócesis de Mar del Plata del país de Argentina, realizó
una visita significativa a El Salvador en la que tuvo la oportunidad de rendir
homenaje a nuestro santo San Óscar Romero. Durante su estancia, el obispo tuvo
encuentros importantes, recorrió lugares históricos de nuestra Iglesia en nuestro
país.
El viaje comenzó con un encuentro con el Cardenal Gregorio Rosa Chávez,
posteriormente, Mons. Gabriel y el padre Cristian Basterrechea se trasladaron a
la parroquia Inmaculada Concepción de General Pirán, donde participaron en los
votos perpetuos de dos hermanas de las Siervas de la Misericordia de Dios, quienes
forman parte de la Diócesis de Mar del Plata. Esta experiencia reafirmó el vínculo
entre ambas comunidades y resaltó la importancia de la vocación religiosa en la
labor pastoral.
Sin embargo, el momento más emotivo de la visita fue la peregrinación al lugar
del martirio de San Óscar Romero. En ese lugar, el obispo Gabriel y el padre
Cristian oraron por la Diócesis y celebraron una Eucaristía en memoria del mártir.
Durante su estancia en San Salvador, el obispo también visitó la casa San Óscar
Romero, donde pudo apreciar el vehículo que utilizaba en sus recorridos pastorales,
así como la camisa sacerdotal ensangrentada, que lleva en su bolsillo la entrada de
bala que le perforó el corazón. Reliquias que son simbólicos recuerda el sacrificio
y la entrega total de San Óscar Romero. Asimismo, el obispo Gabriel y el padre
Cristian tuvieron la oportunidad de visitar la Cripta de la Catedral, donde reposan
los restos de monseñor Romero.
Mons. Gabriel Mestre junto al padre Cristian
Basterrechea atrás se encuentra el vehículo que
utilizaba San Óscar Romero

16. 16 25 de Junio de 2023
CASTING 2023
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