Orientación - Domingo 10 de diciembre 2023

ÓRGANO OFICIOSO DEL ARZOBISPADO DE SAN SALVADOR. 10 de diciembre de 2023
Año LXXI Nº 6240 $ 0.30
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2 10 de diciembre de 2023
Iglesia Local
Iglesia Local
Celebración de la Ordenación Diaconal en
la Parroquia San Jacinto de Polonia
El pasado 25 de noviembre, la parroquia San Jacinto de Polonia,
en el Barrio San Jacinto, se convirtió en el escenario de una emotiva
y significativa ceremonia: la Ordenación Diaconal del Seminarista
Marvin Antonio Gómez Gómez. Santa Misa fue presidida por
Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador.
La presencia de numerosos fieles en esta celebración resaltó
el apoyo y la alegría que acompañaron a Marvin en este paso
hacia el diaconado. Mons. José Luis Escobar Alas, durante su
conmovedora homilía, dirigió un mensaje directo a los jóvenes y
niños congregados, exhortándolos a escuchar el llamado de Dios y
a responder con la misma entrega y dedicación que ha demostrado
Marvin al consagrar su vida al servicio del Señor.
"Si sienten el llamado de Dios, respondan positivamente, así
como lo ha hecho nuestro hermano Marvin, el consagrar su vida al
Señor", expresó el Arzobispo, subrayando la importancia de seguir
los designios divinos con entusiasmo y devoción.
Monseñor Mario Enrique Ríos Montt, Obispo auxiliar de
Santiago de Guatemala y los sacerdotes invitados en esta ceremonia
enfatizaron la unión y solidaridad dentro de la comunidad religiosa,
resaltando la importancia de la vocación y el compromiso con la fe.
La Ordenación Diaconal de Marvin Antonio Gómez Gómez
no solo representa un momento significativo para él y su camino
espiritual, sino que también inspira a muchos a reflexionar sobre su
propio llamado y servicio a Dios. Esta ceremonia perdurará en la
memoria de la comunidad como un recordatorio de la importancia
de escuchar y seguir la voz divina con fervor y determinación.
Celebración Eucarística por el Centenario
de Natalicio de Mons. Rivera Damas
El pasado domingo 3 de diciembre, la Catedral Metropolitana
de San Salvador se vistió de solemnidad y emoción al acoger la
Santa Misa en conmemoración del Centenario de Natalicio de
Mons. Rivera Damas, recordado como el quinto Arzobispo de
San Salvador. La misa fue un momento de profunda reflexión y
gratitud hacia la vida y legado de Mons. Rivera, presidida por la
Conferencia Episcopal de El Salvador.
Mons. Luigi Roberto Cona, Nuncio Apostólico en El Salvador,
quien concelebró la ceremonia junto a obispos invitados, honrando
la memoria y obra de Mons. Rivera Damas.
La emotividad celebración se vieron resaltadas por cientos de
fieles, entre los que se encontraban familiares de Mons. Rivera. Su
presencia, cargada de significado y devoción, otorgó un ambiente
de profunda espiritualidad a la Eucaristía, en la que se recordaron
los valores y la dedicación incansable del ilustre Arzobispo.
La jornada fue un tributo conmovedor, donde la comunidad
religiosa se unió para honrar la vida, el legado y la influencia
perdurable de Mons. Rivera Damas, cuyo centenario sigue
inspirando y marcando la fe de muchos.

3
10 de diciembre de 2023
ARTÍCULO 5: JESUCRISTO DESCENDIÓ A LOS
INFIERNOS, AL TERCER DÍA RESUCITÓ DE ENTRE
LOS MUERTOS
5.1. Descendió a los infiernos
CATEQUESIS DEL OBISPO SOBRE EL CREDO
San Salvador, 10 de diciembre de 2023
José Luis Escobar Alas
Arzobispo de San Salvador
− 25 −
1
Is 26, 19; Jl 2, 10; Na 1, 5-6; Dn 12, 2.
2
Juan Pablo II, Audiencia General. Miércoles 11 de enero de 1989, n. 6.
3
Palabra que significa morada de los muertos, en hebreo: sheol; y, en griego: hades. En el Antiguo Testamento se le indicaba con el nombre de Abismo.
Tomado de: Juan Pablo II, Audiencia General. Miércoles 11 de enero de 1989.
4 Juan Pablo II, Audiencia General. Miércoles 11 de enero de 1989, n. 3.
7 Cf. Juan Pablo II, Audiencia General. Miércoles 11 de enero de 1989, n. 4.
9
10
En la Catequesis anterior mencionábamos algo sobre el descenso del Señor a los infiernos; tema en el cual nos extenderemos, en la
presente, desarrollando cuatro ideas fundamentales.
a. Un descenso prefigurado en el Antiguo Testamento
Según algunos biblistas como Alonso Schökel, la perícopa de San Mateo que narra los hechos acontecidos al momento de morir Jesús:
Se rasga el velo del Templo; los sepulcros de abren; muchos cadáveres de santos resucitan, salen de los sepulcros y se aparecen a gente
de Jerusalén (cf. Mt 27 51-53), tiene su fundamento en el Antiguo Testamento. Por ejemplo, Ezequiel – entre otros textos1 – escribe la
profecía de Dios: Voy a abrir sus sepulcros, pueblo mío, los voy a sacar de sus sepulcros… Sabrán que yo soy el Señor cuando abra
sus sepulcros… Infundiré mi espíritu en ustedes para que revivan… (Ez 37, 12-13). Este pasaje permite entrever con mucha claridad que
Dios desde el inicio del plan de salvación contempló el hecho de que su Hijo bajara a los infiernos poniendo de manifiesto ante todos, la
potencia salvífica de su muerte sacrificial que incluía tanto a todos los hombres y mujeres vivos como a todos aquellos que murieron antes
de su venida y de su descenso a los infiernos2. Por ende, el pueblo judío conocía las profecías sobre el Mesías esperado: Sabían que nacería
de una virgen y le pondría por nombre Emmanuel (cf. Is 7, 14); que sería el Siervo sufriente de Yahvé (cf. Is 52, 13-53, 12); y que abriría
los sepulcros infundiendo el Espíritu de Dios en aquellos que aguardaban ese día en las profundidades de los infiernos3 (cf. Ez 37, 12-13).
b. Un descenso testificado en el Nuevo Testamento
Tras Pentecostés, los discípulos comprendieron las Escrituras a la luz del Evangelio; lo cual da pie a la afirmación del Papa Juan Pablo
II sosteniendo que la frase del descenso del Señor a los infiernos confesada en el Credo se encuentra en numerosos textos del Nuevo
Testamento4. Citamos tres de ellos a manera de ejemplo: En Hechos de los Apóstoles, San Pedro explica a los israelitas que la profecía
dicha por David ha tenido cumplimiento en Jesús: …vio el futuro y habló de la resurrección de Cristo, que ni fue abandonado en el
Abismo ni su carne experimentó la corrupción (Hch 2, 31). San Pablo en Carta a los Efesios preguntándose lo qué significa la frase:
subiendo a lo alto llevaba cautivos y repartió dones a los hombres (cf. Ef 4, 9), se responde: ¿Qué significa, sino que antes había bajado a
lo profundo de la tierra? El que bajó es el que subió por encima de los cielos para llenar el universo (Ef 4, 9-10). Finalmente, en el Libro
del Apocalipsis, el Autor declara que vio a Jesucristo y le oyó decir: Yo soy el primero y el último, el que vive, estuve muerto y ahora
ves que estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y el abismo (Ap 1, 17-18). Muchas otras citas hay dentro de
los escritos neotestamentarios, pero estos son suficientes para mostrar que su descenso a los infiernos no es un mito sino una realidad
contemplada dentro del plan de redención.
c. En el sepulcro en cuanto a su cuerpo, en gloria en cuanto a su alma
Los sucesos que hemos reflexionado: La pasión del Señor, su muerte, la preparación del cuerpo y su sepultura, sumados a la separación del
cuerpo de su alma solo confirma que su muerte fue real y no solo aparente6. Su cuerpo yacía en el sepulcro en estado de cadáver; pero su
alma glorificada en su alma admitida en la plenitud de la visión beatifica de Dios bajó a los infiernos7. Su descenso no tenía por objetivo
ni liberar a los condenados ni destruir el infierno de la condenación (cf. CIC 633). Su misión, la última fase de su misión mesiánica, era
descender a los infiernos para anunciar el Evangelio de la salvación a todas aquellas almas santas, justas que aguardaban a su Libertador
(cf. CIC 633). San Pedro testifica que con el descenso todos han sido partícipes del mensaje salvífico del Señor: …se llevó también a los
muertos la Buena Noticia (1P 4, 6). Entonces, el descenso a los infiernos es el pleno cumplimiento del anuncio evangélico de la salvación
(CIC 634).
d. Su victoria
El Papa Juan Pablo II sostiene que con el descenso al infierno se da el cumplimiento hasta la plenitud del mensaje evangélico de la
salvación9. He aquí su victoria: Por Cristo y en Cristo se abre ante ellos la libertad definitiva de la vida del Espíritu10. El Dios de la vida ha
liberado de esta forma, a la humanidad que se ató al pecado y a la muerte tras la comisión del pecado original (cf. Gn 3, 1-8). Una antigua
homilía del Sábado Santo recoge ilustradamente el plan de Dios sobre el ser humano:
Un gran silencio reina hoy en la tierra, un gran silencio y una gran soledad. Un gran silencio porque el Rey duerme. La tierra ha
temblado y se ha calmado porque Dios se ha dormido en la carne y ha ido a despertar a los que dormían desde hacía siglos… Yo
soy tú Dios… Levántate, tú que dormías porque no te he creado para que permanezcas aquí encadenado en el infierno. Levántate
de entre los muertos, Yo soy la vida de los muertos (cf. CIC 635).

Excelentísimo y Reverendísimo Sr. Nuncio
Apostólico, Mons. Luigi Roberto Cona
Eminentísimo Señor Cardenal,
Queridos hermanos obispos,
Queridos seminaristas,
Queridas hermanas religiosas,
Queridos hermanos Religiosos
Amadísimos hermanos y hermanas en
Cristo Jesús
Estamos celebrando la Clausura del
Año dedicado a Mons. Arturo Rivera
Damas, con ocasión de su Centenario de
Nacimiento, después de los distintos actos
conmemorativos que henos celebrado en
su honor hoy concluimos con esta solemne
Eucaristía.
Hace 29 años, Mons. Rosa Chávez presidió
la Misa Exequial de Mons. Rivera Damas
y abriendo su corazón manifestó que, ante
el cuerpo yaciente del señor Obispo pensó
que: Había perdido al padre de la Iglesia en
San Salvador, la Iglesia que hacía 14 años
había sido sacudida por la muerte, también
sorpresiva e inesperada de Mons. Romero
(Orientación del 11 de diciembre de 1994,
p. 2). Así es la muerte del ser humano:
sorpresiva e inesperada. El Evangelio de
este Domingo Primero de Adviento [como
su nombre lo indica: tiempo de espera]
leemos como Jesús pide a sus oyentes estar
alertas, en vela porque nadie sabe el día ni
la hora (cf. Mc 13, 33). No dudamos que
Mons. Rivera estaba en vela y preparado
para recibir la visita del Señor.
Casi dos meses antes de partir a la
Casa del Padre, escribió un significativo
testimonio de su vida sacerdotal. Comienza
recordando que su ordenación episcopal
había tenido lugar hacía 34 años, domingo
23 de octubre de 1960, Domingo Universal
de las Misiones y que, según el calendario
Litúrgico (por esos años) coincidía con
la fiesta de San Antonio María Claret,
Arzobispo de Santiago, Cuba, y Fundador
de una Congregación Misionera (“Cartas
del Arzobispo, N° 486”. En: Orientación
del 30 de octubre de 1994, p. 15). Un hecho
para él admirable por coincidir con su idea
de cómo quería vivir su episcopado (cf.
Ibidem, p. 15). Siguiendo su exposición,
comenta que su consagración tuvo lugar
en la entonces nueva Capilla María
Auxiliadora del Colegio Santa Cecilia, de
grato recuerdo, por ser ahí donde nació su
vocación a la vida religiosa y sacerdotal (cf.
Ibidem, p. 15).
Terminada la Misa de su consagración
– sigue diciendo – pasaron al almuerzo
y – recuerda con cariño y emoción – que:
el punto más importante fue el discurso
de Mons. Rafael Valladares y Argumedo,
Obispo Auxiliar… [porque] me propuso tres
modelosdeObispoqueimitar:SanNicolásde
Bari, Card. Von Galen y San Antonio María
Claret (Ibidem, p. 15). San Nicolás le fue
propuesto por su amor a los pobres. El Card.
Von Galen como paradigma de denuncia
profética ya que durante la Segunda Guerra
Mundial denunció repetidas veces los
abusos cometidos por Hitler; y San Antonio
María Claret por su amor y dedicación a la
misión (cf. Ibidem, p. 15). Recuerdo después
del cual, Mons. Rivera Damas, expone
que, de alguna manera los ha imitado de
forma actualizada, respondiendo a los
signos de los nuevos tiempos: Ha imitado
a San Nicolás de Bari amando a los pobres
desde la Opción Preferencial propuesta por
los Obispos reunidos en Puebla en 1979.
Al Card. Von Galen ejerciendo la función
profética en repetidas ocasiones; y a San
Antonio María Claret trabajando por la
Nueva Evangelización (cf. Ibidem, p. 15).
Confesión tras la cual, Mons. Rivera
concluye: Comprendí que no era fácil ser
obispo(Ibidem,p.15),yañade:Poresoyome
curo en salud escogiendo un lema paulino,
salesianizándolo y condicionándolo desde
el principio: Ipsa auxiliante omnibus
Omnia fieri (con el auxilio de María quiero
hacerme todo para todos) (Ibidem, p. 15).
Y agrega: A distancia de 34 años estos
recuerdos se avivaron con la misa del
lunes… Vistos retrospectivamente desde esa
cumbre de mi vida episcopal, adquirían una
dimensión novedosa, interesante que me
hacía exclamar: El Señor ha estado grande
con nosotros y estamos alegres (Ibidem,
p. 15). Y, nosotros, amadísimos hermanos
cómo no alegrarnos con él en este día.
A esta semblanza espiritual quiero agregar
algunos datos que nos permitan recordar
quién fue nuestro querido Mons. Arturo
Rivera Damas:
Nació en San Esteban Catarina el 30 de
septiembre de 1923. Realizó sus estudios
eclesiásticos en la Congregación Salesiana
en el Instituto Internacional Don Rúa en
San Salvador. Se ordenó el 19 de septiembre
de 1953. Estudió el Doctorado en Derecho
Canónico en el Pontificio Ateneo Salesiano
en Turín, Italia. Fue nombrado Obispo el 30
dejuliode1960yconsagradoel23deoctubre
de ese año. Se desempeñó como Obispo
Un legado de fe, esperanza y dedicación
inquebrantable.
Homilía de Mons. José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador en la Clausura del Año de Mons. Arturo
Rivera Damas • Catedral Metropolitana de San Salvador • Domingo 03 de diciembre de 2023
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5
Auxiliar de San Salvador; primero con
Mons. Luis Chávez y González por 17 años
y 4 meses; y segundo, con Mons. Romero
por 8 meses. El 26 de septiembre de 1977
fue nombrado Obispo de Santiago de María
y tomó posesión el 5 de noviembre. El 11 de
abril de 1980 fue nombrado Administrador
Apostólico de la Arquidiócesis hasta el 28
de febrero de 1983 cuando fue nombrado
arzobispo de San Salvador. Nombramiento
que hizo público el mismo Papa San Juan
Pablo II, en su primera visita a nuestro país.
Tomó posesión el 8 de abril de ese mismo
año.
Dentro de la Conferencia Episcopal de El
Salvador (CEDES) fungió como presidente;
y en el Secretariado Episcopal de América
Central (SEDAC) ocupó la también
presidencia. En su último año de vida
[1994] al momento de entregar su alma al
Creador se desempeñaba como: Arzobispo;
Presidente de la CEDES; Delegado para
supervisar los tribunales eclesiásticos;
Presidente de la Comisión para la Liturgia
y Arte Sacro (CEDES); y, Miembro de la
Sagrada Congregación para la Educación
(cf. Orientación 25 de diciembre de 1994,
p. 7).
De su ejercicio arzobispal heredamos
cuatro Exhortaciones Pastorales. Dos
escritas en 1984: Cristiano la Iglesia
eres tú y Dar desde nuestra pobreza.
Otra escrita en 1987, llamada La Visita
Pastoral o Canónica; y la ultima de todas:
Peregrinando con María hacia el año
2000 publicade en 1988. Esta Exhortación
sobre la Virgen María es un testimonio
de su amor por Ella y la confianza que
puso en su intercesión. Confianza que
anima a depositar en ella también los
problemas de la vida. Cito sus palabras:
En la Escuela de María, ante la situación
que hoy enfrentamos, el trabajo es mucho
más fácil. Y es precisamente por esto, que
presentamos a María como Maestra de
fe y precursora de la humanidad que es
animada por esta misma fe… [Ella] socorre
al pueblo cristiano en la lucha incesante
entre el bien y el mal, para que no caiga
o, si cae, se levante y para que pueda, con
su ayuda, mantener la fidelidad … al vivir
su cristianismo en medio de un mundo, a
veces adverso al bien (Exhortación Pastoral
Peregrinando con María hacia el año 2000,
capítulo III).
Antes de terminar, me gustaría traer
a colación que Mons. Rivera ejerció su
episcopado en un momento histórico con
mucha oscuridad. Sin embargo, junto con su
Grey, como dice el profeta Isaías, Monseñor
vio una luz intensa pese a la oscuridad
de ese momento (cf. Is 9,1). Vio la luz de
Cristo que le ayudó a caminar confiado en
Dios y con una esperanza activa. Muestra
de esto es que siempre estaremos en deuda
por varias de sus acciones tomadas en
medio de un mar borrascoso de oposición.
Menciono algunas de estas. La primera es
el inicio del proceso de Canonización de
Mons. Romero que, no siempre encontró
eco en todos. Aun así, esperaba en Dios
que la canonización tuviera lugar antes del
año 2000 (Orientación del 30 de octubre de
1994, p. 15).
Su segunda acción fundada en su
esperanza y fe en Dios fue su incansable
lucha porque este país alcanzara la paz total.
En 1994 estaba plenamente convencido
que los Acuerdos de Paz a penas habían
logrado el silenciamiento de las metrallas;
porque la paz firmada solo era una pax
romana, es decir, una paz en apariencia El
25 de septiembre escribió: Vamos a seguir
en nuestro empeño por hacer resplandecer
la verdad… para infligir una derrota más
a la impunidad que desgraciadamente
sigue campante y oronda en medio de
nosotros (“Cartas del Obispo, N° 481. En:
Orientación del 25 de septiembre de 1994).
Una tercera acción fue la construcción de
Catedral a la cual dedicó grandes esfuerzos.
Aparte de los insuficientes recursos
económicos para avanzar con la rapidez
deseada, enfrentó los estragos del terremoto
del 10 de octubre de 1986. La fuerza del
sismo movió la cúpula principal de su lugar,
amenazando con caer al suelo, Mons. se
sintió enfrentado decidir entre demolerla
o dejarla así, con el peligro de caer sobre
los fieles. Muchos recuerdan sus palabras
cargadas de amor y preocupación por su
Grey aun demoler dicha cúpula significaba
privarse de esa hermosa obra arquitectónica
de Catedral, Sin embargo, Monseñor Rivera
dijo: ‘Prefiero una Catedral sin cúpula a
poner en peligro la vida de las personas’;
pero luego con la ayuda del Cardenal de
Boston y de católicos salvadoreños vino
maquinariaespecializadadeEstadosUnidos
y se logró volver la cúpula a su posición
original. También fue grande y constante su
preocupación el Seminario, por la formación
de los futuros sacerdotes, al seminario le
llamaba la pupila de los ojos del Obispo
(Orientación del 11 de septiembre de 1994,
p. 11). Con cuantos desvelos cuidó de los
seminaristas, enfrentando dificultades
económicas, morales y hasta ideológicas
que se interpusieron en el camino.
Años difíciles que enfrentó Mons. Rivera,
pero todo lo superó. Por su confianza en
Dios logró ver concretizadas las palabras
de San Pablo sobre Jesús: Él los hará
permanecer irreprochables hasta el fin,
hasta el día de su advenimiento. Dios es
quien los ha llamado a la unión con su Hijo
Jesucristo, y Dios es fiel (1Co 1, 8-9). El día
de su partida a la Casa del Padre, el Señor
salió al encuentro de Mons. Rivera porque
practicó siempre alegremente la justicia y no
perdió de vista sus mandamientos (cf. Is 64,
4). Ahora, toca a nosotros seguir su ejemplo
de fiel seguimiento a Jesús. Seamos arcilla
en manos del Alfarero para convertirnos en
perfecta hechura de sus manos (cf. Is 64, 7).
Qué así sea.

El llamado a la esperanza: Mensaje vital del
SEDAC 2023
El mensaje anual del Secretariado de los Obispos de
América Central (SEDAC) para el año 2023, bajo el lema
«Cristo Jesús es nuestra esperanza» extraído del versículo
1 de Timoteo 1:1, es un llamado profundo y reflexivo
surgido de la 81ª Asamblea Anual celebrada en la ciudad de
Guatemala. Este mensaje refleja la esencia de una esperanza
arraigada en la figura de Jesucristo, encarando los desafíos
actuales de la humanidad durante el tiempo de Adviento.
Los obispos, tras un periodo de diálogo y comunión,
transmiten una invitación a encarnar esta esperanza como
un renuevo capaz de revivificar una sociedad inmersa en
dificultades derivadas del descarte, la falta de solidaridad
y la confusión en la percepción de la realidad humana.
Además de resaltar signos positivos, también identifican
y abordan con sensibilidad las problemáticas y desafíos
que oscurecen el camino hacia una transformación plena
en la región centroamericana. A continuación el mensaje
completo.
Fuente: Radio Católica del Sur

7
“Quien era monseñor Rivera”
Entrevista a Monseñor Urrutia
Hablar de monseñor Arturo Rivera
Damas es referirse a un Obispo bueno,
muy Pastor para con el clero, pero a la base
de eso, está ciertamente la santidad de un
sacerdote, que ha crecido a los pies de Don
Bosco y de María Auxiliadora.
Un hombre que siempre conservó su
idiosincrasia, de campesino, pues, aunque
él era un hombre elegante, parecía un
emperador indudablemente. Pues en
el fondo era un “campesinon”, bueno,
bonachón, muy cercano a los sacerdotes,
muy comprensivo, pero también muy
estricto con la vida de los sacerdotes.
Me impresionaba de él, esa cercanía
con el clero y su preocupación por que
estuviéramos bien. Y su preocupación
por que diéramos un buen testimonio
sacerdotal.
Siempre estuvo preocupado por la
situación del país, después, cuando llegó
de Arzobispo de San Salvador.
Yo directamente lo conocí cuando lo
nombró el Santo Padre Juan Pablo II,
Administrador Apostólico Estabiliter
en la Arquidiócesis y más tarde lo hace
Arzobispo de San Salvador.
Cuando llegó, lo conocí. Él me mandó
después a estudiar derecho a Roma, para
dedicarme, de un modo muy particular
a las causas de canonización, en aquel
entonces a la causa de Monseñor Romero.
A quien él consideraba su amigo y quien
estaba convencido de su martirio. Y me
ocupé de eso por 35 años.
Ydelascosasdelacuria,indudablemente,
según su entender, en aquel momento.
Él (Mons. Rivera) siempre veló porque la
paz llegara al país, por eso es que él, creó
en 1986 más o menos, “El diálogo por la
Paz”. Desde entonces él venía interesado
en el Diálogo por la Paz, por eso movió
tanto ese aspecto de la vida nacional.
Y una vez que alcanzamos la paz, él decía,
hemos apagado el incendio, ahora nos toca
ordenar un poco la casa. Y en este tiempo
de la guerra, normalmente habíamos
dependido económicamente de lo que las
Agencias Internacionales Católicas, nos
ayudaban.
Había mucha dependencia, muchísimo
más de lo que existe hoy, y entonces él
creó, estoy seguro que con la inspiración
del Espíritu Santo, esto de la Campaña
Económica, “Cristiano, la Iglesia eres tú”
Y ¿Qué es lo que pretendió él con esta
colecta?, era que no dependiéramos tanto
ya, de la ayuda internacional, sino que
nosotros mismos, ayuda internacional,
sino que nosotros mismos, pudiéramos
recolectar fondos, inspirados en las
experiencias de Adveniat. Recaudáramos
los fondos en las parroquias para ayudar
a las parroquias pobres. Y así se comenzó
haciendo las primeras, fueron un éxito
económico ciertamente.
Más tarde Mons. Rivera, una vez que
se fueron recogiendo los fondos, tuvo
también sus criterios para ayudar a las
parroquias pobres en los proyectos y
en las construcciones de las Ermitas
y algunas cosas importantes de las
parroquias. Pero él deseaba eso, que no
siguiéramos dependiendo tanto de la ayuda
internacional, sino que nos valiéramos por
nosotros mismos también.
Y han transcurrido 40 años y eso es
hermoso que a estas alturas sigamos
trabajandoconestaCampañaycolaborando
con nuestra misma Iglesia.
Quizá los sacerdotes tendríamos que
ponerle un poco de más intensidad a esta
campaña, para poder ayudarnos, unos a
otros en este sentido.
Ciertamente tengo muchas cosas dentro
del corazón, Don Arturo, como yo le
decía, Don Arturo Rivera Damas, con
quien éramos bien cercanos. Y, con quien
compartíamos la vida con Mons. Rosa en
la casa, el rezo del Rosario todos los días.
Yo nunca jugué ping pong con él, porque
nunca fui bueno para eso. Pero a él le
agradaba jugar ping pong, siempre había
alguien que jugara con él un rato, pero
luego el rezo del Rosario, el platicar de las
cosas de la historia, de la vida cotidiana,
“Un hombre que siempre conservó su idiosincrasia, de campesino, pues, aunque él era
un hombre elegante, parecía un emperador indudablemente. Pues en el fondo era un
“campesinon”, bueno, bonachón, muy cercano a los sacerdotes, muy comprensivo, pero
también muy estricto con la vida de los sacerdotes”.
Mons. Rafael Edgardo Urrutia
Canciller Arquidiócesis de San
Salvador
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del sufrimiento de la gente, del diálogo por
la paz. Pues eso a diario se hacía con él.
Y es interesante porque el dio la vida
por los acuerdos de paz. En este sentido se
esforzó, se metió en eso de lleno, aunque
murió de un infarto, indudablemente no
fue que él fuera Mártir. Fue un “confesor
de la fe” porque fue un hombre perseguido
y en medio de la persecución él supo dar
testimonio, siempre de la fe, entonces es un
“confesor de la fe”.
Pero recuerdo el día que mataron a los
Jesuitas el 16 de noviembre de 1989, fuimos
por la mañana a la UCA a presenciar aquel
cuadro terrible, de ver a nuestros hermanos
sacerdotes asesinados. Pues fueron a hablar
con el presidente Cristiani. Más tarde, pues
estando en casa ya por la tarde, me dijo que
yo todavía era muy joven y que la iglesia
esperaba mucho de mí. Que debía dar la
vida también trabajando por la Iglesia
y que él prefería que, si yo lo quería, me
fuera a vivir a otra parte, mientras pasaba
el peligro. Y me dijo, te voy a dar el día
para que lo pienses.
Y por la noche después de la cena le dije,
ya tengo una respuesta. Y le dije, voy a
quedarme aquí porque esta es mi casa y
usted es mi padre.
Porque yo no abandonaría a mi padre, en
estas circunstancias, quiero estar a su lado.
Y, entonces él se sonrió, se frotó las
manos y me dijo, no esperaba menos de
vos, me dijo, así que me alegra que estés
dispuesto a morir con nosotros. Entonces
nos reímos todos un rato y después la vida
continua, no.
Él siempre amó mucho a la iglesia
y siempre buscó esto que la iglesia se
sostuviera a sí misma. ¿Y, ojalá pudiéramos
hacerlo, no? Sostenernos a nosotros
mismos. Y esta campaña ayuda mucho.
Yoagradezcoatodoslosquehantrabajado
a lo largo de los 40 años en esta esta obra y
a ustedes también, muchas gracias.
No es fácil porque los sacerdotes no somos
a lo mejor tan responsables en finiquitar las
cuentas o no somos tan amables para pedir
las ayudas, pero de verdad gracias, por
todo lo que hacen.
Les invito a ser generosos con esta
Colecta, pues una Colecta que vuelve a las
parroquias. Es un dinero que vuelve a las
parroquias en obras y todos debemos ser
responsables y colaborar con ella.
Así que ánimo y adelante. Muchas
gracias.
Publicado en revista conmemorativa 40
años de la Campaña Cristiano la Iglesia
es comunión
Nunciatura Apostólica Presenta Iniciativa a favor de la
Niñez Salvadoreña 'Sembrando Semillas de Esperanza':
Un Llamado del Papa Francisco
• El proyecto buscará brindar herramientas para sobrellevar
situaciones de vulnerabilidad a través de 5 pilares: educación
integral, asistencia nutricional, médica, psicológica y
espiritual.
• La iglesia comenzará el proyecto con 200 niños, sin embargo,
incentiva a la sociedad salvadoreña a unirse para lograr un
mayor impacto en la niñez.
San Salvador, 07 de diciembre de 2023. - La NunciaturaApostólica
y la Conferencia Episcopal de El Salvador, en colaboración con
diversas congregaciones religiosas y entidades católicas, lanzan el
proyecto "Sembrando Semillas de Esperanza", el cual tiene como
objetivo proporcionar educación integral, atención y recuperación
nutricional, asistencia médica y de salud, apoyo psicológico,
espiritual y familiar a niños y jóvenes salvadoreños en situación de
vulnerabilidad.
Sembrando Semillas de Esperanza responde de manera eficaz a
las necesidades específicas de este grupo demográfico, abordando
factores como la falta de servicios educativos, desigualdades
sociales, efectos post pandemia y/o migración de familiares.
El proyecto es una iniciativa aprobada por el Papa Francisco y
representa un compromiso significativo para contrarrestar las
desigualdades existentes, brindando oportunidades tangibles de
desarrollo a aquellos que enfrentan dificultades. La iglesia busca
ser agente de cambio en las realidades de más de los niños y los
jóvenes, transformando vidas y contribuyendo a la construcción de
un futuro más esperanzador.
Además, incentiva a la sociedad salvadoreña a sumarse el proyecto
para lograr un alcance mayor a través de apadrinamiento de niños
al contribuir con $20 al mes o unirse al equipo de voluntarios que
trabajarán a favor de la niñez.
“En la siembra de estas semillas de esperanza, no solo
transformamos vidas, sino que construimos un legado de solidaridad
y amor para El Salvador. Cada acto de apoyo es una contribución
invaluable hacia un mejor futuro para nuestros niños y jóvenes. Los
salvadoreños pueden apoyar a través de donativos o de actos de
servicio a lo largo del proyecto” comentó Monseñor Luigi Roberto
Cona, Nuncio Apostólico de Su Santidad el papa Francisco en El
Salvador.
Para conocer más detalles sobre el proyecto y las diferentes
formas de colaborar, la iglesia pone a disposición su sitio web en
www.confres.org

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Camino espiritual
Camino espiritual
El Adviento es el inicio de un nuevo año litúrgico y es el Profeta
Isaías, el evangelista del antiguo testamento, quien nos revela en su
libro la llegada del Mesías, setecientos cincuenta años antes, y nos
dice: "El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; sobre
los que venían en tierra de sombras, una luz resplandeció. Porque un
niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado, lleva sobre sus hombros
el signo del imperio y su nombre será consejero admirable, Dios
todopoderoso, Padre sempiterno, príncipe de la paz. (Isaías 9, 1,5)
San Juan Bautista también nos ayuda a preparar la Navidad,
cuando nos dice: "Una voz clama: preparen el camino del Señor en
el desierto, construyan en el páramo una calzada para nuestro Dios.
Que todo valle se eleve, que todo monte y colina se rebajen, que lo
torcido se enderece y lo escabroso se allane. Entonces se revelará
la gloria del Señor y todos los hombres lo verán. (Isaías 40, 3-5)
Adviento es un tiempo oportuno de
conversión, de cambio en nuestras vidas.
Los montes tienen que ser rebajados, es
decir: todo orgullo, soberbia, prepotencia
tiene que ser eliminada de nuestras vidas
y llenarnos de humildad. Tenemos que
examinarnos a cuentas con Dios. Es
necesario estar vigilantes para la venida
del Señor como nos lo recuerda San Mateo
24,42. "Estén atentos, porque no saben en
qué día vendrá su Señor"
Mientras el mundo le gusta el bullicio
de la música, las luces, la comida y las
compras innecesarias, para el cristiano es
una verdadera oportunidad para preparar
nuestro corazón y celebrar con gozo y
alegría el nacimiento del niño Jesús.
Mientras estaban en Belén, llego para
María el momento del parto y dio a luz a su
hijo primogénito, lo envolvió en pañales y
lo acostó en un pesebre, pues no había lugar
para ellos en la sala principal de la casa (Lc
2, 6)
Este es el acontecimiento más
extraordinario que los cristianos nos
preparamos a celebrar en la Navidad, con
el tiempo de Adviento que dura cuatro
semanas.
El apóstol nos dice: y el Verbo se hizo
carne y habito entre nosotros y hemos visto
su gloria (CF Juan 1,14) San Juan Bautista
alza su voz y nos pide: “Enderecen el camino
del Señor” (CF Juan 1,23) porque tanto amo
Dios al mundo que le dio al Hijo único, para
que quien crea en él no se pierda, si no tenga
vida eterna (CF Juan 3,16)
Los reyes magos de oriente, fueron a
buscar al niño que había nacido, en el
palacio, pero Él no estaba ahí. El Rey Reyes
y Señor de Señores estaba en un pesebre
humilde, que era donde daban alimento a
las mulas y bueyes.
Él no viene para los orgullosos, Él se
manifiesta a los humildes pastores. Hay
que rellenar los barrancos, en nuestras
vidas pueden existir muchos anti-valores
de heroísmo, odios, divisiones, guerras,
violencias y tanta tiniebla. Y Jesús nos dice:
“Yo soy la luz del mundo” a Moisés le dijo
el Señor, cuando se quería acercar a la zarza
ardiente, que no se consumía. “Quítate
las sandalias, porque el lugar es sagrado”.
Estas palabras nos deben de indicar que
tenemos que despojarnos de todo pecado,
ya que el pecado forma, un muro entre Dios
y nosotros, por lo tanto, debemos acudir al
sacramento de la reconciliación para limpiar
nuestro polvo, nuestra suciedad, acercarnos
a Jesús, nuestro Señor con sincero corazón.
Quien se encuentre con Jesús al igual que
los Pastores y los Reyes Magos, no deja de
postrarse ante Él, para alabarlo y cantar con
alegría: “Noche de paz, de amor” y así tomar
otro rumbo en nuestras vidas y ofrecerle al
Rey de Reyes y Señor de Señores lo mejor
de cada uno de nosotros.
Que María madre de la Iglesia, nos ayude
a estar cerca de Cristo para “Revestirnos del
hombre nuevo” (Ef 4, 17)
Adviento tiempo
de conversión y
esperanza
Escrito por: Pbro. Arturo Soriano

DIRECTORIO
Daniel González
Diseño y Corrección
Pbro. Simeón Reyes
Editor
Pbro. Carlos Chavarría
Colaborador
Pbro. Edwin Henríquez
Director
El Milagroso Encuentro de la Virgen de
Guadalupe y San Juan Diego
En el gélido invierno de 1531, en medio de un México asolado
por conflictos y sufrimiento, la figura celestial de la Bienaventurada
María Virgen de Guadalupe se manifestó a un hombre común, Juan
Diego, cuyo corazón indígena palpitaba al ritmo de la fe cristiana.
En aquellos días tumultuosos, la dignidad humana sufría incesantes
ultrajes, especialmente entre las poblaciones originarias.
Las apariciones marianas no solo sellaron un vínculo entre los
nativos y Cristo, sino que también proclamaron a María como la
"Madre del verdadero Dios". Esta historia tomó forma cuando la
Virgen eligió a Juan Diego como su mensajero, encomendándole
la tarea de erigir un santuario en su honor en aquel sagrado sitio.
Sin embargo, la incredulidad del obispo sembró dudas sobre las
palabras de Juan Diego, hasta que un milagro con fragantes rosas
en pleno invierno transformó la desconfianza en asombro.
El 12 de diciembre de 1531, Juan Diego recogió estas flores en su
humilde manto y, al desplegarlo ante el obispo incrédulo, no solo
reveló las rosas, sino también un prodigio divino: la imagen impresa
de María. Retratada como una joven india, esta representación
celestial sobre la tilma, un tejido de fibras de agave, fue un legado
de amor y compasión para las generaciones venideras.
La tilma misma se convirtió en testigo mudo de la fe. María,
de tez oscura, envuelta en una túnica roja, estaba rodeada por
los rayos del sol y la serenidad de la luna, con un ángel a sus
pies. Pero lo más impactante residía en su mirada. En sus ojos,
se desplegaba una complejidad inesperada: venas ramificadas y
detalles tan minúsculos que solo mediante técnicas avanzadas de
ampliación podían ser descifrados. En un ojo, la escena de Juan
Diego revelando la imagen ante el obispo; en el otro, una familia
indígena y el mismo prelado, una maravilla visual que trascendió
la comprensión humana.
El santuario erigido en honor a laVirgen de Guadalupe se convirtió
en faro de esperanza para los oprimidos y los afligidos, atrayendo
anualmente a millones de peregrinos. La mirada compasiva
de María guió la construcción de la Basílica actual en 1976, un
monumento a la fe y al legado de amor que perdura hasta nuestros
días.
El 31 de julio de 2002, el Papa Juan Pablo II elevó a la santidad
a Juan Diego, un humilde mensajero convertido en símbolo de la
fe inquebrantable y la conexión entre dos mundos. La historia de
la Virgen de Guadalupe y Juan Diego es mucho más que un relato
religioso;esunlazoculturalqueuneapersonasdedistintascreencias
en una devoción compartida por la esperanza, la compasión y el
milagro de la fe.
Fuente: VaticanNews

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Preseminario 2023: Una Semana de
Formación y Reflexión
Desde el 26 hasta el 30 de noviembre,
el Seminario San José de la Montaña se
convirtió en un enriquecedor y profundo
proceso vocacional durante el Preseminario
2023. Durante cinco días intensos, jóvenes
aspirantes participaron en una serie de
actividades destinadas a orientar y nutrir su
camino hacia la vocación sacerdotal.
Día Uno: Conociendo el Camino
El inicio marcó la integración de los jóvenes
en el Seminario a través de evaluaciones,
comisionesyunainmersiónenlavidacotidiana
del lugar. Un día dedicado a comprender la
vocación y a seguir fortaleciendo las oraciones
por las vocaciones.
Día Dos: Enseñanzas y Comunión
Con la participación de sacerdotes de la
Arquidiócesis,seexplorarondiversastemáticas
relacionadas con la formación sacerdotal.
Momentos de reflexión, espiritualidad,
deportes y descanso se entrelazaron,
enriqueciendo la jornada. Reconocimientos
especiales fueron expresados a parroquias por
su apoyo espiritual y material.
Tercer Día: Recordando y Aprendiendo
La jornada se dedicó a la memoria de los
mártires, siendo un día de profunda reflexión.
La presencia de sacerdotes continuó,
aportando a la formación integral. El énfasis se
puso en la dimensión académica, combinando
estudio, actividades deportivas, momentos
de esparcimiento y la preparación de obras
teatrales. Además, se recibió el valioso
testimonio de un matrimonio, iluminando la
vocación matrimonial.
Cuarto Día: Profundizando en lo
Espiritual
Se realizó un retiro presidido por el Pbro.
Cruz Martínez, sumergiéndose en la oración
y los sacramentos. La Santa Eucaristía fue
presidida por el Pbro. Oscar Oviedo, delegado
de la Pastoral Vocacional Arquidiocesana. El
agradecimiento se extendió a parroquias por
su apoyo a los jóvenes aspirantes.
Quinto Día: Visitas Significativas y Unión
Cristiana
Conto con la visita de Monseñor José Luis
Escobar Alas al inicio jornada. Luego en la
dimensión humana tomó protagonismo con
una serie de visitas enriquecedoras: desde
el Museo Monseñor Romero, UCA, hasta
testimonios sobre el martirio en la Parroquia
San Antonio Abad, culminando con un
momento recreativo en un balneario para
fortalecerlafraternidadentrelosparticipantes.
El Preseminario 2023 no solo fue un espacio
de aprendizaje, reflexión y profundización
espiritual, sino también un punto de encuentro
para fortalecer vocaciones comprometidas
con el servicio al Reino.
"Oremos y pidamos al Señor que nos envíe
más sacerdotes, más vocaciones"
Legión de María: Un Ejército al
Servicio de la Fe
La Legión de María, una asociación católica con
bendición eclesiástica, se erige como un ejército
devoto, modelado en la antigua Legión Romana,
comprometido con el servicio a la Iglesia. Surgió
el 7 de septiembre de 1921 en Myra House Francis
Street, Dublín, coincidiendo con la víspera de la
natividad de la Virgen María. Desde entonces, su
presencia se ha expandido, arraigando su propósito
y misión en distintas partes del mundo.
El fervor legionario llegó a El Salvador el 15
de diciembre de 1956, cuando una delegación
del Concilium Legionis Mariae fundó el primer
Praesidium, "Rosa Mística", en la parroquia
San Jacinto bajo la guía del Rvdo. Padre Carlos
Guzmán C.M. Este fue el primer paso hacia
la consolidación de un movimiento que busca
fusionar la santificación personal de sus integrantes
con un apostolado activo y variado.
La Legión de María abraza una doble
finalidad: enraizar la santidad en cada uno de sus
miembros y desplegar el apostolado en todas sus
manifestaciones. Esta combinación poderosa ha
llevado a sus miembros a comprometerse con la fe
de manera activa y dinámica, adoptando un papel
proactivo en la difusión y el fortalecimiento de la
doctrina católica.
Con una estructura que evoca la disciplina y la
organización de un ejército, la Legión de María
demuestra cómo la devoción y la acción pueden
fusionarse para formar un cuerpo cohesionado,
dedicado a llevar la luz de la fe a cada rincón del
mundo.
La Legión de María continúa su marcha,
inspirando a generaciones a abrazar la fe y a
comprometerse con el servicio a la Iglesia,
llevando consigo el legado de su fundación y el
espíritu de su propósito original: ser un ejército de
fieles, en servicio a la Virgen María y a la causa de
la fe católica.
Estandarte de la Legión

cabeza
-
nube
-
orar
-
tierra
-
presentarse
-
sol
-
luna
-
estrellas
-
levantar
-
vigilar
Crucigrama

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