La Escuela Nueva surge a finales del siglo XIX y se consolida a principios del siglo XX, planteando un nuevo modelo didáctico y educativo con el alumno en el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje. El profesor se convierte en un dinamizador de la vida en el aula al servicio de las inquietudes de los alumnos. Algunos precursores importantes de esta corriente fueron Rousseau, Pestalozzi, Froebel y Herbart.