Este documento describe varios tipos de pensamientos distorsionados que pueden conducir a estrés, ansiedad y depresión. Entre ellos se incluyen pensamientos polarizados, sobre generalizaciones, interpretaciones erróneas de los demás, visiones catastróficas del futuro y la tendencia a personalizar los eventos. El documento sugiere que cambiar estos patrones de pensamiento distorsionado puede ayudar a cambiar conductas que causan distrés.