La peste porcina clásica es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta únicamente a los cerdos y causa grandes pérdidas económicas. Se transmite entre cerdos a través del contacto directo o indirecto. Provoca fiebre, letargia y hemorragias en la piel y órganos. No existe tratamiento, por lo que los cerdos infectados deben ser sacrificados. La vacunación es la única forma de prevención.