La ética de Kant se caracteriza por la libertad humana, la dignidad del hombre y la obligación moral derivada de la razón. Expone que la experiencia trascendental muestra las posibilidades de todo conocimiento y cómo la subjetividad y la ilustración surgen cuando el hombre asume una postura crítica y reflexiva mediante el entendimiento. Entre el mundo inteligible y la libertad del hombre media la moral según la ética de Kant.