Este documento propone estrategias para reducir el abandono escolar desde el rol de un responsable de preceptorías. Sugieren diagnosticar las deficiencias académicas de los estudiantes mediante exámenes de admisión y cursos de nivelación. También proponen monitorear el progreso de los estudiantes, involucrar a los padres si un estudiante muestra falta de interés, y ofrecer talleres para fomentar buenos hábitos de estudio.