Los receptores del sistema inmunitario innato reconocen patrones moleculares comunes en los patógenos, distinguen lo propio de lo ajeno, y existen en forma soluble y celular. Estos receptores tienen especificidad heredada, se expresan en todas las células de un tipo, activan una respuesta inmediata, y reconocen un amplio espectro de agentes. Estimulan la fagocitosis, quimiotaxis, y producción de moléculas efectivas que inician la inmunidad adquirida.