Primeras reflexiones de los participantes en la Escuela de Padres General del EAT de Alcobendas-Sanse. Curso 2015

1. Reflexiones tras las películas
 La llegada de los hijos cambia la vida: Durante los
primeros meses, las situaciones no siempre son tan
ideales, no es fácil mantenerse tan sereno, aceptar los
cambios tan fácilmente y de mutuo acuerdo.
 Algunos aspectos como la lactancia natural pueden
ser duros para algunas mujeres y cargar a éstas de una
mayor responsabilidad en el cuidado del bebé.
 Es habitual que amigos o familiares critiquen algunas
formas de actuar de los padres respecto al bebé o a los
cambios que su llegada produce en la pareja y aconsejen
en algún sentido. Estos consejos no son válidos en
todos los casos, ya que cada bebé es distinto y
funcionan distintas cosas, por lo que es importante
filtrarlos.

2.  Son importantes nuestras prioridades en la vida.
Éstas, cambiarán con la llegada de un bebé. Disfrutar
con los hijos debe ser una de nuestras prioridades,
relativizando otras como que la casa esté muy limpia,
que el niño pueda hacer muchas actividades, etc.
 Cuando llega un bebé, la conciliación familiar-
laboral se vuelve difícil. Muchas veces la mujer asume
la responsabilidad de tener que compatibilizar el
cuidado de los hijos con sentirse realizada en el trabajo,
lo que en ocasiones puede causar agobios, estrés. Otras
veces, en el centro de trabajo no entienden esa nueva
situación, lo que puede dar lugar a despidos.

3.  Algunas mujeres consideran que son las que mejor lo
hacen con el bebé, no confiando en la pareja para
determinadas tareas. Sin embargo, existen varias
maneras de hacer las cosas y también son
válidas (por ejemplo, tardar más en realizar las rutinas
de cambio de pañal porque se está aprovechando para
jugar con el bebé). Es importante aceptar que somos
distintos para mantener una buena relación entre la
pareja.
 En ocasiones, la madre se vuelca mucho en el niño,
descuidando otros aspectos entre los que se encuentra
la pareja, el padre, que puede sentirse celoso.

4.  Demasiada exigencia respecto a hacer las cosas
perfectas impiden que se disfrute de la relación con los
hijos/as, de las actividades que se hacen con ellos, de la
pareja... por lo que es necesario pararse a
reflexionar en qué es lo importante, relajarse y
disfrutar.