La rubrica evalúa el software educativo considerando cuatro criterios: presentación y estructura, eficacia, eficiencia y calidad. El software excelente debe tener una atractiva presentación visual, lograr los objetivos educativos planteados a través de actividades secuenciadas y de autoevaluación, facilitar el aprendizaje a través de una exploración fácil y lenguaje adecuado, e incentivar la interacción entre estudiantes y facilitador asignando roles claros.